Yahoo Finanzas La nieta de Carlitos Balá contó cómo fueron las últimas horas de su abuelo
En la mañana del 23 de septiembre, la noticia de la muerte de Carlitos Balá entristeció a millones de argentinos que crecieron con las ocurrencias del querido cómico. A los 97 años, Carlos Salim Balaá Boglich, tal era su nombre completo, dio su último suspiro en el Sanatorio Güemes de Buenos Aires, donde acaban de internarlo sus familiares.
Siempre cerca suyo, su nieta Laura Gelfi estuvo acompañándolo en todo momento y fue la encargada de confirmar a la prensa que lo tan temido había sucedido inmediatamente después de ingresarlo al centro de salud, a las 21.30 de la noche del 22 de septiembre.
"Estamos devastados pero unidos y así se fue él, con la familia unida y mucho amor", aseguró Gelfi a Teleshow, al informar cómo fueron los últimos momentos del cómico del flequillo característico que hizo reír a más de una generación: rodeado de sus seres queridos.
Laura, que es pastera, tenía una relación muy estrecha con Balá, que había cumplido los 97 el 13 de agosto y en su último cumpleaños se convirtió en tendencia en Twitter por la catarata de saludos que recibió en la red del pajarito.
La joven se mostraba con su abuelo, una figura muy presente en su vida que la marcó profundamente. “El colmo de tener de abuelo a Carlitos Balá… ¡nunca use chupete!”, contó Gelfi tiempo atrás, en una entrevista.
“Es una persona alegre, graciosa y que admiro mucho. Siempre hace chistes, jugábamos mucho. Anécdotas hay miles. Todos los veranos íbamos a Mar Del Plata y nos divertimos muchísimo”, recordó en una oportunidad la nieta que, en 2021 compartió varias fotos de su infancia con su abuelo cuando él sopló 96 velitas.
“Me malcría como casi todos los abuelos a sus nietos. Pero con la excepción que estar con él es reírse a cada segundo”, dijo además sobre la genial figura que dejó frases icónicas grabadas en la memoria colectiva de los argentinos y que no se cansaba de preguntar “¿Qué gusto tiene la sal?”.
Balá había sido ingresado de urgencia con pronóstico reservado. Según su representante, Maximiliano Marbuk, el artista se había sentido mal en su domicilio. "Tuvo mareos en su casa, lógico de su edad, y lo llevaron al sanatorio. Los médicos decidieron dejarlo en observación", comunicó en un primer momento el manager del artista a quien hoy la Argentina llora.
