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¿Qué es mejor: un robo-asesor o un buen y anticuado asesor humano?

¿Un robo-asesor es mejor que un asesor humano? (CNBC)
¿Un robo-asesor es mejor que un asesor humano? (CNBC)

En los últimos tiempos ha surgido un nuevo y encarnizado debate: ¿es mejor invertir tu dinero a través de un robo-asesor o recurrir a un asesor humano que gestione tus inversiones?

Tradicionalmente, quien te vendía los fondos mutualistas y administraba tu cartera de valores era un asesor de carne y hueso. Sin embargo, en los últimos años cada vez son más populares los robo-asesores como Wealthsimple, una moderna plataforma que ha cautivado a la generación millennial y que se publicita con los rostros de celebridades, o Betterment, “la manera inteligente y moderna de invertir”. Estos gestores evalúan el riesgo que está dispuesto a asumir el cliente y le brindan acceso a un programa de inversión diversificado que se puede configurar rápidamente y lo hace a bajo costo, usualmente es más económico que los que aplican los fondos mutualistas.

Sin embargo, tanto los robo-asesores como los asesores tradicionales tienen sus pros y contras. De hecho, quizá ni siquiera deberíamos llamar a estos agentes algorítmicos “asesores”.

La importancia del nombre

“El término robo-asesor no es adecuado para estas plataformas ya que en realidad no ofrecen asesoría más allá de la inversión”, explicó Ed Rempel, asesor financiero certificado y contador público con más de 25 años de experiencia. “El sector financiero está lleno de personas que se autodenominan asesores financieros pero que en verdad no ofrecen planes financieros adecuados. Los robo-asesores también forman parte de ese grupo puesto que usan el término “asesor” en su nombre. Deberían llamarse robo-inversores”.

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Darryl Brown, analista financiero certificado y asesor financiero independiente en Toronto, coincide en que antes de comprender lo que estos robots pueden hacer, es importante cambiar la forma en que los categorizamos. Brown, quien trabajó durante tres años en DBRS y otros siete años en Sun Life Investment Management, afirmó que el término robo-gestor de cartera es un título más apropiado.

“Se dice que los robo-asesores ofrecen consejos, pero este elemento comunicativo podría fallar y los clientes quizá no los reciban”, explicó Brown.

Las ventajas de los robo-asesores

Los robots facilitan las inversiones: puedes invertir de forma sencilla y la configuración en línea es rápida. Y para aquellos que no tienen necesidades complicadas, un robo-asesor puede proporcionar una vía directa para invertir.

“Algunos usuarios dicen que su principal preocupación a la hora de invertir es lograr hacerlo con tres clics o menos”, reveló Rempel. Los innumerables formularios que había que rellenar ahora forman parte del pasado y, en su lugar, los clientes pueden establecer sus propias configuraciones en cuestión de minutos, lo que resulta una opción atractiva para muchas personas.

Los robots ofrecen ambos enfoques de inversión: activa y pasiva, además de brindar un mayor número de opciones a los clientes.

“Algunos robots ofrecen opciones de inversión y servicios similares a los que brindan los asesores convencionales de grandes patrimonios, otros están orientados a los inversores más jóvenes y cuentan con opciones como la inversión socialmente responsable (SRI, por sus siglas en inglés)”, explicó Brown. “Otros ofrecen productos que no son precisamente del sector de la inversión, como los seguros o los grupos de RRSP”.

Por lo general, los robots son más baratos que los fondos mutualistas y ofrecen una comisión de inversión más baja en comparación que aquellos. Con los robo-asesores también se pueden eliminar algunas tarifas de gestión, dijo Brown. Un inversor puede colocar un saldo de 5.000 dólares y recibir un descuento, lo cual es un gran incentivo para algunas personas, mientras que otros robots pueden facilitar el proceso a quienes tienen cuentas mayores, como por ejemplo, cuentas de más de medio millón.

