Las capitales de México y España son los mejores destinos para teletrabajar y recibir a los nómadas digitales, un grupo de teletrabajadores excéntricos que tomaba más fuerza desde hace años y que ahora generalizó la pandemia, dijo una empresa especializada en información turística.
Lo que antes era una excepción ahora se ha convertido en una de las reglas del mercado laboral: No hay que estar encerrado en una oficina para ganarse la vida. Si cumples cabalmente con sus obligaciones puedes trabajar donde mejor te plazca, siempre y cuando tengas acceso a una buena conexión de internet.
Los investigadores de la firma ETIAS publicaron una lista de las mejores capitales del mundo para teletrabajar luego de analizar factores claves como la velocidad de la banda ancha, las tasas de criminalidad y el número de espacios de coworking.
El ranking de las mejores es muy variado.
Los mejores ciudades para teletrabajar no se parecen en nada. Sólo las une que tienen buenas conexiones de wi-fi y que ofrecen facilidades migratorias temporales para los trabajadores remotos.
Madrid en la cima
El ranking de ETIAS clasificó a Madrid como la mejor ciudad para los nómadas digitales unas semanas antes de que el gobierno español anunciara los planes de permitir que los trabajadores remotos vivan temporalmente en el país sin trabas legales ni fiscales.
El proyecto estaría dirigido a los autónomos que trabajen de manera remota, siempre y cuando el 80% de sus ingresos provengan de empresas ubicadas fuera de España.
Más allá de las nuevas facilidades para impulsar comunidades de nativos digitales, hay que reconocer que España es más barato que otros países de Europa occidental como Alemania, Suiza o Francia.
Y si hablamos específicamente de Madrid, los nómadas digitales podrán trabajar en acogedores café con internet, en un sólido sistema de bibliotecas públicas que cuentan con salas especiales bien iluminadas donde es posible concentrarse durante horas en un proyecto de maneta gratuita. Pero también existen modernos lugares de coworking donde disfrutarás de servicios adicionales como impresoras, recepción de correspondencia, domicilio fiscal y la posibilidad de interactuar con otros nómadas digitales y emprendedores locales.
Y al finalizar el día laboral, los que deseen probar la experiencia madrileña podrán disfrutar de muchos días de cielo azul y sol radiante (aunque vengan en pleno invierno), tradiciones en todos los rincones, una gastronomía sabrosa y variada, barrios preciosos y gente amable.
Para vivir cómodamente y disfrutar todo lo que Madrid tiene para ofrecer en necesario tener un presupuesto de entre 1.700 y 2.000 dólares mensuales.
Ciudad de México no se queda atrás
La capital mexicana quedó en segundo lugar entre las mejores ciudades del mundo para teletrabajar. También fue de las pocas del top 10 que no se encuentra en Europa.
Cientos de nómadas digitales eligen México para instalar su “oficina” temporal porque posee una visa de turista de 180 días y también una visa exclusiva para teletrabajadores. Los costos de vida son relativamente bajos, que varían desde 500 dólares al mes para los que deseen mantener un presupuesto ajustado hasta 1.200 dólares mensuales para los que no desean escatimar.
No cabe duda que México ofrecerá un amigable hogar temporal, con una gastronomía deliciosa y unos paisajes de ensueño.
Para los que les gusta la vida agitada, Ciudad de México les vendrá como anillo al dedo. Tendrán que adaptarse al bullicio, al tránsito vehicular y a la contaminación, pero esas debilidades serán compensadas por las inmensas posibilidades de cultura y entretenimiento que ofrece la capital mexicana.
La ciudad está rodeada por lugares turísticos impresionantes como las pirámides de Teotihuacán, los canales aztecas de Xochimilco y el Templo Mayor.
Si prefieres un sitio más tranquilo cerca de la costa, una buena opción es Ciudad del Carmen, una espectacular isla de pescadores que posee buena conectividad y alojamiento más económico que en D.F.
Los amantes del turismo de aventura o ecológico se deleitarán visitando las lagunas y manglares que forman parte de la Reserva de la Biósfera de la Humanidad.
Hay ciudades para todos los gustos
La lista de ETIAS coloca a Europa como el epicentro del teletrabajo mundial, con 14 de las 25 mejores capitales para los que prefieren cambiar de ambiente para aumentar su productividad. Además de Madrid, el ranking resalta el potencial de Praga y Berlín.
Asia está representada por ciudades extraordinarias, donde se conjugan el alto desarrollo tecnológico, hipermodernos suburbios y centros comerciales y el recuerdo de su cultura ancestral.
Beijing encabeza la lista asiática y podría ser una opción para los que quieren experimentar cómo es vivir en una ciudad de 21 millones de personas, una de las más habitadas del mundo. Y aunque es innegable que todos sienten un choque cultural, los nativos de Beijing son amables con los nómadas digitales occidentales. Una clara desventaja de la capital china es que no es nada barata y necesitarás unos 2500 dólares mensuales para tener las comodidades necesarias para producir y disfrutar.
Otros destinos asiáticos atractivos según ETIAS son Singapur, Bangkok, Seúl, Yakarta y Tokio.
La inseguridad, las visas problemáticas y las malas conexiones dejaron a Latinoamérica fuera de la lista. Además de Ciudad de México, la única capital recomendada para los que deseen teletrabajar en la parte hispana del continente americano es Santiago de Chile.
El deseo de no echar raíces
Los defensores del nomadismo piensan que vale la pena intentarlo.
El autor Jacques Attali, en su libro El Hombre Nómada, asegura que fueron los nómadas los que inventaron lo esencial en la evolución de la humanidad: el dominio del fuego, la caza, las lenguas, la agricultura, la cría de animales, el calzado, el vestido, las herramientas, los ritos, el arte, la pintura, la escultura, la música, el cálculo, la rueda, la escritura, la ley, el mercado, la cerámica, la metalurgia, la equitación, el timón, la marina, Dios, la democracia.
A su juicio, a las culturas sedentarias como los griegos y romanos les quedó la invención del Estado, los impuesto, las prisiones, el ahorro, el fusil y de la pólvora. Quizá la posición de Attali sea algo extrema pero definitivamente invita a reflexionar.
Convertirse en un nómada digital requerirá un alto sentido de la independencia, una gran planificación, un trabajo autónomo que puedas hacer desde un ordenador portátil, flexibilidad, una gran capacidad de adaptación y la paciencia para transitar exigencias burocráticas como visas, contratos temporales de alquiler y seguros médicos internacionales.
Si deseas intentarlo, ya sabes por donde empezar.
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