La usura hace temblar a las entidades de crédito

Históricamente, la palabra ‘usura’ ha tenido diversos significados. Desde el Concilio de Nicea I del Siglo IV hasta el Siglo de oro español, cualquier cobro de interés se consideraba usura. La usura se vio definida como un cobro excesivo de interés, con la cual el prestamista se aprovecha del prestatario. Recientemente, el Tribunal Supremo ha calificado como usurario cualquier crédito al consumo que “doblen los tipos de interés normales”, estableciendo un límite del 12,5%.

Estos años existía un crecimiento del número de contratos de crédito y la banca se estaba aprovechando de la nueva necesidad de consumo de la población. Pero las entidades tienen ahora razones de preocuparse.

En los últimos tres años, el número de préstamos al consumo ha crecido casi un 40%, con un ‘stock’ que ha alcanzado los 62.800 millones de euros en junio del 2018. Resultan muy rentables para la banca debido a sus tipos de interés excesivamente elevados, pero con el riesgo de morosidad y de demandas por usura que corrían. Y efectivamente, parece que la avaricia ha roto el saco.

El nuevo límite establecido por el Supremo deja varios tipos de préstamos como usurarios y, por ende, ilegales. Por ejemplo, para la entidad EVO Finance, un 7,25% de su cartera de préstamos pasa a ser usuraria, lo cual equivale a más de 50 millones de euros que tiene que devolver.

A partir de ahora, los nuevos créditos al consumo tendrán que seguir estas nuevas pautas. De lo contrario, la entidad prestamista se arriesga a ser demandada y tendría que devolver la totalidad del interés cobrado.

Es decir, no es que la entidad se vea forzada a reducir retroactivamente la tasa de interés al límite legal, sino que el prestatario quedará totalmente exonerado de devolverlo. Sirve como una precaución más para proteger al consumidor de la usura.

Los bancos deben atarse los machos ante la decisión del Supremo y dejar de ofrecer este tipo de contratos si no quieren perder todavía más reputación. Perderán suculentos beneficios, pero ganaremos todos.

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