Orden de registro sugiere que Trump estaba siendo investigado bajo ley de espionaje

Los agentes del FBI que registraron el lunes la casa del expresidente Donald Trump en Palm Beach, Florida, encontraron documentos clasificados como ultrasecretos, así como el papeleo para el indulto de Roger Stone, aliado de Trump, e información sobre el presidente francés Emmanuel Macron.

Según una copia de la orden y el inventario de documentos recuperados de la propiedad de Trump obtenida por The Independent, los agentes recuperaron un conjunto de papeles con marcas que los identificaban como Información Compartimentada Secreta/Sensible, un nivel de clasificación por encima del nivel secreto que a menudo se aplica a las fuentes de inteligencia, así como el arsenal nuclear de EE.UU.

La orden de registro, que las autoridades federales obtuvieron el 5 de agosto, ordenaba a los agentes incautar “documentos físicos y registros que conformen evidencia, contrabando, frutos de delitos u otros artículos en posesión ilegal en violación” de tres leyes penales: la Ley de Espionaje, una ley estadounidense que vuelve un delito retirar información relacionada con la defensa nacional de “su debido lugar de resguardo”, así como secciones de la ley penal estadounidense que abarcan la obstrucción de justicia y el retiro de registros de gobierno.

Específicamente, les ordenaba tomar posesión de “cualquier documento físico con marcas de clasificación, junto con cualquier contenedor/caja (incluyendo cualquier otro contenido) en los que tales documentos estén ubicados, así como cualquier otro contenedor/caja que esté almacenada en conjunto o se encuentre junto a los documentos y contenedores/cajas antes mencionados”, además de “información, incluyendo cualquier forma de comunicación, relacionada con la recuperación, almacenamiento o transmisión de información sobre defensa nacional o material clasificado”, cualquier “registro presidencial y/o gubernamental” creado durante la administración de Trump, y “evidencia de la alteración, destrucción u ocultación conocidas de cualquier registro presidencial y/o gubernamental, o de cualquier documento con marcas de clasificación”.

La orden autorizó un registro de “la Oficina 45”, así como de “todas las salas de almacenamiento y todas las demás salas o áreas dentro de las instalaciones utilizadas o disponibles para ser utilizadas por [el expresidente] y su personal y en las cuales se podrían almacenar cajas o documentos, incluyendo todas las estructuras o edificios en la propiedad”.

Según el inventario, los agentes que registraron la propiedad de Trump se llevaron aproximadamente 20 cajas, carpetas con fotos, una nota escrita a mano y el papeleo oficial que otorgaba un indulto presidencial a Roger Stone, el agente republicano y provocador que ha sido aliado y asesor del expresidente desde hace mucho tiempo.

Aparentemente, las cajas contenían 11 conjuntos separados de documentos clasificados, incluidos los documentos marcados como altamente secretos y el grupo de documentos marcados como “Información compartimentada confidencial/altamente secreta”, el último de los cuales normalmente habría requerido ser visto en una instalación segura conocida como SCIF. Al parecer, cuatro de los conjuntos de documentos se clasificaron como altamente secretos, tres se marcaron como secretos y otros tres se marcaron como confidenciales, el nivel más bajo de clasificación en el sistema estadounidense.

Según Newsweek, los agentes que ejecutaron la orden de registro en la propiedad de Trump buscaban específicamente documentos relacionados con “fuentes y métodos” de inteligencia, incluidos algunos “con el potencial de revelar ... incluidas fuentes humanas en la nómina del gobierno estadounidense”.

Aunque los presidentes de EE.UU. tienen una amplia autoridad para ver y difundir información clasificada, la capacidad de Trump para poseer legalmente dichos documentos terminó cuando expiró su mandato, el 20 de enero de 2021.

Algunos de los aliados del expresidente han argumentado que él desclasificó cualquier información recuperada de su casa antes de salir de la Casa Blanca, pero para que la información sea desclasificada legalmente debe haber documentación escrita de que se siguió el proceso de desclasificación.

El mismo Trump argumentó esto en un comunicado publicado el viernes, asegurando que “todo estaba desclasificado”. Agregó que las autoridades federales “no necesitaban ‘incautar’ nada” y “podían haberlo obtenido en el momento que quisieran”.

Además, Trump no habría podido desclasificar documentos relacionados con fuentes de inteligencia o armas nucleares porque los documentos sobre esos asuntos están clasificados según los estatutos de los EE.UU., no la orden ejecutiva que rige la mayoría de la información clasificada en los EE.UU.

La noticia de que Trump está siendo investigado por posibles violaciones a la Ley de Espionaje surge apenas cuatro días después de que el mismo Trump anunciara que el FBI había registrado su casa, lo que desencadenó una serie de amenazas contra los agentes del FBI de parte de sus partidarios, y ocasionando que uno de ellos intentara entrar a las instalaciones del FBI en Ohio con un rifle semiautomático y una pistola de clavos.

Algunos de los aliados de Trump han especulado que el registro de su propiedad por parte del FBI fue un intento de atraparlo violando la Ley de Registros Presidenciales, que no tiene sanciones penales. Sin embargo, las leyes citadas en la orden de registro podrían resultar en que el expresidente termine en la cárcel por muchos años si se le acusa y se le declara culpable de violar cualquiera de ellas.