Los robots también brindan acceso a través de computadoras de escritorio o dispositivos móviles, lo cual facilita la administración de las inversiones desde cualquier sitio. Además, ofrecen a los clientes una plataforma visualmente atractiva que cuenta con “imágenes motivadoras en sus pantallas, como por ejemplo, el crecimiento potencial de una inversión mensual automática”, explicó Rempel.

“Tienen sitios web muy buenos que ofrecen una excelente experiencia de configuración y que resultan atractivos”, agregó Brown, y no hay dudas de que sus marcas ayudan a atraer a las personas. Échale un vistazo a los anuncios del Portfolio IQ de Questrade en los que los inversores canadienses descontentos desafían a los asesores financieros tradicionales, exigiendo saber por qué pagan tanto y sus ganancias son tan bajas. La marca de un robot desempeña un papel importante en su posicionamiento ante el público, más aún, cuando se trata de atraer a nuevos clientes y principiantes del sector.

“Las comisiones de los fondos mutualistas no han cambiado en décadas y esto no representaba un problema cuando los inversores ganaban entre un 10 y 12%, pero ahora los rendimientos de las inversiones se han reducido a un 10% o menos y las comisiones de los fondos mutualistas pueden restarle entre el 30 y el 35% del rendimiento de un inversor”, explicó Brown.

Las desventajas de los robo-asesores

Como se trata de plataformas bastante sencillas, en realidad los robo-asesores solo invierten en los índices. Si los inversores necesitan más asistencia y asesoramiento para ir un paso más allá, no podrán contar con los robo-asesores.

“He visto algunos robo-asesores con opciones de fondos cotizados populares, pero sobrevalorados, como los smart beta o los low volatility o con fondos cotizados con reparto de dividendos. Están ahí debido a su popularidad pero implican un rendimiento menor”, explicó Rempel. “Por tanto, recomiendo evitar los robo-asesores sino te vas a limitar a invertir en índices”.

El acceso tan fácil también puede convertirse en un problema, sobre todo cuando reaccionas de manera emocional ante determinadas noticias sobre el mundo de la inversión ya que puede conducirte a tomar decisiones precipitadas.

“Para ser un inversor exitoso no solo debes equilibrar tu cartera con tu perfil de evaluación de riesgos sino que debes ser capaz de controlar tus emociones”, comentó Brown. “Un beneficio también encierra un riesgo. Tener un acceso fácil a tus inversiones a largo plazo, teniéndolas justo al lado de tu aplicación de Instagram o YouTube, puede llevarte a tomar decisiones irracionales a corto plazo que podrían repercutir en el logro de tus objetivos financieros a largo plazo”.

Por otra parte, los robots suelen ofrecer una forma de inversión con un coste menor, pero debido a los servicios que brindan, Rempel afirma que el costo de los robots es bastante elevado.

“Son un servicio de asignación de activos, cuyo valor se calcula en un 0,1%, no en un 0,5%. El 0,5% del costo de un robot es la mitad de lo que cuestan los servicios completos de un asesor financiero (que ascienden generalmente al 1%, según Rempel), quien puede ofrecer un plan financiero general, así como un plan de jubilación, asesoramiento y preparación fiscal, asesoramiento sobre el flujo de efectivo y deudas e inversiones de calidad, es decir, aborda todas las áreas de las finanzas de un cliente”, explicó Rempel.

Algunos inversores no se sienten cómodos confiando en una plataforma en línea y prefieren a un asesor personal. De hecho, para algunos inversores es importante contar con un asesor de confianza que posea una voz humana real y sea empático, sobre todo en situaciones de crisis en un mercado estresante y cuando necesita tomar decisiones de inversión importantes.

El futuro de los robo-asesores

Los críticos de los robo-asesores no creen que los fondos gestionados por algoritmos puedan reemplazar por completo a los humanos que trabajan en una ubicación física.

