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¿Está la Policía de Chicago donde y cuando más se le necesita?

Un análisis realizado el año pasado, relacionado con los datos de despliegue del Departamento de Policía de Chicago, parece plantear dudas respecto a si los agentes de policía de Chicago están constantemente en la calle en los momentos en los que se producen más tiroteos en la ciudad.

Los resultados mostraron que los niveles de despliegue disminuyen durante los periodos nocturnos del fin de semana, cuando los tiroteos aumentan.

Las personas familiarizadas con los documentos que se le han dado a conocer a Tribune dijeron que el análisis era un primer paso hacia el uso de datos en tiempo real, para diseñar una estrategia para la espinosa y política cuestión de en dónde y cuándo deben desplegarse los agentes.

El análisis fue completado por el Laboratorio de Criminalística de la Universidad de Chicago (UChicago), que se basó en los datos históricos de disparos y en la información del GPS de los vehículos policiales del periodo de nueve meses entre junio de 2020 y febrero de 2021. La información resumida del mismo se le dio a conocer a Tribune el 4 de agosto, como parte de una solicitud de registros abiertos al Departamento de Policía de Chicago, que había solicitado el análisis al laboratorio.

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El departamento originalmente recibió el análisis el 10 de marzo de 2021. El informe profundizaba en dónde y cuándo trabajaban los agentes en las calles y en dónde y cuándo se producían los disparos.

Varias partes del análisis estaban fuertemente redactadas y el departamento citó la seguridad de los agentes y de la comunidad como razones para negarse a revelar toda la información. Entre el material redactado se encontraban datos específicos del lugar de despliegue de los agentes y el lugar en los distritos en donde pasaban el tiempo.

La revisión formaba parte de un estudio más amplio de asignación de personal que realizó el laboratorio, que incluía también un análisis de los tiempos de respuesta del 911.

Entre las conclusiones que no fueron redactadas figuraba que el 14 por ciento de los tiroteos se producen entre la medianoche y las cinco de la mañana de los sábados y domingos en las zonas menos seguras de la ciudad, pero sólo el 3.8 por ciento de las horas de trabajo de los equipos tácticos de la policía de Chicago se registraron allí durante ese mismo periodo de 10 horas.

El Departamento de Policía de Chicago se negó a responder a preguntas concretas del análisis o de si se usó para tomar decisiones de despliegue posteriores. La oficina de la alcaldesa Lori Lightfoot no respondió a una solicitud de comentarios.

Tribune pidió hablar directamente con el superintendente de la policía de Chicago, David Brown, y recibió un comunicado por correo electrónico en el que se decía que el departamento “revisa y ajusta regularmente los recursos en todo el departamento para mejorar la seguridad pública y abordar los patrones de delincuencia”.

El comunicado también señalaba que los tiroteos y los homicidios en toda la ciudad han disminuido, al menos en términos interanuales. Sin embargo, el estudio en torno a la asignación de personal no solo pretende reducir la delincuencia, sino también crear “eficiencia, equidad y transparencia en la dotación de personal de patrulla”, así como aislar los despliegues de la política o la presión en cuanto a dónde deben trabajar los policías.

“La asignación de los recursos del departamento de policía en la mayoría de las ciudades de Estados Unidos se basa en los deseos y la intuición de los principales responsables de la toma de decisiones y, a menudo, acaba siendo muy política y desigual”, se lee en un resumen que el laboratorio publicó hace varios meses acerca del estudio general cuando terminó el trabajo.

El proceso no es lo suficientemente ágil como para ajustarse a los picos de delincuencia o a los cambios en las pautas delictivas, añadía.

“Con demasiada frecuencia, los agentes no están disponibles cuando y en donde se les necesita con más urgencia”, decía.

Las cuestiones relativas al despliegue policial en Chicago han sido durante mucho tiempo objeto de debate y especulación política, con concejales, incluidos los de las zonas históricamente más seguras de la ciudad, que exigen más patrullas para sus vecindarios y acusan al departamento de agotar su personal.

Al mismo tiempo, al menos una demanda ha documentado las desigualdades en los tiempos de respuesta en todo Chicago.

Central Austin Neighborhood Association (CANA) llegó a un acuerdo el año pasado con la ciudad para abordar “la disparidad crónica en los tiempos de respuesta de la policía a las llamadas de los vecindarios blancos en comparación con los vecindarios que son principalmente afroamericanos y morenos”, de acuerdo con ACLU de Illinois, que presentó la demanda.

El acuerdo ordenado por el tribunal obligó a la ciudad a publicar los datos del tiempo de respuesta, pero un portavoz de ACLU dijo que es demasiado pronto como para sacar conclusiones de los datos, porque siguen siendo incompletos.

Sin embargo, los expertos le dijeron a Tribune que los tiempos de respuesta, tal y como se tratan en la demanda, son solo una pieza de una estrategia global de despliegue.

