Yahoo Finanzas Salario mínimo subirá 20% en 2023, anuncia AMLO —ahora será de 207 pesos
El salario mínimo para 2023 subirá 20%, dio a conocer este jueves el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para el siguiente año, la cifra pasará de 172 a 207 pesos, esto tras un acuerdo entre el sector industrial y empresarial.
«Hoy, muy temprano, se reunieron y hay consenso. Es decir, sector obrero, empresarial y gobierno coinciden una vez más en el incremento al salario mínimo», comentó.
En su participación, la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, explicó los detalles del acuerdo, donde fue aceptado por unanimidad por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami).
«A partir del 1 de enero del próximo año, el salario mínimo general pasará de 172 pesos diarios a 207 pesos. Es un incremento de 1,052 pesos al mes. También se definió un incremento de 20% en la zona libre de la frontera norte, (que se ajustará) de 260 a 312 pesos al día; es un (cambio de) 1,084 pesos mensuales», destacó.
Alcalde señaló que es el quinto incremento relevante que se realiza en los últimos tiempos por parte de la Conasami.
«6.4 millones de trabajadores serán beneficiados con esta política (…); se incrementará su poder adquisitivo, dará dinamismo a su economía local, al mercado interno y se apoyarán no solo directamente (a las personas), sino a sus familias», puntualizó.
Sumado a lo anterior, la titular de la STPS comentó que, en términos reales, este ajuste permite la recuperación de 90% del poder adquisitivo del salario mínimo, esto en un periodo entre 2018 a 2023.
¿Qué es el salario mínimo?
De acuerdo con BBVA, el salario mínimo es la cantidad más baja que deben recibir las personas trabajadoras por sus servicios en una jornada laboral.
«Pueden ser generales, por área geográfica o por tipo de profesión. Son fijados por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), integrada por representantes de los trabajadores, patrones y el gobierno. Su objetivo es que alcance para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer la educación básica a los hijos», refiere en su sitio web.
¿De qué manera debemos interpretar ese ajuste?
En entrevista para Business Insider México, el economista y columnista de este medio, Carlos Brown, expuso que el incremento al salario mínimo es parte de la continuación de una de las promesas del presidente López Obrador.
«Es la recuperación paulatina y progresiva del salario mínimo, dado el rezago que tuvo este indicador en los últimos 30 a 35 años. Venía de niveles de rezago muy considerables, incluso comparado con países de desarrollo similar», declaró.
Lo que destaca en esta ocasión, agregó, es que se estimaba un alza mayor a la anunciada.
«La capacidad de negociación, en esa mesa tripartita con sector obrero y empresarial, se vio mermada por la crisis de costo de vida que está pasando el país y el mundo entero (…). Es relevante (el cambio) porque las medidas no han implicado que las personas sean quienes asuman (restricciones) como ocurría en los 90, (por ejemplo) en Argentina (…). Es una buena señal que se esté dando la recuperación (del sueldo) (…), pero también refleja (el momento) de costo de vida de la población mexicana, con incrementos considerables en precios de alimentos, que es lo que arrastra la inflación en México», consideró.
La inflación
Brown señaló que, en materia inflacionaria y si repercute o no el incremento salarial en ella, lo que se debe revisar es el efecto «traspaso».
«Ahora mismo hay una discusión sobre si las medidas impulsadas en la frontera norte tuvieron un efecto. Lo que parece ser, hacia donde apunta la evidencia o el debate, es que Luis Munguía, quien preside la Conasami, estableció en una investigación que no había existido (ese fenómeno), es decir, aumentos en salario mínimo no (tuvieron) efecto en los precios. Lo que encuentra la nueva evidencia, no es que no haya (ocurrido), sino que las bajadas en el IVA y en el ISR absorbieron y compensaron el traspaso. Dicho en cristiano: hay que estar revisando este efecto y todo apunta a que no basta con una sola medida. Hay que plantear un paquete más claro, federal y completo que permita reducir implicaciones (y afectaciones) de la inflación en el costo de vida de las personas», aseveró.
¿Cuáles son las repercusiones?
Según Brown, las repercusiones en el aumento del salario mínimo dependerán, en el caso de las personas trabajadoras, de si ganan o no con este parámetro.
Para ese grupo «seguramente les permitirá hacer frente a la inflación de una mejor manera, siempre y cuando el traspaso del precio no sea considerable. No tenemos evidencia para decir si habrá o no (el fenómeno)», ahondó.
El experto recalcó que no debemos olvidar que este sector, el que obtiene el salario mínimo, está dentro de la línea de pobreza.
«Son personas que trabajan para vivir en la pobreza. Esto es muy importante: aún con el salario mínimo, sigue estando por debajo de la línea de bienestar. Ellas se encuentran en pobreza laboral (…). No es una medida que sea suficiente para paliar los efectos que ha tenido en el resto de la población, quienes ganan más, en términos de inflación», hizo hincapié.
¿Qué ocurre con las empresas?
El columnista de Business Insider México comentó que una de las primeras acciones que deben tomar las compañías ante el alza en el salario mínimo es pagar mejores sueldos.
«Ya no pueden estar obteniendo las ganancias a costa de los salarios de las personas. Es un mensaje de esta administración y que debemos ver como sociedad (…). El salario mínimo no puede ser la fuente de ganancias de las compañías, estas deberían obtenerlas de otras (vías), no de precarizar a sus trabajadores. Es un (tema) que no debemos olvidar. Aún ganando el salario mínimo, te encuentras en la línea de pobreza. Aunque trabajes 40, 48 horas a la semana, no es suficiente para cubrir ni siquiera el umbral de satisfacción de las familias», aseguró.
En entrevista para este medio, Salvador de Antuñano, director de Recursos Humanos de Grupo Adecco México, apuntó que el ajuste puede desequilibrar los planes de las organizaciones.
«Finalmente, estos conceptos son parte del gasto de personal. Se tienen que cumplir; no es negociable. Debes tener una salud financiera organizacional fuerte, una planeación organizacional importante para afrontar estos incrementos que, no necesariamente, están previstos. Deberemos ajustarnos en proveedores o en otras circunstancias», destacó.
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