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Seis claves para armar un buen currículo

En su libro argumenta que hay que tirar el currículum porque en realidad tiene una mínima influencia para conseguir un trabajo."Nunca he sido un fan de los currículums", dice Gary Burnison, especialista en captar talento y autor de "Tira el currículum, consigue trabajo" (Lose the Resume, Land the Job).

Aunque lo de tirarlo a la basura es en realidad una exageración con la que Burnison quiere transmitir que no es un factor decisivo. "La mayoría de los expertos no te dice que el currículum solo influye un 10% en la decisión de contratar a alguien", le explica a BBC Mundo Burnison.

"La gente envía currículum ciegamente, esperando que alguien los rescate del mar. Eso no funciona". ¿Y cuál es el factor clave para conseguir el empleo que quieres?

"Es absolutamente necesario que tengas alguien que te respalde. Que de fe de tus logros y de cómo has marcado la diferencia", argumenta el especialista.

Entonces... de todos modos, hay que escribirlo. "He recibido miles de currículum durante mi carrera", cuenta el director ejecutivo de la consultora laboral Korn Ferry, una firma especializada en seleccionar y contratar personas en distintos países.

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Y agrega que ha visto de todo: largos, cortos, aburridos, difíciles de leer, con faltas de ortografía. Pero otros lo han impresionado favorablemente. Uno en particular, que tenía estos seis elementos:

Tenía dos páginas de extensión, algo deseable si tienes más de diez años de experiencia.

Había bastante espacio en blanco y estaba agradablemente organizado: un buen espacio interlineal, el nombre de las empresas en negrita, títulos en itálica y detalles de los trabajos escritos como una lista separada por puntos.

Y sin ningún error de tipeo. La fuente de la letra debe ser simple y fácil de leer.

El currículum contaba una historia sobre la carrera laboral. No tenía espacios temporales en blanco (que no se sabe qué hizo el candidato).

Estaba claramente especificado el antes y el después de cada empleo. Se veía un patrón de ascenso.

En otras palabras, la cronologías de los empleos -ordenados desde el más reciente al más antiguo- mostraba una clara progresión.

No estoy interesado en la descripción del trabajo que hacías. Lo que realmente nos interesa a los empleadores es detectar si eres un candidato que está sobre la media y que puede entregar resultados medibles.

Es importante destacar tus responsabilidades y tus logros. Por ejemplo, en vez de decir "aumenté las operaciones en mercados internacionales" es mejor decir "expandí las operaciones en ocho países de América Latina".

En vez de decir "dirigí los equipos de marketing y ventas" es mejor decir "supervisé los equipos de marketing y ventas, y logré un crecimiento anual de 15%, con un 0,5% del presupuesto".

No tenía discrepancias que levantaran banderas rojas de alerta. Todo era creíble y los números no eran exagerados.

Tenía links al perfil en LinkedIn del candidato y a su página web profesional, que incluía un portafolio con su trabajo.

Eso me facilitó analizar la veracidad del currículum e hizo ver al candidato como una persona honesta. ¿Mi consejo? Di la verdad.

No había afirmaciones genéricas o de alto nivel como "creativo", "trabajador", "orientado a los resultados", "excelente comunicador" o buen "jugador de equipo". Evita ese tipo de frases y utiliza verbos que muestren acción.

Por ejemplo, en vez de "excelente comunicador" es mejor decir "hice presentaciones cara a cara en reuniones con clientes y en eventos para reclutar estudiantes".

En vez de decir "altamente creativo" es mejor decir "diseñé e implementé una nueva aplicación global de monitoreo".

No todos tienen un contacto en la empresa donde quieren trabajar pero conocer a alguien que pueda dar referencias sobre tu trabajo es la manera más efectiva de llamar la atención de un empleador.

El hecho de que este currículum llegó a través de una recomendación de parte de un respetado colega, jugó una papel significativo en prestarle atención.

Repartir tu currículum por todas partes no te llevará a ninguna. Las empresas reciben muchos y la mayoría ni los abren.

Si no tienes un contacto, encuentra a un amigo de un amigo que conoce a alguien que trabaja dentro de la firma.

Luego, invita un café a ese potencial referente. Cuando has creado una genuina relación, háblale sobre el trabajo en el que estás interesado y pregúntale si podría recomendarte.

"Un error que la gente siempre comete es poner el foco en lo que han hecho y no en lo que han logrado", explica Burnison. "Cortan y pegan la descripción de su trabajo".

Pero lo importante, argumenta, es mostrar el progreso que has hecho entre un empleo y el otro, destacando siempre el valor que agregaste. En dos palabras: tus logros.

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