Yahoo Finanzas La extraña historia del primer ataque de 'ramsomware' del mundo
En diciembre de 1989, el jefe de Eddy Willems le pidió que revisara un diskette enviado a los asistentes a la conferencia sobre el sida de la Organización Mundial de la Salud en Estocolmo. Willems, quien trabajaba para una compañía de seguros, esperaba encontrar información sobre investigaciones médicas, pero no fue así. Días después, la computadora se bloqueó y apareció un mensaje exigiendo que enviara 189 dólares en un sobre a un apartado postal en Panamá. Se trataba del primer ataque de ramsomware del que se tiene noticia.
El diskette que Willems había recibido fue enviado a unas 20.000 personas. Por fortuna, Willems solucionó el problema, y no pagó el dinero ni perdió información de la computadora. Pero muchas personas sí fueron víctimas del ataque cibernético, recordó en entrevista con CNN, Willems, quien ahora es experto en ciberseguridad en G Data.
Detenido pero no juzgado
Como los diskettes habían sido enviados por correo postal -el ataque ocurrió en los albores de la internet y mucho antes de las redes sociales- las fuerzas del orden rastrearon al remitente, un apartado de correos propiedad de un biólogo evolutivo llamado Joseph L. Popp, un graduado de Harvard que estaba llevando a cabo una investigación sobre el SIDA en ese momento.
Popp fue arrestado en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam, enviado de regreso a Estados Unidos y encarcelado. Supuestamente les dijo a las autoridades que había planeado donar el dinero del rescate a la investigación del SIDA.
Sus abogados también argumentaron que no estaba en condiciones de ser juzgado; según los informes, llevaba condones en la nariz y rulos en la barba para demostrar que no se encontraba bien, y al final los jueces coincidieron en que no estaba en condiciones de ser juzgado a causa de su salud mental. Popp murió en 2007 y hoy se le atribuye ser el inventor del ransomware.
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Los misterios que rodean al ataque
El virus, hoy conocido como “AIDS trojan” (troyano del Sida o PC Cyborg), le pedía al usuario que pagara 189 dólares a "PC Cyborg Corporation" para obtener una herramienta de reparación, aunque la clave de descifrado se podía extraer del código del virus, como hizo Willems.
"Incluso hasta el día de hoy, nadie sabe realmente por qué hizo esto", dijo Willems. "Estaba muy influenciado por algo. Quizás alguien más estuvo involucrado, como biólogo, ¿cómo tenía dinero para pagar todos esos discos? ¿Estaba enojado por la investigación? Nadie lo sabe”, agregó en referencia a que el envío de 20.000 diskettes por vía postal debió haber sido costoso en la época.
Si bien se desconocen las razones de su acto, Popp hizo un gran esfuerzo para limpiar su nombre y pasó a otras actividades aunque tampoco dio señales de gran lucidez. Publicó un libro de autoayuda llamado "Evolución popular", en el que defendía que se redujera la edad del matrimonio y que las mujeres jóvenes centraran sus vidas en dar a luz a sus hijos.
Antes de su muerte, Popp creó el Conservatorio de Mariposas Joseph L. Popp, Jr. en el norte del estado de Nueva York.
Los ataques continúan décadas después
El disquete con el ransomware es ahora parte de la historia en momentos en que aumentan los ataques y de ransomware y su severidad.
Un ataque al oleoducto Colonial, 30 años después del ramsomware enviado por Popp, paralizó los suministros de combustibles en parte del este de Estados Unidos. Los piratas cibernéticos lograron que la empresa les pagara 5 millones de dólares.
El diskette en posesión de Willems es probablemente uno de los pocos que quedan en el mundo, y cuelga de una pared de su sala.
"Un museo me ofreció $ 1,000 por él, pero he decidido quedármelo", dijo.
