Anuncios
U.S. markets closed
  • S&P 500

    5,254.35
    +5.86 (+0.11%)
     
  • Dow Jones

    39,807.37
    +47.29 (+0.12%)
     
  • Nasdaq

    16,379.46
    -20.06 (-0.12%)
     
  • Russell 2000

    2,124.55
    +10.20 (+0.48%)
     
  • Petróleo

    83.11
    -0.06 (-0.07%)
     
  • Oro

    2,254.80
    +16.40 (+0.73%)
     
  • Plata

    25.10
    +0.18 (+0.74%)
     
  • dólar/euro

    1.0781
    -0.0013 (-0.12%)
     
  • Bono a 10 años

    4.2060
    +0.0100 (+0.24%)
     
  • dólar/libra

    1.2624
    +0.0002 (+0.01%)
     
  • yen/dólar

    151.3770
    +0.0050 (+0.00%)
     
  • Bitcoin USD

    70,297.67
    -15.04 (-0.02%)
     
  • CMC Crypto 200

    885.54
    0.00 (0.00%)
     
  • FTSE 100

    7,952.62
    +20.64 (+0.26%)
     
  • Nikkei 225

    40,369.44
    +201.37 (+0.50%)
     

Los miles de millones de dólares que mueve el negocio de las armas en EEUU

La masacre que acaba de tener lugar en Las Vegas ha vuelto a colocar encima de la mesa el polémico tema de la tenencia de armas de fuego en Estados Unidos, un tópico extremadamente anclado en la mentalidad de los estadounidenses.

Cuando la existencia en las calles del país de más de 310 millones de armas de fuego no ha sido capaz de conmover a la opinión pública nacional como para exigir que se tomen medidas para evitar más muertes, vale la pena detenerse en los intereses que dominan a esta poderosa industria y en los lobbys de presión, cohiben y coaccionan a quienes deben generar y aprobar mejores leyes para el país.

Armería en Carolina del Norte (AP Photo/Allen Breed, File)
Armería en Carolina del Norte (AP Photo/Allen Breed, File)

Estados Unidos es un país de récord. Esta semana, la lluvia de plomo que cayó sobre una explanada para conciertos en Las Vegas se convirtió en el incidente con armas de fuego que más muertes ha provocado, con 59 inocentes a su haber, además del propio tirador, quien se quitó la vida antes de ser cazado por las fuerzas del orden.

PUBLICIDAD

La barbarie de Las Vegas ha relegado a lugares secundarios al tiroteo que el año pasado acabó con la vida de 49 personas en el club Pulse de Orlando, y al que tuvo lugar en 2007 en Blacksburg, en la Universidad Virginia Tech, con 32 fallecidos (repaso a los tiroteos más graves en la historia de EEUU).

De acuerdo con la Campaña Brady, cada año en este país mueren unas 33.880 personas por disparos de armas de fuego, nada menos que un promedio de 93 fallecidos al día, lo que representa una cifra faraónica y obviamente de récord para un país en tiempos de paz.

Como si esto no fuera suficiente, igualmente cada día unas 222 personas resultan heridas por disparos y sobreviven para poder contarlo.

Sin embargo, a pesar de los muertos, la historia sigue siendo la misma. Además de exportarlas, Estados Unidos produce para el “autoconsumo” una cantidad inimaginable de armas al año.

Las cifras del negocio de las armas

Las armas son un gran negocio. Los estadounidenses compran entre 15 y 16 millones de armas al año, estima Rommel Dionisio, director gerente de Aegis capital y un experto en la industria de las armas. Según las investigaciones de IBISWorld, las tiendas de armas y municiones lograron unos ingresos de 8.600 millones de dólares en 2016.

Las cifras de las cuatro grandes compañías productoras son impresionantes.

Cada año, Sturm Ruger (RGR) reporta la fabricación de 1,64 millones de armas de fuego, para unas ventas de 551 millones de dólares.

Por su parte, Remington Outdoor produce 1,47 millones de unidades, generando una cifra de 939 millones de dólares; mientras que Smith and Wesson saca a la venta 1,31 millones de armas, lo que le genera una productividad de 552 millones de dólares anuales. Por último, Glock produce unas 794.000 armas y sus ventas llegan a los 400 millones de dólares.

De manera que es mucho el dinero que corre por encima de este gigantesco mercado que responde, entre tantos otros elementos, a un culto al arma y a la autodefensa muy arraigado en el país desde su fundación, un sentimiento del cual la Asociación Nacional del Rifle (NRA) es deudor.

Más ventas

Sucesos como el que acaban de ocurrir en Las Vegas, lejos de provocar una reacción en contra, propician además el incremento de las ventas. En otras palabras: la reacción de los estadounidenses tras las masacres es armarse hasta los dientes, en vez de regular la posesión de armas.

Las ventas de armas se dispararon en un 62% en diciembre de 2015, después de la masacre de San Bernardino y los ataques terroristas de noviembre en París.

Y las ventas se incrementaron durante varios meses después del ataque de 2016 a la discoteca Pulse en Orlando, subiendo un 20% en junio, julio y agosto el 2016.

Movimientos en bolsa

Las acciones de los fabricantes de armas se han disparado esta semana en la Bolsa de Valores.

Las acciones de la firma American Outdoor Brands (AOBC), que engloba a un histórico como Smith and Wesson, subieron este lunes un 3,70% en el mercado Nasdaq, luego de haber pasado los primeros nueve meses del año con pérdidas de un 25% de su valor.

Con una valoración bursátil de 853 millones de dólares, American Outdoor Brands facturó en el último trimestre unos 129 millones de dólares.

En paralelo, los títulos de Sturm Ruger & Company se disparaban un 4,26 % en la Bolsa de Nueva York (NYSE), igualmente tras una depreciación de casi un 7 % a lo largo de 2017. Valorada en 950 millones de dólares, esta compañía superó los 130 millones de dólares en lo que va de año.

Por último, las acciones del fabricante de municiones Olin Corp (OLN) subieron un 6.60%.

Las acciones del fabricante de municiones Olin Corp se dispararon el lunes tras conocerse la noticia de la masacre en Las Vegas. Gráfico: yahoo Finanzas.
Las acciones del fabricante de municiones Olin Corp se dispararon el lunes tras conocerse la noticia de la masacre en Las Vegas. Gráfico: yahoo Finanzas.

Esta suele ser, tras cada masacre, la reacción del mercado ante el temor de que se implementen mayores regulaciones a los armamentos que circulan por nuestras calles.

Mientras apenas empiezan a ser entregados a los familiares los cuerpos de los fallecidos en la masacre de Las Vegas, y cuando algunas voces se alzan por un mayor control de las ventas de armas de fuego, el mercado mira hacia otra parte y muestra indicios de muy buena salud.

Como sucede en estos casos, el duelo no llega a las fábricas. Sustentada por leyes extremadamente laxas en el país más poderoso del planeta, la producción de armas de fuego de seguro continuará, hasta que se produzca un nuevo tiroteo.