Anuncios
U.S. markets closed
  • F S&P 500

    5,126.00
    +19.50 (+0.38%)
     
  • F Dow Jones

    38,786.00
    +60.00 (+0.15%)
     
  • F Nasdaq

    17,738.25
    +131.50 (+0.75%)
     
  • E-mini Russell 2000 Index Futur

    2,018.70
    +3.80 (+0.19%)
     
  • Petróleo

    83.34
    -0.02 (-0.02%)
     
  • Oro

    2,335.20
    -6.90 (-0.29%)
     
  • Plata

    27.33
    -0.04 (-0.14%)
     
  • dólar/euro

    1.0709
    +0.0005 (+0.04%)
     
  • Bono a 10 años

    4.5980
    -0.0250 (-0.54%)
     
  • Volatilidad

    15.69
    -1.25 (-7.38%)
     
  • dólar/libra

    1.2456
    +0.0004 (+0.03%)
     
  • yen/dólar

    154.8230
    +0.0350 (+0.02%)
     
  • Bitcoin USD

    66,689.04
    -110.97 (-0.17%)
     
  • CMC Crypto 200

    1,433.25
    +18.49 (+1.31%)
     
  • FTSE 100

    8,044.81
    +20.94 (+0.26%)
     
  • Nikkei 225

    38,329.39
    +777.23 (+2.07%)
     

Mr. Powell, el verdadero presidente del Banco Central argentino

El presidente de la Reserva Federal Jerome Powell
El presidente de la Reserva Federal Jerome Powell

Todas las crisis económicas argentinas coinciden con cambios profundos en la política monetaria de la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos, su banco central, cuyo presidente actual es Jerome Powell.

Las crisis que vivió la Argentina en 1975, 1989-1990, 1998-2002, 2022 fueron momentos muy disruptivos con graves consecuencias institucionales. A estas crisis se les pueden agregar las consecuencias de recesiones profundas que no tuvieron disrupciones desde un punto de vista institucional como las que vivió el país en 1995, 2009 o el período 2012-2019.

Fed eleva de nuevo tasas de interés para combatir inflación

PUBLICIDAD

Todas estas crisis fueron concomitantes con fuertes subas de las tasas de interés de referencia de la FED que tuvieron consecuencias negativas en toda la América Latina normal pero que fueron mucho más profundas sobre un país como la Argentina que no tiene mercado de capitales y cuenta con un sistema bancario meramente transaccional dado que su volumen de crédito disponible se encuentra prácticamente estatizado.

En efecto, toda suba de la tasa de interés de la FED induce a una caída de los precios de las commodities, a una apreciación del dólar con respecto a otras divisas fuertes (yen, euro, oro, etc.) y a la salida de capitales hacia los bonos del Tesoro norteamericano que son vistos como un activo refugio.

Las fluctuaciones de precios de las materias primas se explican básicamente por la política de la FED, en un fenómeno conocido como la “financialización de las commodities”, y su incidencia incluso es independiente de lo que ocurra con la demanda de Asia.

Simétricamente, las épocas de bonanza de la economía argentina coinciden con alzas en los precios de las commodities y una depreciación del dólar en el mundo provocadas también por las reducciones en la tasa interés de referencia de la FED.

Efecto dominó

Todas nuestras crisis están en línea con esta reversión de la política monetaria por necesidades de la economía estadounidense. Y se traducen en caídas del precio de nuestras exportaciones, especialmente soja y maíz, lo que termina derivando en una profunda recesión interna debido a que el país carece de los ahorros que se podrían haber generado en tiempos de abundancia.

La necesidad de bajar la inflación o ponerle un freno la exuberancia de los mercados por parte de Powell produce la apreciación del dólar con respecto a otras divisas, resultando en una casi automática depreciación de las monedas de mercados emergentes.

La América Latina normal que cuenta con bancos centrales independientes de la política enfrenta esta situación devaluando sus monedas sin provocar inflación.

En cambio, en la economía argentina las consecuencias inflacionarias de la devaluación resultan inevitables, ya que cualquier variación en el tipo de cambio se traslada total y rápidamente a los precios internos.

Consecuencias inevitables

La oficina argentina de servicios monetarios, conocida como Banco Central de la República Argentina (BCRA), al servicio del presidente de turno, trata de evitar la devaluación y sus consecuencias inflacionarias mediante un ultracepo sobre los pocos dólares que quedan en sus reservas.

El ultracepo cambiario se convierte en un ultracepo de las importaciones. La restricción extrema sobre las compras en el exterior resulta recesiva, con una caída en el nivel de actividad económica, despidos y suba de desempleo. El proceso fue resaltado por los economistas Carlos Díaz Alejandro y Oscar Braun y Leonard Joy, tan citados por la heterodoxia económica, pero mal leídos por los economistas oficialistas.

Interpretar las palabras de Powell, más allá de la narrativa populista del gobierno local de turno, es la clave para diagnosticar y pronosticar qué puede suceder con la economía argentina.