Mammana vuelve a sentirse importante en River: de la consistencia perdida en Europa a ser el nuevo faro defensivo para Gallardo

Cuando todo parecía indicar que Marcelo Gallardo iba a poder repetir los cuatro nombres de la defensa en el partido contra Newell’s, la lesión de Paulo Díaz volvió a ponerle un obstáculo en el camino: el defensor chileno sufrió una sobrecarga en el cuádriceps izquierdo y quedó al margen del juego. Entró Javier Pinola, marcó un gol y rindió, pero el DT ya tuvo que confeccionar 14 líneas de fondo diferentes en los 16 partidos del semestre. Pese a eso, River ha sumado 12 de los últimos 15 puntos en la Liga Profesional y empieza a encontrar respuestas individuales positivas para potenciar el buscado engranaje colectivo. Y una de las grandes apariciones es la de Emanuel Mammana. Con tiempo, paciencia y continuidad, empieza a mostrar nuevamente lo que supo ser.

Su salida anticipada a falta de 15 minutos para el cierre del juego del sábado en el Monumental encendió las alarmas, pero el inicio de la semana llevó tranquilidad: salió por precaución tras un dolor en la rodilla izquierda por un mal movimiento, pero ya se entrenó con normalidad y podrá ser de la partida este miércoles ante Arsenal en Sarandí. Para Gallardo hoy es una pieza clave: después de empezar a darle rodaje como lateral derecho, fue titular en los últimos cinco partidos como primer marcador central. Jugó con David Martínez, Paulo Díaz y Pinola. Y su nivel solo ha crecido.

El sábado pasado, ante Newell’s, el defensor de 26 años ganó los tres duelos de pelota que tuvo, completó 46 de 48 pases (96% de efectividad) para ser el jugador más preciso del equipo, acertó siete de los ocho balones largos que jugó y tuvo un gran cierre en el primer tiempo con el partido 0-0 al bloquear un remate de Guillermo Balzi tras una pelota que perdió Juanfer Quintero en una jugada en la que el equipo quedó expuesto. Números en alza para un defensor técnico, firme y pensante.

“Al principio a todos nos cuesta. Es una adaptación que, a pesar de que yo conozco el club, necesitaba. Es un tiempo, son partidos, es ir jugando. Con tal de jugar con esta camiseta, en el lugar que me toque lo voy a hacer. Por suerte en el último tiempo estoy jugando en mi posición y estoy con más confianza. Trato de dejar todo en cada partido y seguir ganando mi lugar”, comentó Mammana tras el triunfo 4-1 sobre la Lepra.

A lo largo del año, acumula 17 partidos jugados (14 de titular) con 1.157 minutos y un gol. De esos 14 juegos en el once inicial, en la mitad fue reemplazado y pudo completar los 90′ ante Platense (2-1) y Alianza Lima (8-1) en la primera parte del año y contra Lanús (2-1), Gimnasia (1-0), Aldosivi (3-0), Sarmiento (1-2) e Independiente (1-0) en el actual semestre.

No es casual: el cuerpo técnico decidió llevarlo de a poco, con un proceso lógico de readaptación al fútbol argentino y de reacondicionamiento físico para un futbolista que sufrió lesiones graves en su periplo por el fútbol europeo y que no tuvo la continuidad que marcaba su gran proyección. Es que, además de varios problemas musculares, en marzo de 2018 sufrió la rotura de los ligamentos y los meniscos de su rodilla izquierda que le impidió ir al Mundial con la selección argentina y en octubre de 2019 sufrió una rotura parcial del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda.

Así, antes de volver al Millonario, a lo largo de 2021 solo había podido jugar ocho partidos (dos de titular) en Sochi, acumulando únicamente 154 minutos. Y sus números en las últimas cinco temporadas en Rusia no habían sido muy consistentes: sumó 71 juegos (58 de titular), promediando 14 por temporada. Previamente, desde su debut en 2014 hasta su partida en julio de 2016 por 8,5 millones de euros a Lyon de Francia, jugó 36 partidos oficiales en River, marcó dos goles y ganó cuatro títulos. Y luego, tras una temporada en la Ligue 1, emigró en julio de 2017 por 16 millones de euros a Zenit, club con el que finalmente rescindió su contrato con seis meses de anticipación para retornar al país.

“En mi vida he pasado muchos momentos duros, cuando me fui tuve también lesiones duras. En un momento empecé a pensar en la familia, en mí y en decir que tenía que empezar a jugar, a sentir la felicidad que tenía cuando estaba en River. Lo pensamos con la familia. Cuando empezaron a llegar ofertas, le dije a mi representante que buscara la posibilidad de venir a River y gracias a Dios se dio. Le pedí que rechace todas las otras ofertas, algunas mucho más altas. Mi cabeza era estar acá y vestir esta camiseta”, declaró Mammana.

Hoy, el pibe de Merlo que fue campeón Sub-17 y Sub-20 con Argentina y que es el segundo jugador en la historia en debutar con la selección mayor sin haberlo hecho previamente de manera oficial en su club (el anterior fue Javier Mascherano), vuelve a ser feliz en su casa y con su gente. Y River, ansiado de respuestas en la línea defensiva, disfruta el regreso de uno de sus hijos pródigos.