“Los robo-asesores no tienen un modelo de negocio muy rentable, se han centrado en el sector menos sofisticado del mercado de los inversores inexpertos”, explicó Rempel. “En Canadá, este tipo de mercado es pequeño, quizá representa apenas el 10% del sector, y los inversores más sofisticados seleccionarán sus propias acciones o fondos cotizados. Esto hace que los robo-asesores tengan como objetivo principal a la generación millennial, lo cual significa que se trata de una gran cantidad de cuentas pequeñas. También se trata de una competición por bajar las tarifas, pero creo que la mayoría de los robo-asesores no sobrevivirán a este modelo de negocios”.

Sin embargo, la industria está innovando y desarrollando un modelo más sostenible a largo plazo.

Rich Guerrini, Director Ejecutivo de PNC Investments, señala que este sector está experimentando una transición “de robots puros (tecnología financiera y los operadores), a firmas grandes y reconocidas que están implementando los robots como parte de un conjunto general de soluciones.

“Algunas firmas de robots más pequeñas y excesivamente especializadas no sobrevivirán a largo plazo debido al alto costo de adquisición del cliente, el mínimo reconocimiento de marca, el escaso patrimonio bajo gestión y el abandono de clientes debido al servicio deficiente”, explicó Guerrini.

Algunas compañías con robo-asesores han comenzado a emplear estrategias híbridas, asociándose con planificadores financieros de pago por servicio para administrar las carteras de inversiones.

“Trabajo con un robo-asesor, de manera que les ofrezco a mis clientes las coordenadas básicas para que dirijan su plan financiero y el robo-asesor se convierte en una opción más de inversión”, añadió Rempel.

Combinar las potencialidades de los robots con las capacidades de las personas para realizar inversiones puede aliviar la carga de los inversores proporcionando más recursos y asistencia.

“Ahora algunos robo-asesores ofrecen una ‘versión profesional’ que usa la plataforma automatizada con un asesor financiero pero se invierte con un gestor de fondos”, reveló Rempel. “Hasta el momento, el robot no es el principal gestor de fondos y la elección es limitada. El verdadero poder de los robo-asesores es su facilidad de uso, no la calidad de sus inversiones. Agregar inversores profesionales puede mejorar el índice de inversión y ampliar el atractivo de los robots para clientes de mayor valor neto”.

Un buen número de robots tienen fondos con fecha objetivo, por lo que pueden invertir tu dinero durante un período de tiempo determinado y, a medida que se acerca tu fecha objetivo, se ajustan automáticamente y tus inversiones son más conservadoras. Combinar estos algoritmos con la ayuda de un asesor financiero, que puede desglosarte cifras y opciones, asesorándote para que inviertas mejor tus activos, aúna lo mejor de ambos mundos.

¿Cuál es la opción más adecuada para ti?

Antes de zambullirte por completo en el mundo de los robo-asesores, es conveniente que te plantees algunas preguntas:

  • ¿Los consejos de un asesor financiero te beneficiarán desde el punto de vista de la planificación financiera o los impuestos?

  • ¿Eres capaz de seguir el plan de manera consistente y evitar las inversiones emocionales?

  • ¿Te sientes cómodo eligiendo tus propios fondos cotizados?

  • ¿Quieres obtener una mayor rentabilidad o desarrollar una cartera más agresiva de la que ofrecen los robo-asesores?

  • ¿Necesitas hablar con alguien directamente cuando te sientes nervioso por las fluctuaciones del mercado?

  • ¿Piensas en tu cartera de inversiones solo dos veces al año? ¿Cuán importante es para ti y cuánta atención y asistencia necesitas para gestionarla?

  • ¿Necesitas servicios de planificación financiera adicionales o sientes que un asesor individualizado podrá satisfacer mejor tus necesidades financieras? Trabajar con un asesor financiero que complemente el uso de un robot para gestionar la inversión puede ser una buena alternativa.

Kathryn Kyte