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Linkinfood, el ‘BlaBlaCar’ del táper con comida casera

A un lado, cocineros no profesionales a los que les sobra comida hecha por ellos mismos. Al otro, comensales sin tiempo para cocinar. Y entre ambos, para ponerles en contacto, Linkinfood, una página web que vio la luz este verano y que poco a poco se está haciendo un hueco con un principio de economía colaborativa que les funciona. Su aspiración según su fundador, Darío Carrasco, es convertirse en “el BlaBlacar del táper”, como ha reconocido en una entrevista a EFE recogida por La Vanguardia.

Linkinfood comenzó a andar en verano y cuenta con 2.000 cocineros no profesionales que ofrecen sus comidas caseras a quienes no tienen tiempo de cocinar. (Foto: Captura de la web de Linkinfood)
Linkinfood comenzó a andar en verano y cuenta con 2.000 cocineros no profesionales que ofrecen sus comidas caseras a quienes no tienen tiempo de cocinar. (Foto: Captura de la web de Linkinfood)

Si se entra en su web se puede apreciar la variedad de tipos de comida a los que se puede acceder. De todo el mundo, pero también para todo el mundo, porque se puede encontrar recién hecha, para celíacos, vegana, congelada… Desde que diese sus primeros pasos en julio de este año, ya suma 2.000 cocineros que se han animado a participar. Era el objetivo que se habían marcado.

Aunque en realidad el germen de Linkinfood se remonta a algunos años atrás, cuando Carrasco era estudiante. Quería comer casero, pero no tenía ni tiempo ni presupuesto. Así que recurrió al buzoneo con un anuncio en el que buscaba a alguien le vendiese táperes con comida. Dos mujeres contestaron.

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De esa idea que convirtió también en web como proyecto para clase, años más tarde y con la ayuda de su mujer y desarrolladores indios, ha creado una plataforma que aspira, según sus palabras, a seguir los pasos de la popular BlaBlaCar. “A ellos les sobra un asiento y a nosotros un táper”, explica.

Con pocos meses de rodaje, aún quedan cosas que pulir, como un sistema de reparto a domicilio para que ni cocineros ni comensales tengan que desplazarse a buscar o llevar la comida.

La razón de ser de Linkinfood y su filosofía se explica en su propia web, que se define a sí misma como “una Plataforma social que pone en contacto a personas que cocinan y suelen hacer bastante comida y a personas que necesitan o quieren disfrutar de comida casera pero no cocinan por diversos motivos”.

Lo que pretende esta plataforma es facilitarles un espacio de comunicación de forma que todos se beneficien. “Los Cociner@s dan salida a su comida y comparten los gastos derivados de su cocinado, y los Usuari@s disfrutan de comida casera de una forma rápida y económica”, explican.

Con motivo de su lanzamiento en verano y en una entrevista con El Economista, Carrasco explicaba que cada cocinero pone el precio a su comida, pero sin sobrepasar los 3 euros de máximo por táper que marca la empresa. Lo pedidos se pueden hacer a través de la web o descargándose la aplicación para teléfonos móviles.

En un país como España en el que según datos recientes de la FAO (la Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y la Agricultura) los hogares tiraron a la basura 1.229 millones de kilos de comida que aún podía ser consumida durante el último año, una plataforma como esta puede ser una buena forma de paliar los efectos del despilfarro de alimentos.