Yahoo Finanzas Los millonarios están activando sus planes para escapar de la pandemia y aquí es donde se van
No solo en islas privadas y mansiones cercanas buscan los ultra ricos resguardarse de la pandemia del coronavirus COVID-19. Algunos son capaces de ir casi hasta el fin del mundo para huir.
Hablamos de Nueva Zelanda, un archipiélago a más de 1,000 millas de la costa sur de Australia donde viven aproximadamente 4,9 millones de personas, y sólo 12 han muerto como consecuencia de la enfermedad que ha paralizado al mundo. Allí, la red mundial de refugios subterráneos “Vivos” -ese es su apropiado nombre- ya ha instalado un búnker de 300 personas en la Isla Sur, al norte de Christchurch.
Robert Vicino, el fundador de la compañía con sede en California, dijo a Bloomberg que la semana pasada recibió dos llamadas de clientes potenciales ansiosos por construir refugios adicionales en la isla.
En Estados Unidos, dos docenas de familias se mudaron a un refugio Vivos para 5,000 personas en Dakota del Sur y están ocupando un búnker en una antigua base militar. La empresa también ha construido un búnker para 80 personas en Indiana, y está desarrollando un refugio para 1.000 personas en Alemania.
Pero Vivos no es la única compañía de bunkers trabajando en territorio neozelandés. Rising S Co. construido cerca de 10 bunkers privados allí en los últimos años a un costo promedio es de $ 3 millones de dólares para uno que pesa alrededor de 150 toneladas, pero el precio puede llegar a $ 8 millones si se instalan baños de lujo, salas de juegos, campos de tiro, gimnasios, teatros y camas quirúrgicas.
Planes de escapada
Como es de esperar, algunos de los nuevos inquilinos estadounidenses en Nueva Zelanda provienen de Silicon Valley. Entre ellos está Mihai Dinulescu, de 34 años, quien estaba a punto de lanzar una startup de criptomonedas y canceló todos los planes para irse al archipiélago. Cuando llegó al aeropuerto de San Francisco, "toda la sección internacional del aeropuerto estaba vacía, excepto un vuelo a Nueva Zelanda", dijo.
Dinulescu ahora vive en la isla Waiheke y está trabajando para Ao Air, una pequeña startup que está diseñando una máscara de filtración de aire para rivalizar con la codiciada N95. Su cofundador, el neozelandés Dan Bowden, dijo que ha recibido consultas de una docena de aspirantes de la industria tecnológica de EEUU.
El país ofrece una visa de inversionista por aproximadamente $ 6 millones de dólares por tres años.
El agente inmobiliario de lujo de Nueva Zelanda, Graham Wall, contó que en las últimas semanas recibió aproximadamente media docena de llamadas de estadounidenses ricos con la esperanza de comprar propiedades en la isla Waiheke, con una población de unos 9,000 habitantes y conocida como "los Hamptons de Nueva Zelanda".
"Todos han dicho que parece que el lugar más seguro para estar es Nueva Zelanda en este momento", comentó Wall. "Esa ha sido una teoría desde antes de Covid-19".
Entre los residentes famosos del país se encuentran el director de cine de Hollywood James Cameron (Titanic, Terminator, Avatar) y el cofundador de PayPal, Peter Thiel, quien tiene dos propiedades en Nueva Zelanda, una de las cuales ofrece vistas a las montañas nevadas y tiene una habitación segura tipo bunker.
En Waiheke, las renovaciones relacionadas con la interminable espera de “el fin del mundo” son bastante comunes, dijo Perrin Molloy, un constructor local. Uno de los colegas de Molloy ayudó a construir una casa de $ 12 millones en una bahía privada que tenía un "túnel de aire" que podría acomodar fácilmente a cuatro personas caminando hombro con hombro. "Era obviamente un túnel de escape en el sótano", aseguró.
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