Un plan global se basa en dónde y cuándo se producen los delitos, en dónde y cuándo están los agentes en las calles y su carga de trabajo.

Algunos departamentos fijan los niveles de dotación de personal después de determinar la rapidez con la que quieren que los agentes respondan a las llamadas de servicio y el tiempo que quieren que participen de forma proactiva con la comunidad, dijo Darrel Stephens, quien ha dirigido cuatro departamentos de policía y ahora trabaja como consultor nacional de vigilancia.

Algunos grandes departamentos, por ejemplo, fijaron objetivos para que los agentes respondan a las llamadas de emergencia en un plazo de siete minutos y dediquen, en promedio, el 40 por ciento de su jornada al trabajo policial proactivo, de acuerdo con los expertos.

Stephens dijo que usaba un enfoque similar. La combinación de tiempos de respuesta rápidos y “proactividad” es lo que reduce la delincuencia y la violencia, dijo.

Stephens también dijo que no ve ninguna razón para no compartir estas estrategias de despliegue basadas en datos con el público.

“Desde mi punto de vista, no hay ninguna razón para mantenerlo en secreto”, dijo. “No hay ninguna razón para que el público no sepa en dónde están asignados los agentes y cuántos son. ¿Por qué no?”

Los funcionarios del Departamento de Policía de Chicago, cuando se les pide que hablen de cómo toman las decisiones de despliegue, suelen referirse a unos 50 puntos importantes a los que se les han destinado más recursos en función de los tiroteos.

Al mismo tiempo, Brown anunció en repetidas ocasiones el desplazamiento de recursos a zonas problemáticas, como el centro de la ciudad o CTA, a raíz de la violencia.

El departamento también se ha enfrentado a críticas por la cancelación de los días de descanso habituales de los agentes para garantizar la cobertura, con funcionarios electos entre quienes protestan ante la pérdida de tiempo para estar con la familia, en una profesión tan estresante como poco saludable para los agentes.

Este tipo de cambios no es nuevo en el ámbito policial y refleja la presión a la que se enfrentan los responsables de la policía para responder inmediatamente a un aumento de la violencia, pero también hay tensión entre hacerlo y no agotar otras unidades críticas, como se puso de manifiesto la semana pasada en Chicago.

Después del aumento de la violencia en CTA, Brown anunció que se dedicarían más recursos al sistema de transporte. El jefe de la oficina de reforma del departamento, Robert Boik, le envió a Brown un correo electrónico, que Tribune obtuvo, en el que le advertía de que los últimos cambios de personal previstos retrasarían la formación crítica de los agentes e impedirían el progreso de un mandato judicial para revisar el departamento.

En un movimiento extraordinario, Brown despidió a Boik y no ha ofrecido más comentarios acerca de los motivos.

Stephens, el experto nacional, dijo que el cambio de patrullas para responder a los picos de delincuencia es una parte de una estrategia de despliegue más amplia, basada en datos. Tiene sentido, dijo.

Pero es en esos momentos cuando las unidades flexibles e itinerantes, como los equipos tácticos, o los equipos de toda la ciudad, como los equipos de seguridad comunitaria, deben trabajar en los momentos y lugares adecuados.

“Uno de los principios de las unidades especializadas es que tienen un horario flexible [...] para poder enfrentar estos picos”, dijo Stephens. “Si te apuntas a esto es lo que estás firmando para trabajar en diferentes áreas en diferentes momentos en diferentes problemas”.

El análisis hecho por el Laboratorio de Criminalística se adjuntó a un correo electrónico interno del Departamento de Policía de Chicago, enviado al Superintendente David Brown y a otros miembros del personal de mando el 10 de marzo de 2021, de acuerdo con los registros revelados a Tribune.

Los tres análisis se titulaban “Análisis de GPS por ubicación”, “Análisis de GPS por hora del día y día de la semana” y “Recuentos de oficiales de patrulla”.

Los recuentos de agentes de patrulla incluían una tabla que mostraba cuántos agentes de patrulla de cada distrito respondían a 15 o más llamadas en un mes examinado. Se contó una respuesta cuando un oficial informó que estaba respondiendo a una llamada del 911 u otros eventos despachados, como una alerta ShotSpotter.

Para todos los distritos combinados, el número de agentes que respondieron a 15 o más llamadas al mes fue de 3,000. El departamento cuenta con 11,500 agentes jurados, la mayoría de los cuales están asignados a las patrullas.

El “Análisis del GPS por hora del día y día de la semana” incluyó una revisión de 10 años de datos de disparos, que examinó los días de la semana. En él se mostraba que, entre semana, los tiroteos alcanzan su punto álgido a las 21:00 horas, pero los fines de semana, los incidentes de disparos aumentan hasta las dos de la mañana y luego comienzan a disminuir.

