Yahoo Finanzas Le condenan a cadena perpetua tras delatarle su propio reloj inteligente
A día de hoy utilizamos infinidad de dispositivos electrónicos que hacen uso y recopilan una interminable cantidad de información que, en la mayoría de ocasiones, desconocemos. Y si no que se lo pregunten a Mark ‘Iceman‘ Fellows, un asesino a sueldo que ha sido declarado culpable de dos homicidios tras ser descubierto por la policía gracias a los datos almacenados en su reloj inteligente.
Los hechos se remontan a 2015 en un ajuste de cuentas entre dos bandas de Salford, Manchester. Paul Massey, un carismático líder de una de las bandas, fue la primera víctima recibiendo una gran cantidad de disparos la tarde del 26 de julio del 2015 cuando salía de su vehículo. Las investigaciones se enfriaron tras no encontrar pruebas, pero en 2018, la muerte de un amigo de Massey volvió a reactivar la investigación, y aunque todo apuntaba a Fellows, faltaban pruebas que lo relacionaran con los sucesos.
El reloj deportivo le delató
La policía tenía la sospecha de que el asesino se desplazó en bicicleta en algunos tramos, pero no tenían la información suficiente, hasta que se toparon con una fotografía que ayudaría a desvelar el caso. Mark Fellows es un asiduo corredor, y como buen runner, dispone de un reloj inteligente con el que gestionar todas sus carreras. La policía descubrió una fotografía en la que se veía a Fellows disputar la Great Manchester Run, una instantánea donde se veía al presunto asesino llevar un reloj de Garmin Forerunner en su muñeca.
Las autoridades no dudaron en comprobar los datos almacenados en el reloj y en la cuenta de usuario realizando una redada en el piso, descubriendo que Fellows estuvo en las proximidades de la casa de Massey días antes del asesinato, algo que los fiscales han descrito como una “misión de reconocimiento”. Durante el juicio, un experto en datos GPS ha añadido que, además de los datos de posicionamiento, el reloj es capaz de ofrecer información como la velocidad de desplazamiento, detalles que sirven para aclarar que Fellows se desplazó en determinadas zonas en bicicleta al alcanzar los 19 kilómetros hora en algunos tramos.
La web de runners, Runner’s World, ha intentado cotejar los detalles compartidos por la policía en algunos servicios datos deportivos como Strava o la propia plataforma de Garmin, pero no han llegado a encontrar ningún perfil público que coincida con la ruta realizada por Fellows durante esos días del homicidio.
Estos datos almacenados en el reloj han llegado a ser una parte tan importante del juicio que han sido la llave final con la que han sentenciado el caso. Conocido por su milimétrico control de los hechos, parece que a Fellows se le escapó el detalle más importante que podría ir en su contra. Su propio reloj.
