Organizaciones sociales y políticas cortaron Puente Pueyrredón a 20 años del crimen de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán

Al cumplirse mañana 20 años del asesinato de los militantes piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, organizaciones sociales y políticas se movilizaron este sábado al Puente Pueyrredón para recordar y pedir Justicia por el trágico suceso ocurrido hace dos décadas y que pasó a la historia como “la masacre de Avellaneda”. Los cortes de calles en la zona se extenderán hasta hoy.

Desde ayer temprano, diversas agrupaciones se concentraron en Plaza Alsina, mientras que otras lo hicieron en la estación del Ferrocarril Roca, en Avellaneda, en cuyo hall ocurrieron los crímenes y que, desde 2013, lleva el nombre de los dos jóvenes integrantes del MTD Aníbal Verón, de 25 y 21 años, asesinados por la Policía Bonaerense el 26 de junio de 2002.

Manifestación en Puente Pueyrredón (Prensa FPDS/)

“La lucha por trabajo, dignidad y cambio social de aquel entonces es la lucha de hoy por Tierra, Techo y Trabajo (TTT). Por eso, hoy más que nunca, Darío y Maxi viven en la economía popular”, dijo esta mañana la dirigente social Dina Sánchez, secretaria adjunta de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y referente del Frente Popular Darío Santillán (FPDS), durante uno de los actos.

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“Fueron dos compañeros que marcaron con su vida un ejemplo de compromiso para con los más humildes, que todo el movimiento popular tomaría después como bandera”, recordaron desde la UTEP.

El plato fuerte de la conmemoración fue este domingo cerca del mediodía, cuando hubo una masiva concentración en la estación ferroviaria para salir posteriormente hacia el puente. Allí, según indicaron las organizaciones, las columnas subirán a alrededor de las 11:55, horario en que comenzó la represión policial, para luego cerrar la jornada con un acto central bajo la consigna “Veinte años de lucha, veinte años de impunidad: la Masacre de Avellaneda fue un crimen de Estado”.

El hecho

El 26 de junio de 2002, en el contexto de una profunda crisis económica y social, el excomisario bonaerense Alfredo Fanchiotti y el excabo Alejandro Acosta, dispararon con balas de plomo contra los manifestantes que cortaban el Puente Pueyrredón en reclamo de “trabajo digno, alimentos y planes de trabajo”. Ambos policías fueron condenados a cadena perpetua en 2005.

Sin embargo, la prisión para los responsables materiales de los crímenes no resultó suficiente para los familiares de los dirigentes asesinados, quienes continuaron exigiendo el avance de las causas que involucran a los responsables políticos de la denominada “Masacre de Avellaneda”.

Impactantes imágenes del día de la muerte de los jóvenes militantes Kosteki y Santillán en la estación de Avellaneda (Martín Lucesole/)

El expediente, que fuera archivado en 2012 y reabierto en 2015, busca desentrañar las responsabilidades al más alto nivel del Estado y está en el juzgado federal de Ariel Lijo, quien delegó la investigación en la fiscal Paloma Ochoa. La causa se inició en 2003 por iniciativa de la madre de Maximiliano Kosteki, Mabel Ruiz, quien falleció poco después de recurrir a los tribunales para pedir que se investigue a todos los responsables de la muerte de su hijo.

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El poder judicial pretende determinar si existe responsabilidad en los crímenes del entonces presidente interino Eduardo Duhalde y sus ministros, y si existió una orden de reprimir la movilización piquetera con balas de plomo. Además, la línea de investigación de la fiscalía también contempla determinar si hubo participación de fuerzas federales, como la Policía Federal o Prefectura, lo que probaría una operación coordinada desde el poder político nacional.