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Un nuevo récord de inflación refuerza la perspectiva de mayores subidas de tipos del BCE

FOTO DE ARCHIVO: La sede del BCE en Fráncfort

FRÁNCFORT, 1 jul (Reuters) - La inflación de la zona del euro volvió a alcanzar un récord en junio al ampliarse las presiones sobre los precios, mientras su máximo podría estar aún a meses vista, lo que refuerza los argumentos a favor de una rápida subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo a partir de este mes.

El crecimiento de los precios al consumo en los 19 países que comparten el euro se aceleró hasta el 8,6% desde el 8,1%, según informó Eurostat el viernes, superando las expectativas del 8,4% e impulsado principalmente por los precios de la energía, aunque los alimentos y los servicios también contribuyeron notablemente.

La inflación lleva más de un año subiendo de forma constante, alimentada inicialmente por las perturbaciones de la oferta tras la pandemia, y ahora por los precios de la energía a raíz de la guerra de Rusia contra Ucrania.

Con más de cuatro veces el objetivo del BCE del 2%, la inflación es tan alta que corre el riesgo de quedarse estancada en niveles incómodos, mientras las empresas y los trabajadores ajustan sus precios y comportamientos salariales a la nueva realidad.

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De hecho, incluso si se excluyen los precios volátiles de los alimentos y el combustible, la inflación subyacente se mantuvo muy por encima del objetivo del BCE, lo que supone una lectura preocupante para los responsables monetarios, ya que sugiere la perpetuación del crecimiento de los precios a través de los llamados efectos de segunda ronda.

La inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y el combustible, se aceleró hasta el 4,6% desde el 4,4%, aunque una medida aún más estrecha, que también excluye el alcohol y el tabaco, se desaceleró hasta el 3,7% desde el 3,8%.

Los precios de los carburantes subieron un 41,9% en junio, mientras que los costes de los alimentos aumentaron un 11,1%, lo que preocupa especialmente a los Gobiernos porque las familias con menos ingresos gastan una parte desproporcionada de su dinero en estos artículos

La inflación de junio habría sido aún mayor, según los analistas, si Alemania no hubiera introducido medidas temporales de alivio en los carburantes y el transporte, lo que respalda los argumentos de que aún se avecinan más presiones sobre los precios.

Además de las presiones inflacionistas, el desempleo cayó a un mínimo histórico del 6,6% en mayo y, con la aparente escasez de mano de obra que paraliza partes del sector servicios, el crecimiento del empleo podría persistir, presionando los salarios y, en definitiva, la inflación.

Con un nuevo "régimen de inflación" que amenaza la estabilidad de los precios a largo plazo, los bancos centrales de todo el mundo están endureciendo su política monetaria con rapidez, aun a costa de ralentizar o incluso hacer caer el crecimiento.

El BCE, que lleva muchos meses de retraso con respecto a sus homólogos, también empezará a subir los tipos este mes, inicialmente en 25 puntos básicos, pero los datos del viernes refuerzan los argumentos a favor de un movimiento mayor, de 50 puntos básicos, en septiembre.

A partir de entonces, los tipos seguirán subiendo, aunque los responsables monetarios no se ponen de acuerdo sobre cuánto será necesario, ya que el crecimiento se ralentiza y las amenazas de cortes de suministro de gas aumentan la perspectiva de una recesión.

Los mercados prevén un total de 143 puntos básicos de subidas de tipos para finales de año, lo que indica que se esperan subidas en todas las reuniones de política monetaria durante el resto del año, varias de ellas superiores a 25 puntos básicos.

El tipo de depósito del BCE, situado en el -0,5%, ha estado en territorio negativo desde 2014.

(Reporte de Balazs Koranyi; edición de Frank Jack Daniel; traducción de Darío Fernández)