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Los rastreos de COVID-19 en Alemania continúan mientras surge la polémica

Berlín, 2 ago (EFE).- El rastreo de contagios de la COVID-19 se lleva a cabo en una gran capital como Berlín con equipos que dedican unos treinta minutos de media por persona para reunir datos, tarea no exenta de polémica en Alemania, con críticas al uso policial de esa información.

En el distrito berlinés de Tempelhof-Schöneberg los responsables de sus servicios de Salud gestionan al personal que se dedica a tareas de detección de contagiados, gestión de sus datos, planificación de tomas de muestras y archivo y organización.

Su departamento de Salud indica que disponen del número de empleados para esas tareas que corresponden a las normas vigentes en todo el país, es decir, cinco por cada 20.000 habitantes.

Pero una de sus responsables, Jana Kellermann, reconoce a Efe que "el número de empleados desplegados diariamente, incluidos los fines de semana y días festivos, debe adaptarse continuamente a la situación epidemiológica actual".

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"El departamento de salud proporciona la mayoría de los empleados, pero también recibimos apoyo personal de la oficina del distrito y, si es necesario, también del ejército y el RKI" (el Instituto Robert Koch, la instancia epidemiológica de referencia en Alemania), completa Kellermann.

Explica además que el número de casos que gestionan varía de un día a otro, de unos pocos casos a una lista más amplia de personas de contacto de los contagiados, y que además se presta apoyo a entidades médicas y residencias de ancianos.

El sistema de rastreo alemán ha sido mencionado como uno de los elementos que ha podido explicar la baja incidencia relativa en Alemania de la pandemia, unido a un sistema sanitario fuertemente descentralizado con acceso a multitud de laboratorios regionales y dotado de un elevado coeficiente de camas de cuidados intensivos por habitante.

Según los últimos datos actualizados del RKI, en Alemania se han detectado 209.653 casos de COVID-19, con un total de 9.148 fallecidos hasta este fin de semana; en los últimos días se ha registrado un incremento de nuevos contagios -955 en 24 horas, el sábado-, como en otros países europeos.

ENTRE 20 Y 30 MINUTOS DE TRAMITACIÓN POR CASO

"Como norma, se necesitan entre 20 y 30 minutos para la tramitación de cada caso", explica Kellermann, quien describe el inicio del rastreo: comienza con una valoración inicial de lo prioritario que puede ser un contagio y que incluye el contacto telefónico con la persona afectada.

Al contagiado se le pregunta por los síntomas observados, eventuales factores de riesgo, estancias hospitalarias previas, si tiene las condiciones para cumplir con una cuarentena y medir constantes como la temperatura corporal dos veces al día, así como una descripción de contactos personales que haya podido tener.

Se trata de un proceso de obtención de información, que añade Kellermann, también se sigue con las personas que hayan tenido contacto con el contagiado.

"Tan pronto como una persona de contacto informa de la existencia de síntomas asociados con el coronavirus, el departamento de salud hace una toma de muestra a domicilio", agrega la funcionaria.

Kellermann precisa que esa prueba tiene que hacerse en la medida de lo posible el mismo día en que se comunica el caso, "con el fin de enviar a la cuarentena a los posibles contactos asintomáticos positivos a tiempo"; entre 5 y 7 días después se vuelve a hacer la toma de muestra.

En este distrito berlinés, asegura, se mantiene el contacto y acompañamiento con los ciudadanos "durante todo el período de cuarentena".

Para el éxito del proceso es necesario que haya "personal suficiente", concluye Kellermann, que indica que el procedimiento de detección y seguimiento ya fue establecido antes de la pandemia del coronavirus "en relación con otros agentes infecciosos".

Y sobre el empleo de la aplicación para rastreo mediante teléfonos móviles lanzada por las autoridades alemanes, conocida como "Corona Warn-App", reconoce que solo una persona acudió a sus servicios por haber detectado a través de ese sistema que pudo haber tenido contacto con personas infectadas.

POLÉMICA POR EL USO POLICIAL DE DATOS

El sistema de rastreo de casos no está libre de controversia, como la surgida en Baviera, en el sur del país, donde la incidencia de la pandemia fue desde el comienzo mayor que en el resto de Alemania.

Allí la eventual utilización de los datos personales que se solicitan en bares, terrazas y restaurantes a los clientes para facilitar la labor de rastreo de posibles casos ha causado una polémica en la que se han pronunciado las autoridades regionales.

Los restaurantes alemanes registran esos datos por orden de las autoridades sanitarias con el fin de ayudar en el rastreo de las posibles cadenas de infección, pero se ha informado de casos en Hamburgo, Hesse y Renania-Palatinado en los que la policía también había accedido a ellos.

El ministro bávaro de Interior, Joachim Hermann, ha rechazado las críticas a ese uso por considerar que los datos así obtenidos y utilizados por la policía pueden "proporcionar enfoques de investigación importantes en casos individuales".

"Nuestros ciudadanos esperan con razón que la policía haga todo lo posible para proteger e investigar delitos. A este respecto, no puedo entender las críticas", declaró Hermann este viernes al grupo de medios Funke.

No compartió su opinión el comisionado de turismo del gobierno federal, Thomas Bareiss, quien pidió cautela a las autoridades policiales a la hora de emplear los datos que voluntariamente dejan los clientes en establecimientos hosteleros.

"El cliente también debe poder confiar en la protección de datos. Todo lo demás también socava la credibilidad de la política y crea una enorme incertidumbre en los restaurantes", advirtió Bareiss al respecto del empleo policial de los detalles personales así obtenidos.

(c) Agencia EFE