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Lastrado por provisiones, Santander ve caer 59% su beneficio 2012

Pese a buenos resultados en Latinoamérica, donde obtuvo la mitad de sus ganancias, el banco Santander registró en 2012 una caída de beneficios del 59% debido a las fuertes provisiones que debió realizar para protegerse del siniestrado sector inmobiliario español.

Pese a buenos resultados en Latinoamérica, donde obtuvo la mitad de sus ganancias, el banco Santander registró en 2012 una caída de beneficios del 59% inducida por las fuertes provisiones que debió realizar para protegerse del siniestrado sector inmobiliario español.

Con un beneficio neto de 2.205 millones de euros (unos 3.000 millones de dólares), Santander, primer banco de la Eurozona por capitalización, registró su segundo año consecutivo de caídas como consecuencia de un saneamiento que en 2011 contribuyó a que sus ganancias retrocedieran un 35%, a 5.351 millones de euros.

La entidad reconoció que, un año más, su diversificación geográfica fue "clave para entender la resistencia de los resultados del grupo en un entorno tan complejo en Europa".

Así, con 4.305 millones de euros de beneficio, los negocios del banco en Latinoamérica aportaron en 2012 el 50% de sus ganancias.

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Sólo Brasil fue responsable del 26%. México y Chile representaron respectivamente el 12% y el 6%.

"Confío totalmente en Brasil", afirmó Emilio Botín, presidente de la entidad, en la presentación de resultados.

"Es y seguirá siendo el país de referencia de Latinoamérica. Y está llamado a ser una de las economías líderes del mundo", afirmó, en desacuerdo con los que dudan de sus perspectivas de crecimiento para este año.

El peso de América Latina en los resultados del grupo fue sin embargo algo inferior a 2011 (51%), cuando por primera vez superó la mitad del beneficio.

El descenso, de un 8%, se debió a la venta de sus filiales colombianas a la chilena Corpbanca, una desinversión cuya plusvalía estuvo destinada a cubrir parcialmente los saneamientos sobre activos en España.

El banco recordó asimismo que a finales de septiembre colocó en bolsa el 24,9% de su filial en México, operación que ascendió a 3.200 millones de euros.

"Seguimos invirtiendo en México en proyectos comerciales y vamos a abrir 200 oficinas en los próximos dos años", aseguró Botín, considerando que las perspectivas del país "son muy favorables".

El punto débil de Santander fue así de nuevo su exposición a los activos tóxicos del sector inmobiliario español. Sin contar los 18.800 millones de euros de provisiones en 2012, el beneficio del banco habría aumentado un 2%, a 23.559 millones de euros, subrayó.

El sector bancario español se vio duramente sacudido por el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, que provocó un fuerte incremento de los créditos de dudoso reembolso, además de cargar a las entidades con inmuebles y terrenos confiscados en un mercado muy devaluado.

Ante esta situación, el Gobierno español ordenó a los bancos del país, beneficiarios de una ayuda europea de hasta 100.000 millones de euros, limpiar de una vez por todas sus balances, lo que debía llevarles a más de 80.000 millones de euros de provisiones.

Sin embargo, para Santander, que ya cubrió las exigencias impuestas en 2012 y emprendió una "agresiva política de venta de inmuebles", el pasado debería ser el último año lastrado por este esfuerzo.

"En 2013 veremos un fuerte aumento de resultados, una vez terminados los saneamientos especiales", aseguró Botín, que también se mostró optimista para el conjunto del sector, a quien vaticinó "un cambio de ciclo" de la mano de la próxima unión bancaria europea y las reformas realizadas en España.

"Creo que estamos entrando en una nueva fase y la recuperación será más evidente en 2014", afirmó.

De momento, en 2012 la tasa global de morosidad del banco siguió creciendo, para situarse en el 4,54%, frente al 3,89% un año antes.

En España, ese porcentaje fue más elevado (6,74% frente a 5,49%) pero inferior en más de cuatro puntos a la media de la banca del país, subrayó el grupo. La mora subió también en América Latina, al 5,42% frente al 4,32% en 2011.