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¿Peligra Uber tras la fusión de Hailo con MyTaxi?

¿Peligra Uber tras la fusión de Hailo con MyTaxi?

Cuando dos de las aplicaciones de taxis más usadas en Europa anunciaron que unirían sus fuerzas por un bien común, muchos tuvieron una única palabra en su mente: Uber.

Pues acaba de conocerse: el fabricante de automóviles Daimler adquirirá el 60% de la aplicación británica para solicitar taxis, Hailo, y la integrará en su competidora alemana, MyTaxi.

Hailo, que seguirá manteniendo una participación del 40%, desaparecerá como marca y se unificará a un label cada vez más poderoso, se hará ostensiblemente visible en todas partes del mundo cuando se trata de este tipo online de servicio de taxis.

Se dice rápido pero es enorme: la nueva MyTaxi, controlada desde Hamburgo, Alemania, por el CEO de Hailo, Andrew Pinnington, será visible en 50 ciudades de, por ahora, nueve países.

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En su parque de autos disponibles la suma de más de 100.000 taxistas registrados y un potencial inicial de 70 millones de pasajeros.

Si bien no ha salido a la luz el monto, “esta operación supone una inversión que suma casi 500 millones de euros, una cantidad que ya se ha destinado para crear plataformas y servicios de movilidad en los últimos años”, de acuerdo con Klaus Entenmann, presidente de la Junta de Daimler Financial Services.

De manera que surge un contrincante de Uber mucho más fuerte de lo que imaginamos, en esta batalla de las startups del transporte de la que hemos sido testigos últimamente.

Si recorremos la prensa de los últimos años veremos que allí donde Uber tocó suelo, la tierra se secó; es decir, donde quiera que esta compañía extendió sus servicios, no pocos fueron los sistemas de taxis tradicionales que se fueron a la quiebra o que vieron sus cajas chicas mermar. Y los conflictos fueron de todas las especies: en Chile, en México, en Argentina

El 30 de marzo pasado, por ejemplo, el diario español El País comentaba sobre el reinicio de las operaciones de Uber en Madrid, después de que la compañía se dotara de “un paraguas legal” que le permitía operar, y tras un forcejeo con las autoridades.

Como principal argumento, los detractores de este novedoso sistema de transportación urbano se apoyaban en las 70.000 familias que, tan solo en España, se han estado viendo afectadas por el auge de Uber.

Pues parece que ahora debería tocarle a la compañía norteamericana tomar medidas, pues le ha nacido un competidor de peso.

Creada en 2009, Uber tiene presencia en 400 ciudades (30 de estas en América Latina) de 69 países, con una plantilla de 6.000 empleados igualmente extendidos en las urbes de mejor potencial.

Se trata, en efecto, de cifras mucho mayores que las declaradas por MyTaxi, pero nunca se sabe por dónde puede venir la estocada.

La pregunta es: ¿llegará MyTaxi a salir de las fronteras europeas? ¿Cruzará el Atlántico? ¿Llegará a incidir en la merma de la eficacia del gigante Uber?

Por el momento, los agentes actuantes en esta fusión esperan el visto bueno de las autoridades europeas, un trámite que puede durar unos dos meses.

De cualquier manera, no será hasta julio de 2017 que todo el engranaje de la nueva MyTaxi esté ya en funcionamiento.

Sí, Uber puede respirar y seguir avanzando, pero ¿qué tal le irá después?