La espeluznante isla a la que muy pocos pueden llegar
Situada en el East River —entre la costa industrial del sur del Bronx y el centro correccional de la isla Rikers—, North Brother Island tiene una historia tan fascinante como trágica.
Estuvo deshabitada hasta 1885, cuando la ciudad de Nueva York la compró para construir el Riverside, un hospital para enfermos de tifus, tuberculosis, fiebre amarilla y viruela. El hospital fue reabierto después de la Segunda Guerra Mundial, primero para albergar a los veteranos; y más tarde como un centro experimental de rehabilitación para adolescentes adictos a la heroína. Razón por la que se rumora que fue la inspiración de la obra de teatro con la que Al Pacino hizo su debut en Broadway.
En 1963 cerró sus puertas para siempre y desde entonces ha mantenido el acceso restringido, solo para miembros del concejo municipal y reporteros. A lo largo de los años, varios alcaldes de Nueva York han hecho propuestas de venderla, construir casas para desamparados o incluso usarla como extensión de la cárcel de Rikers Island. Mientras se deciden, su decadente aspecto y estructuras abandonadas y en ruinas la han convertido en el santuario para garzas nocturna coroninegra y otras aves costeras.