El creciente mercado de la leche materna en las redes sociales
Ya sabemos que la leche materna puede proteger al bebé contra el rotavirus, pero lo que todavía causa polémica es que se comercialice con ella.
Esto es lo que está ocurriendo en la ciudad de San Francisco, California, donde no pocas madres, conscientes de que su producción excede la demanda de su bebé, optan por extraerse la leche y congelarla, para luego poder venderla.
Lo más novedoso es que, para su comercialización, todas se valen de una página de Facebook.
Que tengan demasiada leche es una razón de peso. Que pretendan suplir las carencias reales evidenciadas por los bancos de donantes, también justifica el acto. Pero lo que ha hecho que más de una voz se alce en contra es que la leche materna, el alimento primigenio, el más sano y más completo, se convierta en un objeto para la venta.
No todo se hace por dinero.
De acuerdo con un reporte de CNBC, algunos de estos grupos de Facebook están cerrados, por lo que los usuarios externos pueden asomarse a sus páginas, aunque necesitan de la aprobación de sus gestores. Entre estos están ‘Human Milk For Babies’, un grupo que tiene más de dos mil miembros y que promueve la donación en lugar de las ventas de leche.
En algunos casos se trata de una operación de canje; en esos casos, una dosis de leche materna puede ser “agradecida” por la familia que la recibe mediante un regalo tan básico como una ración de comida casera.
También están ‘Buy, Sell and Donate Breast Milk’, con más de 5.000 miembros, así como la ‘Human Milk 4 Human Babies Global Network’, una red abierta que ostenta más de 80.000 "me gusta".
Riesgos y preocupaciones del comercio de leche materna
Pero lo que sigue siendo incómodo para algunos es que la venta de este alimento primordial evidencia la falta de controles y legislación con respecto al tema. En varios grupos, conectados o no con las redes sociales, el precio de la onza (0,03 litros) de leche fluctúa entre los tres y los 16 dólares. Cuando el precio es así de elevado, hay personas que se benefician en demasía y otras que no pueden permitirse comprar, aunque su bebé la necesite.
Otra de las preocupaciones se centra tanto en la higiene y en los métodos de congelación y de almacenamiento, como en la calidad intrínseca a ese producto, ya que se sabe que el consumo de alcohol o de drogas condiciona al organismo de esa madre productora y contamina a la leche que emana de sus pechos.
Esto es lo que sostiene Susan Crowe, una obstetra vinculada a un banco de leche materna en San José, California. En 2015, ella misma supo que, luego de un estudio sobre muestras de leche materna comprada en línea, se descubrió que aproximadamente el 10% había sido contaminada con leche de vaca, obviamente para que el producto sea mayor a la hora de la venta, con su correspondiente incremento en los dividendos.
De ahí que Crowe suponga que los peligros sean menores para la leche donada por puro altruismo, que para la que se almacena y se emplea para obtener beneficios financieros.
El otro peligro es que la leche materna con la que se trabaja en los bancos de donantes ha sido previamente pasteurizada y analizada para detectar enfermedades infecciosas, antes de su entrega a las madres necesitadas. Algo que no existe con la leche que se dona o se vende en las redes sociales.
Así y todo, siempre hay un alguien que se afana en perfeccionar el tema de la calidad y la higiene, pero para insistir en no dejar caer la opción de que la leche materna coja fuerza como nicho de mercado.