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La UE no puede expulsar a un país miembro aunque viole valores fundamentales

Bruselas, 24 jun (EFE).- La Unión Europea no tiene previstos en sus tratados mecanismos legales para expulsar a uno de sus Estados miembros; al contrario, debe ser un Gobierno concreto el que solicite la salida del club comunitario tal y como hizo el Reino Unido tras el referéndum del Brexit hace ahora cinco años.

El asunto ha salido a la palestra tras unas incendiarias declaraciones del primer ministro neerlandés, Mark Rutte, que ha afirmado que Hungría -que acaba de promover una legislación para prohibir que se hable de la orientación sexual en las escuelas- "ya no tiene cabida en la UE".

En los mismos comentarios, no obstante, reconoció que él no puede "expulsar" a Hungría por su cuenta de la UE, "ni siquiera los otros 26 Estados miembros" pueden hacerlo.

Efectivamente, los tratados comunitarios no recogen mecanismos para expulsar a un Estado miembro, ni siquiera aunque éste viole los valores fundamentales comunitarios que recoge el artículo 2 de los tratados, de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos.

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La única opción para que un Estado miembro abandone la Unión Europea es que dicho país lo pida a través del artículo 50, que introdujo el Tratado de Lisboa en 2009 y recoge que "todo Estado miembro podrá decidir, de conformidad con sus normas constitucionales, retirarse de la Unión".

Este fue el artículo que activó el Reino Unido en marzo de 2017, meses después de que la opción de marcharse se impusiera en el referéndum de junio de 2016. Se abrió entonces el plazo en el que Londres negoció con Bruselas los detalles de su retirada, inicialmente de dos años pero que acabó extendiéndose a casi tres por los sucesivos retrasos en las conversaciones.

La ministra de Justicia de Hungría, Judit Varga, ha advertido este mismo jueves de que las palabras de Rutte "no son más que otro episodio de la serie de chantaje político" y ha afirmado que Hungría "no quiere salir de la Unión Europea" sino "salvarla de los hipócritas".

Ante un Estado miembro que no quiere marcharse, la única opción del bloque comunitario para tratar de reconducir su comportamiento es la activación del artículo 7 de los tratados, un mecanismo de protección de los valores fundamentales de la UE que prevé en última instancia la retirada del derecho a voto del país infractor en el Consejo.

Tanto Hungría como Polonia tienen expedientes abiertos con Bruselas bajo este artículo desde hace varios años y están en diálogos con el Consejo y la Comisión para intentar solventar las preocupaciones comunitarias sobre sus derivas autoritarias y problemas con la independencia judicial.

Sin embargo, es muy improbable que el proceso acabe con la retirada a voto en el Consejo de Budapest o Varsovia, ya que este paso -el último en el mecanismo- requiere la unanimidad de todos los Estados miembros y tanto Hungría como Polonia siempre van a protegerse entre sí y vetar que el otro sea sancionado.

En 2020 se incluyó también en la normativa del presupuesto europeo una nueva condicionalidad que vincula la entrega de fondos con el cumplimiento de los valores europeos cuando los intereses financieros del bloque comunitario estén en peligro, pero Hungría y Polonia recurrieron el mecanismo ante la justicia europea y éste aún no ha comenzado a aplicarse.

(c) Agencia EFE