Mendoza: un andinista estadounidense falleció cuando escalaba el Cerro Aconcagua

MENDOZA.- Una nueva víctima mortal enluta la temporada en el Aconcagua, en menos de 24 horas. De esta manera, ya son dos los fallecimientos desde que arrancaron los ascensos, a fines del 2022. Así, este fin de semana, tras el deceso de un andinista noruego, ocurrido el sábado, se registró este domingo la pérdida de otro deportista, de origen estadounidense.

Se trata de John Michael Magness, de 58 años, quien presentó serios problemas de salud durante la subida del cerro, a más de 6300 metros sobre el nivel del mar (msnm) por lo que los agentes de la Patrulla de Rescate tuvieron que bajarlo hasta el campamento Nido de Cóndores con oxígeno, pero no logró resistir. Horas más tarde, se realizó un operativo en helicóptero para retirar el cadáver del lugar, a unos 5500 msnm, y llevarlo hasta la zona de Horcones.

“El hecho ocurrió cuando el andinista sufrió una descompensación. Desde el campamento Independencia lo venían asistiendo y bajando con oxígeno, pero falleció”, indicaron desde el Ministerio de Seguridad provincial.

El caso, que tiene seguimiento en la jurisdicción de la Comisaría 23 de Luján de Cuyo, fue notificado inicialmente a la fiscalía de turno y a las autoridades de Policía Científica y Turística, quienes actuaron al tomar conocimiento del hecho.

Es el segundo deceso que se produce en el Techo de América desde que arrancó la temporada de ascensos en diciembre pasado. Las tragedias se dieron este fin de semana. De hecho, el sábado un andinista de origen noruego se convirtió en la primera víctima. El hombre sufrió una descompensación cuando se encontraba en el sector denominado La Cueva, a 6500 msnm. El deportista, identificado como Moi Oystein, se encontraba junto a un grupo de escaladores que iban camino a la cumbre.

En tanto, la semana anterior, dos andinistas extranjeros fueron internados en grave estado tras accidentarse en el Aconcagua: un británico de 32 años y un francés de 55 años que fueron internados luego de caer varios metros en Nido de Cóndores.

Para esta temporada, según explican desde el Ejecutivo provincial a LA NACION, el servicio médico se encuentra trabajando a pleno, luego de controversias con las licitaciones, y se espera volver a los niveles de visitas prepandemia, por lo que estiman ascenderán el Aconcagua, a 6961 metros de altura, alrededor de 4000 personas. Así, más allá de los requisitos para acceder al Parque, con seguro médico para los extranjeros, se encuentra activo el “sistema de emergencia preventivo”.

Tras la pandemia, la temporada 2022 volvió con todo y fue una advertencia de lo que podía pasar en esta oportunidad, sobre todo por el apuro y la desesperación de los andinistas por hacer cumbre, además de la baja preparación de algunos visitantes. Así, bajo ese contexto adverso, durante el año pasado hubo 1700 ascensos y unas 170 evacuaciones, con el trágico reporte de dos fallecimientos, a pocos metros de la cima, cuando la tendencia en las últimas temporadas marcaba una reducción de los decesos. De hecho, en 2019, luego de casi tres décadas, no se registró ninguno en la montaña más alta del continente americano.

En ese sentido, el alerta estaba puesto en optimizar todas las prestaciones para este 2023, algo que no logró subsanarse de raíz, ya que hubo controvertidas licitaciones con el servicio médico, que ya está operativo, pero con importantes cuestionamientos.

“Más allá de los seguros y los guías, algunos sin un acompañamiento continuo, hay esfuerzos que hacen las personas mayores a los que hay que prestar más atención y debe haber más controles. Por ejemplo, un apto cardiovascular para entrar al Aconcagua; es una medida preventiva importante. Incluso se pueden establecer más días de aclimatación. La realidad es que la montaña les ha dado un revés en menos de un día. No todo se está haciendo tan bien como dicen las autoridades. Están trabajando con menos médicos especializados y menos presupuesto, y hay que estar alertas ahora porque empieza la temporada baja con muchos europeos y orientales. Hoy, hay un retroceso en el Aconcagua, hace falta médicos que patrullen el cerro”, alertó a LA NACIÓN una alta fuente del sector del andinismo mendocino.

Ahora, la temporada actual empieza a entrar en la recta final, a la que se debe prestar mayor atención por la cantidad de personas que se espera que ingresen en los próximos días. La fecha de finalización de los ascensos está estipulada para el 15 de febrero, por lo que el ingreso para realizar esta actividad se permitió por dos meses y medio, con inicio a comienzos de diciembre.

En el frente de la atención integral ante las emergencias hay guardaparques, patrulla de rescate, porteadores, campamenteros, guías de montaña, médicos y un helicóptero. Sin embargo, cada temporada surgen reclamos de los diversos sectores para que la prestación esté a la altura de la demanda de los visitantes, bajo las mejores condiciones posibles.

Subir el Aconcagua es uno de los atractivos mundiales para miles de montañistas, ya que buscan el objetivo de llegar a los casi 7000 metros de altura, además de ser un incentivo previo para ir por más: los 8800 metros del Himalaya. Por eso, tras la pandemia el interés por el Coloso de América creció de manera exponencial, por lo que en esta temporada se espera alcanzar niveles récord.