Ante la prensa internacional, el ministro de Economía de Argentina y candidato presidencial, Sergio Massa, dio la primera señal fuerte de lo que será su gestión si finalmente gana las elecciones presidenciales: se termina el déficit primario fiscal. Desde 2024, apunta a tener un superávit antes del pago de intereses de la deuda pública equivalente a 1% del Producto Interno Bruto (PIB).
Para eso, el Congreso tratará la Separata del Presupuesto 2024 en la que se detalla el gasto tributario; es decir, el candidato de Unión por la Patria apuesta a cobrar más impuestos, no solo para compensar en las cuentas públicas las rebajas de Ganancias y el programa Compra Sin IVA, sino también para finalmente eliminar una de las principales razones de la inflación.
La exención del pago del Impuesto a los Bienes Personales por la propiedad de inmuebles rurales es un número puesto para levantar. El secretario de Hacienda, Raúl Rigo, calculó que podrían cobrar por este concepto el año que viene unos $1,690,885 millones (4,830 millones de dólares), equivalente a 0.48% del Producto o "la mitad de los planes sociales", dicen en Unión por la Patria. Son más de 600 argentinos los que no tributan por sus campos.
El proyecto de ley de Presupuesto 2024 establece un déficit primario de 0.9% del PIB, en línea con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Y la Separata, incluida como anexo en el mensaje del Ministerio de Economía al Congreso de la Nación, detalla todos los beneficios impositivos, exenciones y regímenes de promoción a empresas, sectores y consumidores que le restan recaudación por un 4.72% del PIB.
Puntualmente, el total de gastos tributarios para 2024 se estima en 2.34% del PIB, que se agrupa en dos componentes principales: los derivados de normas impositivas (1.73 puntos) y los derivados de regímenes de promoción económica (otros 0.61 puntos). Mientras tanto, hay beneficios impositivos con impacto presupuestario por 2.38% del Producto.
Dos ejemplos claros son la exención del impuesto a las Ganancias para jueces y el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego, aunque su tratamiento podría desatar un terremoto político de cara al balotaje
Algunos reclamos históricos apuntan a la exención de Ganancias para jueces, que significa menores ingresos por o 0.16% del PIB y, según Economía, "influye negativamente en la equidad, igualdad y progresividad" con relación al resto de los contribuyentes asalariados.
Los economistas señalan también al régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego, por el que se escaparían un 0.33% del PIB. Políticamente, ambos casos detonarían un terremoto que Massa preferiría evitar.
Técnicamente, al no tratarse de una suba ni creación de impuestos, este ajuste fiscal por el lado de los ingresos no necesita de la aprobación del Congreso, aunque políticamente fortalecería la propuesta de Sergio Massa.