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Tras meses de caída, la economía tuvo un leve respiro en enero

El costo salarial en dólares es un factor determinantes para los exportadores manufactureros
Además, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) aumentó un 2,9% interanual

Los indicadores económicos oficiales siguen arrojando una de cal y una de arena. A una semana de que se conociera que el PBI de 2022 cerró con un avance del 5,2%, y que, al mismo tiempo, la medición desestacionalizada del cuarto trimestre cayó 1,5% respecto del anterior, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que la actividad económica del primer mes de 2023 registró un leve incremento del 0,3%, respecto a diciembre último, y un alza de 2,9% en la comparación interanual.

Así se desprende del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que elabora el organismo estadístico, que además informó que la tendencia-ciclo registró una variación negativa de 0,1%.

Con los números de enero de 2023, se interrumpió la tendencia a la caída que había comenzado en septiembre último, cuando el EMAE retrocedió 0,1%, continuado en octubre y en noviembre, con una desaceleración del 0,8% en ambos meses, para finalizar en diciembre, con una desaceleración del 0,9%. Sin embargo, pese a este leve repunte, las proyecciones no son alentadoras ante un contexto de falta de dólares, restricciones a las importaciones y el impacto de la sequía en el agro, que estima pérdidas de hasta US$20.000 millones.

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En cuanto a los sectores que mayor impacto tuvieron en el crecimiento interanual se destacan la explotación de minas y canteras (11,5%), la industria manufacturera (7,1%), el comercio mayorista, minorista y reparaciones (5,2%), las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (3,5%), y el rubro de transporte y comunicaciones (3,1%). En la otra punta se ubicaron las actividades relacionadas con la agricultura, ganadería, caza y silvicultura, que registraron una caída en la comparación interanual de 15,5%.

Según el EMAE, la suma de las cinco actividades económicas que registraron mayor repunte en enero explican casi 2,72 puntos porcentuales de la mejora general del estimador, que totalizó 2,93%.

La visión de los economistas

Camilo Tiscornia, de C&T Asesores Económicos, analizó: “El dato más rescatable es el crecimiento mensual del 0,3% desestacionalizado, que corta cuatro meses de caída consecutiva, y muestra que en enero parece haber una pequeña reversión”. Sin embargo, el economista pronosticó que “no será muy duradera, porque próximamente va a empezar a pesar mucho el efecto de la sequía, sobretodo en la cosecha gruesa”. De todos modos, “no deja de ser un dato positivo”, dijo.

Por su parte, Matías de Luca, de la consultora LCG, expresó: “Si bien en enero la economía logró crecer casi tres puntos respecto a un año atrás, si se observa la dinámica en un intervalo algo más amplio, la imagen dista de ser positiva. En este sentido, durante los últimos tres meses, noviembre, diciembre y enero, la economía operó casi un punto por debajo del promedio de 2022, lo cual exhibe cierto grado de agotamiento en el crecimiento”.

En ese sentido, el especialista atribuyó parte de los resultados a la variable climática. “La actual sequía que aqueja al agro se ve reflejada en los indicadores de actividad, que ya marcan dos meses con caída significativa. De este modo, el mes bajo análisis fue el enero con el nivel de actividad más bajo desde 2010″, precisó.

En tanto, Andrés Borenstein de Econviews aseguró: “Este número era esperado por el mercado. Diciembre había caído demasiado, pero quizás por el Mundial o algún otro factor, los datos ya indicaban una mejora para enero. Sin embargo, con la sequía, la tendencia es francamente declinante”. Y aclaró: “El interanual de enero de 2,9% también se explica por el brote de Covid-19 que hubo en enero de 2022″.

En la misma línea, Tiscornia relativizó lo positivo de la medición internanual. “Si bien aumentó casi el 3%, marcando un cambio con respecto a diciembre, que había caído 1%, hay que tener en cuenta que enero del año pasado fue muy flojo por el rebrote de Covid-19. Hubo varios sectores que se habían parado, con lo cual, comparar enero contra enero, por más que [el crecimiento] no fue muy grande, está exagerado”, opinó.

Según De Luca, la actividad económica en 2023 se verá afectada negativamente por una serie de variables, además de la sequía, cuyas pérdidas las pérdidas millonarias “tendrían su correlato en una menor disponibilidad de divisas para importaciones”. Por tal motivo, “el condicionamiento sobre la operatividad del sector industrial sería más palpable que el año pasado”, expresó el economista.

“Por otro lado, con una inflación que continúa elevada y que navega a un ritmo del 105% o 110% anual difícilmente pueda esperarse una recuperación de los salarios y, con ello, del consumo”, añadió De Luca. Y concluyó: “Asimismo, en medio de una campaña electoral, no somos optimistas a que la inversión sea un factor que traccione la actividad durante este año, de modo que proyectamos una caída en torno al 3,8% anual promedio”.