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La patronal francesa apoya a Mittal y se estudia el futuro de altos hornos
Dos días antes de que expire el plazo para evitar el cierre de los altos hornos de ArcelorMittal en Florange, en el este de Francia, la patronal francesa apoyó al grupo siderúrgico ante la amenaza del gobierno de nacionalizar las instalaciones.
El ministro de Recuperación Productiva, Arnaud Montebourg, dijo esta semana que para mantener activos los altos hornos, el Estado los nacionalizará si el grupo no vende la totalidad. La empresa, en cambio, sólo quiere cerrar la "parte líquida" (producción de acero bruto), que emplea a unas 650 personas, y conservar la actividad de transformación de acero en productos elaborados para la industria automotriz.
Laurence Parisot, presidenta de la patronal francesa, el MEDEF, fustigó este jueves la amenaza del gobierno, diciendo que es "simple y puramente escandalosa". "Si lo que se quiere con tales declaraciones es ejercer presión, hacer chantaje, en el marco de una negociación, es inadmisible", declaró a la radio RTL.
Según ella, no es el Estado el que debe "empezar a decir a cada empresa de Francia: 'ésta es su estrategia'", porque "sólo el empresario puede saber lo que es rentable o no".
La jefa de la patronal intentó también abrir una brecha entre el ministro Montebourg y el presidente François Hollande, que hizo de la reindustrialización de Francia una de sus apuestas de campaña.
"No dudo de que el presidente de la República es mucho más razonable que el ministro", declaró Parisot a la radio privada.
Actualmente, el asunto está en manos de la presidencia, donde el martes Hollande mantuvo una "conversación franca y firme" con el indio Lakhsmi Mittal, presidente del grupo. El presidente francés afirmó ese día que la nacionalización "forma parte" de las soluciones planteadas.
Por su lado, el gobierno apoyó este jueves a Montebourg, reiterando que tiene medios financieros para nacionalizar los altos hornos de Florange antes de revenderlos a un posible inversor.
"Si el presidente de la República me pide encontrar medios para nacionalizar la instalación, los encontraremos", dijo el ministro del Presupuesto, Jérôme Cahuzac.
El miércoles por la noche, fuentes sindicales afirmaron tras un encuentro con Montebourg que se ha tomado la decisión de nacionalizar Florange si ArcelorMittal se niega a vender el conjunto de las instalaciones.
El ministerio de Recuperación Productiva (Industria) aseguró tener dos compradores interesados, uno de ellos dispuesto a poner 400 millones de euros sobre la mesa, pero no dijo que se hubiera tomado una decisión firme.
De aquí al sábado, día en que expira el ultimátum de ArcelorMittal para encontrar una solución, se barajan varias posibilidades. Así, Mittal podría ceder voluntariamente la totalidad de las instalaciones, o bien el Estado podría comprarlas para luego revenderlas a un inversor y que de esa forma continúe la actividad.
A la espera del desenlace, los empleados mantienen la presión. En París, unos diez obreros metalúrgicos del sindicato CFDT acampaban este jueves frente al ministerio de Recuperación Productiva, desafiando el frío. "La espera de la decisión se hace demasiado larga. Las últimas horas son las peores", dijo Marc Michel, técnico de calidad, que se manifestó "confiado" pero "alerta".
