De Netflix a Zoom: auge y ocaso de los valores del ‘quédate en casa’
Las acciones de Zoom Video Communications se desplomaron un 15% el pasado martes tras unos resultados decepcionantes de la empresa de videollamadas que vinieron acompañados además de un recorte de previsiones para el año. La caída del martes ha dejado al valor en precios que no pisaba desde febrero de 2020, justo antes de que la pandemia de Covid-19 sacudiese el mundo entero, llevando a los Gobiernos a decretar confinamientos generalizados para la población.
Estos confinamientos fueron aprovechados por los inversores para apostar en Bolsa por valores bautizados como ‘stay at home’ o ‘quédate en casa’, en referencia a empresas cuya actividad se veía favorecida por los confinamientos. Fue el caso de Zoom Video, que llegó a alcanzar una cotización por encima de 568 dólares en octubre de 2020, durante la segunda gran ola. Desde entonces la caída es nada menos que de un 85%, mientras que solo en lo que va de 2022 se deja un 55%.
La aplicación de videoconferencias Zoom Video Communications registró un beneficio neto atribuido de 45,7 millones de dólares entre mayo y julio (segundo trimestre fiscal), una caída del 85,6% de las ganancias respecto del mismo periodo del ejercicio anterior. Los ingresos aumentaron un 7,6% interanual, hasta 1.099,45 millones de dólares, lo que representa, sin embargo, una sustancial desaceleración respecto de trimestres anteriores por el impacto de la vuelta a las oficinas en el negocio de la empresa.
De cara al cierre del actual ejercicio, Zoom confía en facturar entre 4.385 y 4.395 millones de dólares, lo que supone una revisión a la baja de la anterior horquilla de ingresos de entre 4.530 y 4.550 millones de dólares. Asimismo, la empresa espera ahora que su beneficio diluido por acción para todo el ejercicio oscilará entre los 3,66 y los 3,69 dólares, por debajo del anterior rango de entre 3,70 y 3,77 dólares.
El caso de Zoom no ha sido una excepción, sino más bien la norma. Teniendo en cuenta la vuelta a la actividad económica más tradicional, los inversores se han desprendido de estos valores una vez que parece que los hábitos de consumo no parecen haber variado sustancialmente. Si a ello se suman los actuales temores de recesión, el cóctel muestra fuertes desplomes en las cotizaciones de estos valores.
El mejor ejemplo es Netflix, uno de los peores valores del S&P 500 en lo que va de 2022, con una caída de más de un 60%. En su caso las caídas se han visto reforzadas además por el aumento de la competencia en las plataformas de streaming, con gigantes como Walt Disney o Amazon haciéndole cada vez más daño.
De hecho, la actual cotización de Netflix, en el entorno de los 225 dólares, no se compara con los niveles inmediatamente anteriores a la pandemia, sino que hay que retrotraerse a 2018 para encontrar niveles similares. De acuerdo con su última comunicación al mercado, ahora mismo la empresa cuenta con 220,67 millones de suscriptores y, en su mejor momento, en el cuarto trimestre del pasado ejercicio, se elevó hasta los 221,84. Ese ha sido su máximo, pero desde entonces ha comenzado a caer, lo que ha llevado a la compañía a plantearse cambios en el negocio como la introducción de publicidad o la restricción de las cuentas compartidas.
Si se analizan otros valores que vivieron un boom con los confinamientos, la canadiense Shopify sale como otra de las grandes perdedoras, con una caída en el año de un 75%, que se amplía al 80% desde los máximos alcanzados en noviembre del año pasado. Etsy, también centrada en el comercio electrónico, cae un 50% este año y un 65% desde sus máximos de noviembre del año pasado.
Todavía más brusca ha sido la caída de Peloton, compañía especializada en la producción de bicicletas estáticas y equipos para hacer ejercicio desde casa. Sus acciones caen un 68% en lo que va de año y un 93% si se compara su cotización actual con los máximos que llegó a alcanzar en diciembre de 2020, por encima de los 162 dólares.
En un intento para dar impulso al negocio, la compañía acaba de anunciar un acuerdo con Amazon para ampliar su base de clientes. En concreto, en su primera incursión fuera de su negocio principal de venta directa al consumidor, Peloton venderá a partir de hoy mismo una selección de sus equipos de fitness conectados, así como accesorios, en el sitio web de Amazon en EEUU.
El acuerdo incluye su bicicleta original, que se vende por 1.445 dólares. También su producto de fuerza conocido como Peloton Guide, que cuesta 295 dólares. Quedan excluidas de la alianza sus máquinas de correr Bike+ y Tread, más caras. Tras este anuncio las acciones de la compañía se dispararon ayer en Wall Street.