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Pacientes inundan hospitales en el Cinturón solar de EE.UU.

(Bloomberg) -- El avance implacable de la pandemia de coronavirus por el Cinturón solar de EE.UU. se está cobrando la vida de un récord de estadounidenses allí, desbordando hospitales y agotando los suministros. Pero pese al contagio de algunos líderes, no se logra contener la propagación de la enfermedad.

El jueves, el gobernador Ron DeSantis no introdujo nuevas medidas después de que Florida se sumara a Texas y California para informar un récord de fallecimientos. El gobernador de Arizona, Doug Ducey, prometió más pruebas y la restricción de la capacidad de restaurantes después de que el estado anunciara el mayor número de casos en seis días. En Mississippi, donde muchos políticos se habían resistido a usar máscaras en el Capitolio, 26 de ellos dieron positivo, incluidos los líderes de ambas cámaras legislativas.

Los nuevos casos de virus en EE.UU. superaron los 60.000 en un día por primera vez el jueves. Y en los estados donde la enfermedad arrasa, una parálisis de pesadilla golpea a las instituciones que se llenan de enfermos y personas al borde de la muerte. Quinn Snyder, médico de urgencias en Mesa, cerca de Phoenix, dijo que los pacientes estaban llegando de otras partes de Arizona y hasta de Nuevo México, así como de hospitales más pequeños que están cerca del desbordamiento.

“Hemos estado hablando de poner a los enfermos en salas de fluoroscopia, en salas de radiología, de todo hasta poner a personas en carpas”, dijo Snyder.

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Las cifras desalentadoras e informaciones de carencias dejan en claro que los Gobiernos estatales y federales no han podido prepararse para el nuevo repunte, cuatro meses después de que surgiera. Vídeos dramáticos e informes de sufrimiento en el noreste no han hecho que los estados del Cinturón solar, muchos de ellos liderados por republicanos que apoyan al presidente Donald Trump, se preparen adecuadamente.

Incluso cuando los estados toman medidas para controlar los brotes, ver el impacto tarda tiempo. Por lo tanto, es probable que el incremento del número de casos y de muertes continúe.

“No estamos en una buena situación. Podría ser poco. Probablemente lo que realmente pienso no se pueda escribir”, dijo Jaline Gerardin, experta en modelado de enfermedades y profesora asistente de medicina preventiva en epidemiología en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en Chicago. “Estoy muy preocupada”.

En Florida, donde se informaron 120 muertes más el jueves, el récord diario no se mencionó en la sesión informativa de DeSantis en Jacksonville. En cambio, utilizó la conferencia de prensa para insistir en que el estado tenía que impulsar la economía y reabrir las escuelas el próximo mes, como Trump ha exigido.

“Necesitamos que la sociedad funcione”, dijo DeSantis. “Necesitamos que la sociedad continúe avanzando.

Las nuevas hospitalizaciones en Florida y la tasa a la que los residentes están dando positivo también aumentaron drásticamente, y la cantidad de pacientes con virus en respiradores continuó aumentando en Miami-Dade, el condado con mayor población de Florida.

“Algunos de nosotros nos estamos quedando un poco sin palabras por el estado en que nos encontramos ahora”, dijo Jill Roberts, profesora asociada de la Facultad de Salud Pública de la Universidad del Sur de Florida, que se especializa en enfermedades emergentes. “Estamos mal aquí”.

Nota Original:Patients Swamp Sun Belt Hospitals With Covid-19 on a Rampage

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©2020 Bloomberg L.P.