Yahoo Finanzas La fuerza laboral híbrida ya está aquí: ¿qué es y cómo nos afectará?
Existe una cierta inquietud en torno a las consecuencias que podría conllevar el despliegue de la inteligencia artificial en el mundo laboral. Sobre todo, el miedo a la pérdida de empleo. Y con muchas personas trabajando desde casa a raíz de la pandemia ocasionada por la Covid-19, el futuro parece aún más incierto.
Cada vez más a menudo escuchamos que los humanos y los empleados digitales se fusionarán en una fuerza laboral híbrida, transformando profundamente la forma en que vivimos y trabajamos. Esto provocará que millones de puestos de trabajo con una alta proporción de tareas automatizables se vayan eliminando gradualmente. Sin embargo, la Inteligencia Artificial (IA) propiciará la creación de nuevos empleos, que en muchos casos serán incluso más numerosos que los perdidos.
En un informe reciente, la consultora Gartner indica que la inteligencia artificial podría automatizar por completo el 69% del trabajo rutinario de los ejecutivos en 2024. Contrariamente a la percepción negativa y generalizada de que este hecho pondrá en riesgo su puesto de trabajo, las tareas que podrán ser desempeñadas por la IA darán más libertad a los ejecutivos para ser mejores líderes o desarrollar mejores ideas.
La Inteligencia Artificial es la combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presenten algunas capacidades similares a las del ser humano. Hace tiempo abandonó el espectro de la ciencia ficción para colarse en nuestras vidas. Y es que IDC informó recientemente de que el gasto mundial en inteligencia artificial alcanzará los 97.900 millones de dólares en 2023, más del doble del gasto en 2019.
Claves para implantar la fuerza laboral híbrida
Con este pronóstico y tanto capital invertido en la inteligencia laboral, parece importante conocer los criterios necesarios para renovar el entorno laboral.
En primer lugar, es necesario conseguir el apoyo y la colaboración de los empleados humanos. Además, hay que seleccionar el área más adecuada para que la IA realice tareas y encontrar en cada caso de uso más apropiado antes de invertir en una fuerza laboral híbrida. Por último, ser transparente y comunicativo, para que los empleados entiendan lo que ocurre en todo momento.
Implicaciones sociales, pero también éticas
Su presencia cada vez más generalizada ha propiciado la creación de un nuevo contexto en las relaciones que las personas mantienen con ellas, con implicaciones hasta ahora inexistentes desde el punto de vista ético y jurídico.
A día de hoy, algunas tecnológicas ya han tomado conciencia de la importancia de regular este ámbito. El CEO de Google, Sundar Pichai, publicó hace más de un año una declaración de intenciones por la que se iban a regir en la compañía para la investigación y desarrollo de soluciones basadas en inteligencia artificial.
En cuanto al papel de los Estados, en mayo de 2018 se presentó la Declaración de Toronto que, además de describir las responsabilidades de los actores privados en el desarrollo e implementación de la IA, también establece el deber de los gobiernos de prevenir e identificar los riesgos de estos sistemas.
Es interesante que los humanos podamos dedicarnos cada vez más a pensar, investigar, desarrollar nuestra inteligencia en lugar de realizar tareas repetitivas que pueden dejarse en manos de los robots. Las máquinas pueden funcionar las 24 horas de los 365 días del año, no duermen, no se ponen enfermas, no tienen fines de semana ni vacaciones.
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