Yahoo Finanzas El pánico inversor hundió a Wall Street en territorio “bajista” y arraigó el temor a una recesión
WASHINGTON.- La ola de venta desatada por el temor de los inversores a una eventual recesión generó otro fuerte derrape de los mercados financieros en Wall Street, y hundió al principal índice bursátil, el S&P 500, en territorio “bajista”, o bear market, en la jerga financiera, una de las señales más contundentes de que el pesimismo sobre el futuro de la economía se ha apoderado del mercado.
Luego de la salida en masa de inversores de las acciones, el S&P 500 retrocedió este lunes un 3,9% y profundizó el retroceso desde principios de este año a casi un 22%, traspasando la barrera de una caída de 20 puntos que se toma como referencia para marcar el cambio de ánimo en el mercado. El pánico inversor llegó en la antesala de una nueva reunión del directorio de la Reserva Federal (Fed), en la cual se espera que el banco central anuncie una nueva suba de tasas de medio punto y continúe con su estrategia de ajuste de la política monetaria para combatir la inflación. El alza del costo de vida marcó un nuevo pico en mayo del 8,6% anual, la más alta desde principios de los 80.
Golpe al Bitcoin
Como muestra de la huida inversora hacia activos seguros, el precio de Bitcoin, una de las criptomonedas más populares, se hundió casi un 12% y en un momento llegó a cotizar debajo de los US$23.000, menos de la mitad del valor que tenía a fines de 2021.
La determinación con la cual los inversores escapan de las acciones refleja las dudas y la falta de confianza que reinan en Wall Street respecto de la capacidad de la Fed bajo el mando de Jerome Powell para conseguir un “aterrizaje suave” de la economía, que permita disminuir la inflación sin generar una recesión. Por el contrario, los inversores parecen dar nítidas señales de que creen que la economía se encamina a una recesión.
El propio Powell admitió el mes pasado que bajar la inflación sin provocar una contracción de la economía era “todo un desafío”, y que no podía garantizarlo. Powell dijo además que bajar la inflación podía llegar a provocar “algo de dolor” en la economía.
El nuevo panorama económico atormenta a la Casa Blanca de Joe Biden, que, al igual que la Fed, leyó mal el escenario el año pasado al considerar que el rebrote inflacionario sería solo un fogonazo temporal. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, admitió días atrás que se equivocó sobre “el sendero que seguiría la inflación”, pero se mostró confiada en que la primera economía logrará esquivar una recesión.
La Casa Blanca aparece atada de manos a la hora de intentar morigerar el alza del costo de vida. El gobierno de Biden ha presentado una estrategia anclada en tres pilares. El primero es intentar reducir el costo de un puñado de gastos comunes para las familias norteamericanas, como la nafta, o algunos servicios, como Internet o la salud. El segundo es bajar el déficit fiscal, y, por último, “darle a la Reserva Federal la independencia que necesita para actuar”, indicó la Casa Blanca.
La administración Biden también ha intentado –sin mucho éxito– achacarle el rebrote en la inflación al presidente ruso, Vladimir Putin, por su invasión a Ucrania. Bajo la mirada oficial, el principal motivo del alza del costo de vida es Putin y la guerra en Ucrania, que provocó un fuerte aumento de los alimentos y la energía. Pero lo cierto es que la inflación ya había comenzado a subir antes, y varios economistas, el más notorio, Larry Summers, quien fue secretario del Tesoro de Bill Clinton, han acusado al gobierno demócrata de haber ido demasiado lejos con su paquete de rescate a la pandemia a principios de 2021, que inyectó casi dos billones de dólares en la economía.
