La reflexión que explica cómo, decida lo que decida el Supremo, el cliente siempre terminará pagando
Escrita mientras los jueces estaban aún reunidos deliberando sobre a quién correspondía el pago del impuesto a las hipotecas, la columna de David Trueba para El País ha resultado ser un presagio bastante acertado de lo que estaba por venir y acabó viniendo solo unas horas después. El fallo a favor de la banca y en contra de los clientes. Titulada ‘No doy crédito’, en ella el periodista y director de cine argumenta la idea, extendida a tenor de las reacciones en redes sociales de la ciudadania, de que pase lo que pase, decida lo que decida el Supremio, el bolsillo del cliente siempre saldrá perjudicado.
“Puede que hayamos asistido al más tonto festejo de euforias y decepciones de los últimos años”, reza el subtítulo de la columna de opinión de Trueba. En la argumentación de su punto de vista sobre la primera sentencia del Supremo y su deliberación posterior sobre la misma para ver si se daba marcha atrás o no, explica cuál es el nivel en cuanto a conocimientos bancarios se refiere del “español medio”. Por contextualizad. Este, básicamente, se reduciría “a intuir que su dinero vuela siempre en una dirección contraria a la que sería ideal”.
La idea generalizada es que “en cualquier relación entre un ciudadano y la banca, todos saben que la banca gana”. En este contexto lo que ocurre básicamente es que el cliente acude al banco y confía en sus buenas intenciones, por así decirlo. Y después “con una fidelidad intachable dedicamos nuestros 25 o 30 años a cumplir con las cuotas, bajo amenazas fatales”.
Por eso no es de extrañar que, como señala Trueba, “cuando estalló el conflicto del Tribunal Supremo a raíz de las sentencias que dictaban que los bancos debían de hacerse cargo del pago de los actos judiciales derivados de las hipotecas surgió la euforia. Íbamos a ganarles una partida a los bancos”.
Nada más lejos de la realidad. No fue así y en realidad, como se explica en esta reflexión, aunque el fallo hubiese sido el contrario, al final las entidades bancarias se las habrían ingeniado para sacar el dinero que perdían por un lado de cualquier otro. “Si uno tiene la suficiente experiencia en el mercado libre ya sabe a estas alturas que tras el ridículo judicial y la corta alegría en la casa del pobre llega siempre el orden establecido”, se aventuraba a vaticinar Trueba.
Y este llegó antes de lo esperado, porque cabía la posibilidad de que el Supremo mantuviese su primera decisión y que por romper la norma, la balanza se inclinase a favor del consumidor. Pero, ¿y si hubiese sido así? Alegría para hoy, penas para mañana. Porque el colaborador de El País tiene claro que si la resolución hubiese sido la deseada por la ciudadanía, “más temprano que tarde los bancos cobrarán un suplemento en cada concesión de crédito para garantizarse que el pago de esa partida recaiga sobre el cliente y no sobre sus beneficios”.
El relato se sostiene incluso tras la decisión anunciada por Pedro Sánchez de cambiar la ley para que se revierta lo fallado por el Tribunal Supremo y que, aunque no de manera retroactiva, el cliente quede eximido de pagar el impuesto.
Una idea la expuesta por Trueba que comparten muchos usuarios en redes sociales. Aquellos que se muestran convencidos de que aunque el Supremo se hubiese ratificado en su decisión del 18 de octubre, a la larga los bancos habrían acabado por sacar ese dinero perdido por un lado de otro impuesto, tasa o cargo.
#GanaLaBanca #HipotecasSupremo
Si permanece el impuesto, el cliente está jodido porque paga.
Si el impuesto se le pasa a la banca, el cliente está jodido porque el coste de alguna forma lo acabará pagando también.
¿No será que la clave es que sobra el impuesto, no quién lo paga?— Jaime Ballesteros (@JaimeBN1987) 6 de noviembre de 2018
4) La banca, de una u otra manera, repercutiría este impuesto a los clientes (directa o indirectamente). Eso es así. Quién de verdad tenía un problema era la administración pública, las CCAA, ya que estaban en juego más de 5.000 millones de euros en devoluciones a clientes.
— Nicolás M. Sarriés (@nicolasmsarries) 6 de noviembre de 2018
Pero de verdad somos tan ingenu@s? Alguien se cree q aunque el Trib Supremo hubiese fallado a favor d los clientes no lo íbamos a pagar d una forma u otra?
Lo q preocupa es cómo se ha hecho y la desconfianza que origina esta resolución
LA BANCA SIEMPRE GANA! #hipotecasSupremo— Raquel Rodríguez (@rakirofe) 7 de noviembre de 2018