Los 5 tipos de jefes que hacen de tu trabajo una pesadilla y cómo lidiar con ellos
Experto dice que para saber manejar a los jefes molestos debes identificar de qué tipo son
Los identifica según como “el amolador”, “el fantasma”, “el narcisista”, “el que quiere ser tu mejor amigo” y “el volcán”.
Tres cuartas partes de los trabajadores en EEUU deciden quedarse con un mal jefe porque necesitan el salario
Una encuesta identificó al menos cinco tipos de personas con las que resulta “difícil” lidiar a diario en el ámbito laboral. Para muchos puede resultar desalentador no poder escapar de estas personas, especialmente si son colegas, pero, ¿qué pasa si es tu jefe?
“Tener que trabajar con gente frustrante es simplemente parte de la vida. Pero tampoco tienes que sonreír y soportar el estrés como si no tuvieras otra opción”, aconseja la autora Amy Gallo en CNBC, y dice que es “fundamental” saber exactamente con qué tipo de persona estás tratando.
Ese, dice, es el primer paso para manejar de manera efectiva tanto a colegas del trabajo como a los jefes “molestos”, especialmente aquellos que te hacen considerar renunciar a tu puesto.
Según la encuesta del sitio de asesoramiento laboral Resume Lab, tres cuartas partes de los trabajadores en Estados Unidos deciden quedarse con un mal jefe porque necesitan el salario: alrededor del 62% dijo que lo motivaban sus colegas, el 59% no quería perder los beneficios y el 53% dijo que no podía encontrar un mejor trabajo en otro lugar.
Tom Gimbel, experto en cultura laboral y director ejecutivo de la agencia de empleo con sede en Chicago LaSalle Network, cree que existen siete tipos de jefes, y cinco de ellos pueden hacer que tu vida sea una pesadilla en el trabajo.
En otro artículo de CNBC, Gimbel reseña una serie de consejos sobre cómo gestionar de forma correcta las relaciones con estos tipos de jefe, a los que clasificó en las siguientes categorías: “el amolador”, “el fantasma”, “el narcisista”, “el que quiere ser tu mejor amigo” y “el volcán”.
El jefe amolador o molinillo
Gimbel dice que este tipo de líderes es el más común, trabaja muy duro y espera que te desempeñes a su mismo nivel, incluso si esa es una idea poco realista. Aunque te esfuerces, nunca creen que estás a su altura y puede que piensen que no trabajas lo suficiente.
“La clave para trabajar con ellos es discutir abiertamente lo que quieren que logres, ya sea a diario, semanalmente o mensualmente, y crear una lista definida de tareas que puedes tachar a medida que avanzas”, dice Gimbel.
Incluso si no puedes completar todas las tareas en la cantidad de tiempo que esperan, mostrarles que estás trabajando en su lista suele ser efectivo “para apaciguarlos”.
El jefe fantasma
Es el segundo tipo de jefe más común. Suele adoptar un enfoque extremo de “no intervención”, ya que no realiza un seguimiento del trabajo de su equipo y no está disponible cuando su equipo necesita ayuda, dice Gimbel.
Aquí la estrategia que mejor funciona es mantenerles actualizados regularmente sobre tu trabajo y hacer preguntas cada vez que necesites ayuda.
“Si no responde, dirígete a otro gerente o a un empleado de alto nivel de su equipo. Luego, mantén un registro en papel que muestre que has estado pidiendo su ayuda y actualizándolos”.
El jefe narcisista
Los jefes narcisistas toman decisiones de acuerdo con sus propios deseos y necesidades, y no tienen en cuenta a las personas que los rodean en el trabajo, dice Gimbel. También les encantan los halagos…. Y, por tal razón, esa es precisamente la clave para lidiar con ellos.
Será esencial felicitarles por sus propuestas e ideas, incluso si estas no te parecen correctas. Después del cumplido, puedes pasar a plantear una alternativa que consideres mejor, o pedirles que proyecten la orden de una manera más clara.
“‘Eso suena como una buena idea. ¿Puedes explicar cómo funcionaría si surge este problema?’ o ‘Me gusta la idea. ¿Cómo podemos obtener suficientes recursos para ejecutarlo?’”, ejemplifica Gimbel.
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El que quiere ser tu mejor amigo
El cuarto jefe más común representa un desafío para el trabajo en equipo porque, no solo traerá mucha distracción sobre la mesa, sino que también priorizará su relación interpersonal con los empleados antes que los objetivos.
Incluso si eso significa liderar mal al equipo, el jefe “BFF” socializará más y no hará el trabajo real. La solución aquí puede ser incómoda: hay que “trazar un límite” con ellos que les permita recordar que está por encima de ti en la jerarquía corporativa.
“Encuentra una manera de transmitir respetuosamente que necesitas hacer algo de trabajo. Eso podría sonar como: ‘Fue genial charlar. Tengo que terminar un trabajo antes del final del día, así que te veré más tarde’”, recomienda el experto.
El jefe volcán
Gimbel dice que un jefe de volcán comienza como un jefe fantasma, sin dar instrucciones a su equipo porque simplemente no están allí para evaluar el trabajo que se está realizando. Pero luego, estallan con sus empleados cuando una tarea no está a la altura de sus estándares.
Incluso cuando la culpa es de su falta de liderazgo, este tipo de jefe suele culpar y señalar con el dedo a sus subordinados.
Gimbel recomienda usar una estrategia similar a la de trabajar para un jefe fantasma: actualízales sobre tu trabajo, comunícate con preguntas y, lo que es más importante, documenta todo lo que demuestre que hiciste un esfuerzo por pedir ayuda.
¿Eres uno de ellos?
Si estás al frente de un negocio, es fundamental que consultes a tus colegas y subordinados sus opiniones sobre tu gestión, tal vez incluso en forma de encuesta anónima.
El experto recomienda hacer preguntas como: “¿Qué tan involucrado estoy en el trabajo? ¿Sientes que estoy demasiado involucrado o que no estoy lo suficientemente involucrado? y ¿Cómo afecta mi nivel de participación al trabajo que haces?”.
“El verdadero problema con las personas es que no se dan cuenta o no les importa, por lo que no buscan solucionarlo”, dice Gimbel.