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Qué es la 'curva invertida' y por qué todo el mundo habla de ella

La curva de rendimiento es un indicador clave para entender lo que está pasando hoy en los mercados y la economía de Estados Unidos. Foto: Getty Images.
La curva de rendimiento es un indicador clave para entender lo que está pasando hoy en los mercados y la economía de Estados Unidos. Foto: Getty Images.

Si hay un término del que todo el mundo habla en estos momentos para referirse a la situación económica que vive Estados Unidos es este: “curva de rendimiento invertida” o simplemente “curva invertida”.

¿Qué es?

Para empezar, hay que decir que la curva de rendimiento lo que hace es medir la diferencia que hay entre los intereses de la renta fija a corto y largo plazo emitida por el Tesoro de Estados Unidos.

Normalmente, se toman como referencia para el corto plazo los bonos a 2 años y para el largo plazo los de 10.

Por norma general, las tasas de interés a corto plazo son más bajas que las tasas a largo plazo, por lo que el dibujo de la curva que representa esa relación se inclina hacia arriba. En ese caso estamos ante una curva de rendimiento normal.

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Los problemas empiezan cuando los intereses de los bonos a corto plazo son más altos que los de los intereses a largo plazo, que es cuando se forma la temida curva invertida.

¿Qué significa?

Cuando los intereses de la deuda a largo plazo caen por debajo de la rentabilidad de los bonos a corto plazo significa que las perspectivas son más bien pobres, que los inversores no confían en la evolución de la economía para los próximos años.

Las expectativas del mercado son que la rentabilidad a largo plazo de esos productos seguirá cayendo o no aumentará de valor porque la economía que los soporta no continuará creciendo.

Cuando eso ocurre durante un periodo de tiempo determinado, algunos economistas lo ven como una poderosa señal de que se aproxima una recesión.

El gráfico muestra la evolución del diferencial del rendimiento entre los bonos a 2 y 10 años del Tesoro estadounidense. Sombreado en color salmón, las etapas de recesión económica, que llegan justo después de que ese diferencial de rendimiento entrara en terreno negativo.
El gráfico muestra la evolución del diferencial del rendimiento entre los bonos a 2 y 10 años del Tesoro estadounidense. Sombreado en color salmón, las etapas de recesión económica, que llegan justo después de que ese diferencial de rendimiento entrara en terreno negativo.

¿Cómo está ahora la situación?

Estados Unidos ha visto cómo su curva de rendimientos ha estado invertida durante más de tres meses y llegó a ser negativa en 0,45 puntos básicos esta semana, una distancia que no se veía desde junio de 2007.

La última vez que se invirtió la curva coincidió con la crisis de las hipotecas en Estados Unidos en 2007, que precedió a la conocida como Gran recesión.

¿Es seguro que habrá recesión?

Los datos históricos están del lado de los pesimistas: la curva se invirtió al menos tres meses antes de las últimas siete recesiones, según estudios de Campbell Harvey, profesor de la Universidad de Duke.

A pesar de ello, no está claro que suceda. Los economistas más optimistas argumentan que la situación económica de EEUU es en estos momentos sólida según sus principales indicadores: desempleo en mínimos históricos, el PIB desacelerándose pero creciendo a buen ritmo y Wall Street se mueve en máximos.

El gran problema en estos momentos se encuentra en el terreno político. Si la guerra comercial que el presidente estadounidense Donald Trump mantiene con China se prolonga en el tiempo, la economía de ambos países se resentirán y con ellas las de todo el planeta. La incertidumbre que genera a los inversores y las empresas es demasiado alta, y la incertidumbre es uno de los peores enemigos del crecimiento económico porque hace que todo se paralice a la espera de situaciones más idóneas.