Pompeo dice que el “multiculturalismo” no es “algo propio de Estados Unidos”

El secretario de Estado Mike Pompeo usó sus últimos momentos en el cargo el martes para destrozar la tradición estadounidense del multiculturalismo, tuiteando que, "el despertarismo, el multiculturalismo, todos los -ismos, no tienen que ver con la identidad de Estados Unidos".

“Distorsionan nuestra gloriosa fundación y de qué se trata este país”, agregó. “Nuestros enemigos avivan estas divisiones porque saben que nos debilitan”.

Los comentarios enfurecieron a políticos y exdiplomáticos por igual, y marcaron un cambio sorprendente en el tono de los ex secretarios, que con frecuencia buscan promover la tolerancia y el multiculturalismo en su papel de máximo diplomático de la nación.

Como todos los estadounidenses que no son descendientes de indígenas, la familia de Pompeo llegó al país como inmigrantes, en su caso de la región italiana de Abruzzo.

El Departamento de Estado no respondió a una solicitud de comentarios de The Independent .

Los comentarios provocaron la indignación y la incredulidad de políticos y diplomáticos.

El congresista de California, Ted Lieu, destacó la ironía de los comentarios provenientes de alguien con los antecedentes del Pompeo, y escribió: "O eres un hipócrita o crees que estás avivando las divisiones al ser multicultural".

Otros, como el ex embajador de Estados Unidos en Senegal Lewis Lukens, sugirieron que la administración saliente, que ayudó tanto a alentar la ira en todo el país que una multitud de manifestantes pro-Trump irrumpió en el Capitolio para detener el proceso democrático, tal vez no sean las personas indicadas para predicar sobre las maneras de acabar con la división.

"Hablando de no ‘leer la habitación’", escribió en Twitter.

No es que este mensaje de anti-multiculturalismo sea particularmente impactante del Departamento de Estado bajo la administración Trump. Los negros, hispanos y asiáticos sólo representan alrededor del 15 por ciento del cuerpo diplomático de los Estados Unidos , y una de las promesas de campaña emblemáticas del presidente fue un " cierre total y completo" de los musulmanes que ingresan a los Estados Unidos.