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Recomendado de cine: cinco películas para viajar por Londres sin moverse de casa

Recomendado de cine: cinco películas para viajar por Londres sin moverse del sillón
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La banda británica que fue liderada por Pete Doherty, Babyshambles, editó en 2006 una canción titulada “Albion” que captura con un tono poético y algo melancólico lo que implica recorrer el Reino Unido, especialmente Londres. Doherty nos invita a encontrarnos en lugares como Deptford y Catford, en la parada de una estación, o en esas rojas cabinas telefónicas, para luego hablar mientras se toma “gin en tazas de té”, con “hojas en el césped” alrededor. Se trata de una composición que sintetiza en poco más de cuatro minutos la historia de la ciudad, el contraste entre lo clásico y lo moderno, con descripciones tan vívidas que uno hasta puede sentir esa llovizna tan distintiva al escucharla.

Las siguientes películas también logran ese propósito. Desde retratos que van desde Camden Town hasta Notting Hill, todas, a través de relatos y miradas bien diferentes, nos transportan a Londres con fotogramas memorables.

*UN LUGAR LLAMADO NOTTING HILL

Un lugar llamado Notting Hill
Un lugar llamado Notting Hill


Un lugar llamado Notting Hill

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Una de las mejores comedias románticas escritas por el británico Richard Curtis -con dirección del recientemente fallecido Roger Michell- partió de una pregunta que el guionista se hizo en unas jornadas de insomnio. “Varias noches cuando no me podía dormir pensaba en algunos componentes para escribir una nueva historia y lo que pensaba con frecuencia era cómo sería si un día yo visitara a mis amigos con quienes ceno una vez por semana y la persona más famosa del mundo estuviera también ahí, y todo salió de imaginar ese escenario”, declaró el realizador de Cuestión de tiempo. Un lugar llamado Notting Hill no solo es un triunfo por cómo construye progresivamente la química entre la estrella de cine Anna Scott (Julia Roberts) y William Thacker (Hugh Grant), el dueño de una librería de viaje, sino por cómo recorre Londres resignificando los espacios.

Desde ese district ubicado en el borough de Kensington y Chelsea -donde pasan las estaciones en un montaje que pone al descubierto el duelo de William ante la ruptura con Anna-, hasta la famosa librería y la puerta azul de un departamento donde vivió el propio Curtis, el film pone el acento en el aspecto más posh de la ciudad pero culmina en un parque donde pueden convivir tanto la celebridad más buscada como el hombre de perfil más bajo.

*BLOW UP

Blow Up
Blow Up


Blow Up

La obra maestra indiscutida de Michelangelo Antonioni toma como punto de partida el cuento de Julio Cortázar “Las babas del del diablo” -que integra su obra Las armas secretas-, que subyugó tanto al cineasta, al punto tal de que él mismo quiso adaptarlo, con todo lo que ello implicaba. El film se terminó convirtiendo en uno de los más fascinantes de la obra del realizador de La noche, con David Hemmings en el papel de Thomas, ese fotógrafo que trabaja en el mundo de la moda por encargo y que, mientras pasea por un parque, comienza a capturar imágenes de una pareja que se encuentra entablando una charla en el lugar.

Al ser descubierto, la mujer, Jane (interpretada por Vanessa Redgrave), lo chantajea para que le devuelva el rollo, el punto de partida de este thriller que, como el cuento de Cortázar, habla ni más ni menos que sobre la mirada, el concepto de subjetividad, la diferencia entre mirar y ver, y la quizá falsa dicotomía entre realidad y ficción. Como el propio autor escribe en su cuento, todo pasa por “desnudar a las cosas de tanta ropa ajena”. El director de fotografía Carlo Di Palma capta con frialdad el Londres sesentoso en su approach del West End en pleno apogeo del movimiento mod, y del edificio de The Economist, acaso un reflejo de ese protagonista a quien encontramos sumido en la monotonía que súbitamente es sacudido en un día cualquiera en el que aprende, a la fuerza, cómo abstraerse de lo que tiene delante suyo para elegir qué ver de ese conjunto.

*BEEN SO LONG: Y TODO CAMBIÓ

Been So Long: Y todo cambió
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Been So Long: Y todo cambió (Archivo/)

El largometraje del británico Tinge Krishnan se basó en el musical homónimo de Ché Walker, estrenado en 2009, y desembarcó en 2018 en Netflix, con la gran Michaela Coel como protagonista. Se trata de un drama romántico con viñetas musicales de clara impronta independiente, con un foco más intimista que hace que esos números musicales carezcan de un efecto bombástico pero logren mayor conexión entre sus protagonistas. Cole -quien este año ganó merecidamente el Emmy por su guion para la serie que concibió y lideró, la extraordinaria I May Destroy You- interpreta a Simone, una madre soltera quien, persuadida por su mejor amiga, decide volver a salir para conocer a alguien luego de años de relegar ese aspecto de su vida. En un bar casi vacío comienza a interactuar con Raymond (Arinzé Kene), un exconvicto de quien se termina enamorando a pesar de su reticencia.

Been So Long: Y todo cambió no inventó la pólvora, pero es un muy buen exponente dentro de la cantidad de films que exploran, con dos personajes en el centro y una buena conversación en una larga caminata, los conflictos existenciales que llegan con la madurez y las responsabilidades adquiridas. Cole y Kene forman una excelente dupla, y Krishnan retrata el encanto de Camden Town como no podía ser de otra manera: con ese hermoso caos, la música incesante y la curiosidad como motor para descubrir a figuras importantes de la cultura alternativa. Por otro lado, la película crea una bella secuencia en el parque Primrose Hill donde los protagonistas se enfrentan a un momento bisagra mientras contemplan la ciudad.

*PADDINGTON

Paddington
Paddington


Paddington

Tanto Paddington como su secuela no solo son dos grandes películas sino también son indiscutiblemente british, al poner en el centro a ese oso que llegó desde Perú a la estación de la que tomó su nombre y en donde nos podemos encontrar con su estatua y con una tienda, entre otros homenajes al querido personaje protagonista de la extensa obra de Michael Bond. Las adaptaciones de Paul King -coescritas por el director junto a Hamish McColl primero y a Simon Farnaby después- son encantadoras, con gags que no fallan nunca y con la perfecta voz de Ben Whishaw para Paddington, quien al conocer a la familia Brown puede repensar su propio pasado, además de cambiar la cotidianidad de quienes lo adoptan.

El Museo de Historia Natural, el Palacio de Buckingham, Primrose Hill, Portobello Road, y Maida Vale son algunos de los puntos neurálgicos de Londres que, como el propio Paddington, son contemplados con una mezcla de fascinación e ingenuidad, una de las armas secretas del perfecto díptico de King.

*BODA REAL

Boda real
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Boda real (Archivo/)

El gran Stanley Donen, realizador de clásicos como Cantando bajo la lluvia y Un día en Nueva York, estrenó en 1951 Boda real, otro musical brillante, protagonizado por Fred Astaire y Jane Powell, quienes interpretan a Tom y Ellen Bowen, dos hermanos que son estrellas de Broadway y que buscan aprovechar la inminente boda real de Isabel II y Felipe de Edimburgo para presentar su obra en Londres y triunfar allí en 1947.

En ese proceso, ambos conocen a dos personas de quienes se enamoran de inmediato, aunque ambas relaciones no estarán exentas de obstáculos, superados para ese glorioso final de la película que buscaba homenajear la relación entre Astaire y su propia hermana, la bailarina Adele Astaire, y que se convirtió en uno de los grandes éxitos de la MGM.