El análisis examinó además los datos del GPS para tres tipos de respuestas de las patrullas en los llamados distritos de nivel uno y dos, en donde se producen la mayoría de los tiroteos: unidades de distrito no tácticas, unidades de distrito tácticas y los Equipos de Seguridad Comunitaria de la ciudad, que fueron lanzados por Brown como parte de su estrategia de lucha contra el crimen.

El periodo de análisis fue entre junio de 2020 y febrero de 2021. En las tres categorías, el número de oficiales que trabajan en el campo o en la calle parecía no estar sincronizado con el número de tiroteos en los fines de semana, de acuerdo con el informe.

En el informe de 9 páginas se han suprimido varios cuadros y gráficos, pero no las conclusiones escritas.

“El tiempo de campo del Equipo Táctico aumenta a lo largo del día hasta que comienza a disminuir durante la hora de las 22:00″, se lee en el estudio. “Las horas comprendidas entre las 0:00 y las 4:59 de la madrugada del sábado al domingo experimentan el 14 por ciento de los tiroteos, pero el 3.8 por ciento del tiempo de campo de los equipos tácticos de nivel uno y dos”.

Para las unidades no tácticas, el porcentaje de tiempo de campo fue del 5.9

y para los equipos de seguridad comunitaria fue del 4.4 por ciento, de acuerdo con las conclusiones.

El Laboratorio de Criminalística respondió a las preguntas en torno a cómo se recogieron los datos en un correo electrónico. El comunicado señalaba que los datos del GPS son limitados porque no captan la ubicación de los agentes cuando salen de sus vehículos, quizá para patrullar a pie; también dijo que el periodo de tiempo se limitaba a los meses solicitados por CPD y que sería necesario hacer más análisis para comprender plenamente las cuestiones de despliegue planteadas.

“Solo tenemos conocimiento de lo que muestran estos datos para los meses en los que CPD solicitó llevar a cabo”, puede leerse en el comunicado. “Como resultado, no sabemos si estos patrones son una continuación de las tendencias a largo plazo o una ruptura del pasado”.

Los líderes policiales nacionales advirtieron contra la precipitación de asumir que más agentes deben trabajar en las horas nocturnas.

Por ejemplo, hay eventos diurnos que requieren una buena dotación de agentes de patrulla para estar disponibles, incluyendo la dotación de personal para eventos a gran escala como marchas o eventos deportivos. Durante los turnos de día, los agentes de policía suelen ser retirados de la rotación porque están en los tribunales testificando en los casos, dijeron los expertos.

John Eterno, capitán de policía retirado de la ciudad de Nueva York y ahora profesor de justicia penal en la Universidad Molloy de Nueva York, dijo que la preocupación por el personal de los turnos nocturnos no es inusual.

“Diría que es algo que hemos visto y diría que no es inusual, particularmente en aquellos departamentos que no son eficientes”, dijo Eterno, quien no había revisado el análisis de Chicago.

Eterno también dijo que es necesario usar varias estrategias al mismo tiempo para reducir la delincuencia, desde la recompra de armas hasta la asociación con las agencias federales para atacar a los traficantes de armas. Pero el despliegue de agentes también es obviamente crítico, dijo.

“Hay una cierta relación con la reducción de la delincuencia cuando los agentes salen al campo”, dijo Eterno. “Si los agentes están en esos lugares, son visibles, hacen su trabajo y detienen a las personas que son razonablemente sospechosas, sin abusar de su autoridad, habrá un descenso en esa zona concreta”.

Un tercer análisis de 33 páginas que se le devolvió a Tribune comparaba la ubicación física de las unidades de patrulla con el lugar en donde se producen los tiroteos, de nuevo entre junio de 2020 y febrero de 2021 en los distritos más peligrosos.

El análisis clasificaba los distritos en función de la disparidad entre los tiroteos y la ubicación de los agentes en las calles. Tribune no pudo examinar en su totalidad los resultados del “Análisis GPS por ubicación”, porque el departamento lo redactó casi por completo.

No está claro si los datos han sido actualizados o usados, tampoco si la oficina del alcalde recibió alguna vez una copia de los informes.

Los correos electrónicos que han sido revelados ante Tribune muestran repetidas peticiones de la oficina del alcalde en 2021 al departamento de policía para compartir el trabajo.

El 16 de marzo, Alexander Heaton, quien en ese momento trabajaba como asesor de políticas de seguridad pública para el alcalde, le envió un correo electrónico con el asunto “Asignación de la fuerza de trabajo” a varios miembros del departamento, entre ellos al jefe de patrulla Brian McDermott y Leslie Silletti, jefa de personal del departamento, preguntando “si el Laboratorio de Criminalística se puso en contacto con nosotros acerca de esto”.

Un día después, el Laboratorio de Criminalística volvió a ponerse en contacto con el departamento.

“La oficina del alcalde lo está pidiendo”, se puede leer en un correo electrónico enviado por Sean Malinowski, en ese momento director de innovación y reforma policial del Laboratorio de Criminalística de UChicago, a un funcionario de CPD.