Mover la silla de ruedas con la mente ya es una posibilidad real para las personas tetrapléjicas

Uno de los grandes sueños de la ciencia es poder dotar de autonomía a personas que sufren parálisis en todas sus extremidades. Aún estamos muy lejos de que sea posible revertir su situación clínica, pero se están consiguiendo increíbles avances para que al menos tengan la capacidad de desplazarse sin ayuda.

Diferentes grupos de investigadores están trabajando en innovadoras técnicas que permitan a los tetrapléjicos mover su silla de ruedas empleando la mente. Una de ellas consiste en colocar una luz parpadeante en un lugar concreto, permitiendo generar señales cerebrales cuando la persona la mira fijamente. Dichas señales las interpreta una inteligencia artificial y las traduce en movimientos de la silla de ruedas en esa dirección. El problema es que esta técnica produce una gran fatiga visual.

Otra estrategia llevada a cabo es la implantación de electrodos en el cerebro del paciente, que transmiten con precisión señales cerebrales a una IA. Pero tampoco está exenta de inconvenientes, ya que se trata de un procedimiento altamente invasivo que conlleva además riesgo de infección.

La gran novedad ha llegado de la mano de la Universidad de Texas, donde se ha llevado a cabo un ingenioso estudio dirigido a responder a una pregunta: ¿sería posible emplear una interfaz que reconozca la actividad cerebral que se genera cuando una persona imagina que mueve sus extremidades y que la traduzca en órdenes a una silla de ruedas?

Tras varios meses de pruebas el equipo liderado por el doctor José Millán puede afirmar con orgullo que sí, abriendo un esperanzador camino para las personas que sufren parálisis en sus extremidades. Y es que esta técnica es mucho menos invasiva que las anteriores.

A cada participante del experimento le colocaron un gorro con 31 electrodos, capaz de detectar señales en la región del cerebro que regula el movimiento y convertirlas en instrucciones para la silla de ruedas gracias a un portátil conectado en su parte trasera. Si la persona imaginaba que estaba moviendo los brazos, se desplazaba a la derecha. Si pensaba que lo hacía con las piernas, giraba a la izquierda.

Con estas sencillas instrucciones lograron que los participantes se desplazaran por el hospital esquivando diferentes obstáculos, consiguiendo incrementar su habilidad paulatinamente gracias al entrenamiento. Y esa capacidad de aprendizaje es otro de los hitos de esta investigación, ya que han demostrado que es posible mejorar la claridad de las señales que genera el cerebro.

“No diría que este enfoque sea útil en calles concurridas o entornos menos controlados, pero la capacidad de moverse de forma independiente puede ser un gran beneficio para estas personas”, ha afirmado el doctor Millán.

Los científicos confían en que este hallazgo sea un gran paso que permita seguir avanzando en el objetivo de que personas con parálisis completa adquieran autonomía empleando su propia mente. Aunque ojalá algún día no sea necesario avanzar en esta línea porque se ha conseguido que puedan volver a andar…