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Las madres tienen casi un 50% menos de probabilidades de que les llamen para un entrevista que los padres

En igualdad de condiciones, con un currículum y una situación familiar similar, un hombre tiene más probabilidades de que le llamen para una entrevista de trabajo al enviar su currículum que una mujer. Esa es la conclusión, una de ellas, a la que ha llegado el estudio ¿Tienen las mujeres menos oportunidades de ser contratadas? realizado por tres profesores de la Universidad Pompeu Fabra que acaba de ser hecho público por el Observatorio Social de La Caixa.

Un estudio de la Universidad Pompeu Fabra asegura que las madres tienen casi un 50% menos de probabilidades de que les llamen para una entrevista de trabajo que un padre con un currículum similar o igual. (Foto: Getty Images)
Un estudio de la Universidad Pompeu Fabra asegura que las madres tienen casi un 50% menos de probabilidades de que les llamen para una entrevista de trabajo que un padre con un currículum similar o igual. (Foto: Getty Images)

Para llevar acabo su experimento, lo que hicieron fue crear un total de 5.600 currículums ficticios que presentaron a 1.372 ofertas de trabajo reales en empresas grandes y medianas de Madrid y Barcelona. En los perfiles de los candidatos inventados, de entre 37 y 39 años, había duplicados en los que solo cambiaban el sexo.

Cuando una empresa se ponía en contacto con alguno de los aspirantes al otro lado del teléfono se encontraba con alumnos o alumnas de la universidad que contestaban la llamada declinando la oferta por haber encontrado ya trabajo y que registraban el dato para su posterior análisis.

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Y lo que arrojó el estudio de la información recopilada es que los hombres fueron llamados para una entrevista personal en una proporción del 10,9% frente al 7,7% de las mujeres. “En igualdad de condiciones, la probabilidad de recibir la propuesta de una entrevista de trabajo fue un 30 % menor para las mujeres que para los hombres”, recoge la nota de prensa de La Caixa sobre la presentación de la investigación realizada este miércoles. Una diferencia que, como recoge eldiario.es, llega casi al 50% cuando se trata de mujeres con hijos frente a padres con un currículum similar o igual.

María José González, Clara Cortina y Jorge Rodríguez-Menés han explicado que las ofertas de empleo a las que postularon a sus candidatos ficticios variaban en “grado de feminización de las profesiones, la cualificación requerida y la responsabilidad del puesto en juego”. Unas variables que tienen previsto analizar más en profundidad en un futuro, pero que ya les han dejado algunas apreciaciones de consideración.

Rodríguez-Mené, en declaraciones a eldiaro.es, señala que cuando el puesto es de mayor responsabilidad la diferencia aumenta. Por su parte, González ha explicado que estudiaron dos dimensiones: “La primera es que te llaman o no te llaman, la segunda y más novedosa consiste en cómo ordenan las empresas esas llamadas, su preferencia en los candidatos”.

En ese segundo aspecto, llamó la atención de los investigadores que en algunos casos las empresas llamaron primero al hombre candidato y cuando este les dijo que ya había encontrado trabajo entonces recibió la llamada la mujer con el mismo currículum.

Con todos estos datos, María José González concluye que su experimento demostró que una madre tiene un 47% menos de probabilidades de que le llamen para una entrevistas de trabajo que un padre. El orden de preferencia de los candidatos sería, al menos para una primera llamada, “señor con hijos, al señor sin hijos, a la señora sin hijos y, por último, a la señora con hijos”.

¿Por qué prefieren a un señor con hijos en primer lugar y por último a la señora con hijos? La respuesta, dicen los autores, está en los estereotipos. Se sigue asociando que la mujer se encarga del cuidado de los niños y siempre priorizará ese aspecto de su vida sobre el trabajo mientras que un hombre con hijos transmite una imagen de responsabilidad y seriedad mayor que uno sin ellos.

“El candidato seguro se entiende que es un señor, con hijos, una persona que ha asentado cabeza, es responsable, que se encargará de proveer en el hogar y, por lo tanto, su prioridad será el trabajo ante todo”, añade González a eldiario.es.

Pese a la evidencia de esa discriminación a las madres en el plano laboral, los autores han aclarado que hay atenuantes en la “penalización de género” cuando “además de lo requerido, los aspirantes tienen conocimiento de un idioma adicional y más experiencia laboral”.