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La desesperación por lograr medicinas lleva a los chinos a fabricarlas en casa

¿Qué puedes hacer cuando no puedes acceder a los medicamentos para tu madre que muere de cáncer?

En China los fabricas tú mismo siguiendo las instrucciones que encuentras en internet o viajas cada vez que puedes a India para comprar la versión genérica y traerla de vuelta, con el riesgo de que las autoridades la decomisen en la aduana.

Este es el drama que sufre un creciente número de chinos que no encuentran las medicinas necesarias porque el sistema tarda hasta 10 años en aprobar un medicamento que ya se vende desde hace varios años en Estados Unidos, Europa o los países vecinos.

Un caso real

La mamá de Zhang Zhejun padecía cáncer de pulmón y necesitaba algunos medicamentos que el sistema de salud en China no ofrece o deben ser adquiridos por precios excesivamente caros.

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Sin ninguna experiencia médica o farmacéutica comenzó a fabricar en casa las medicinas que necesitaba, adquiriendo una báscula electrónica y siguiendo paso a paso las instrucciones que encontró en Internet para poner las cantidades precisas de cada compuesto químico.

El medicamento que fabricaba no había sido aprobado por los reguladores en China, pero los ingredientes se consiguen en varios sitios de comercio electrónico que los ofrecen ante la creciente demanda de una población que envejece rápidamente y no cuenta con un servicio de salud adecuado.

“No tenemos derecho a escoger. Solo queda esperar que los vendedores sean personas con conciencia”, aseguró Zhang a The New York Times.

Una mujer toma su medicina en Pekín, China, el 23 de junio de 2016. REUTERS/Kim Kyung-Hoon/File Photo
Una mujer toma su medicina en Pekín, China, el 23 de junio de 2016. REUTERS/Kim Kyung-Hoon/File Photo

En su desespero buscando ayuda para su madre, hizo una búsqueda en la red sobre qué se debe hacer cuando un paciente desarrolla resistencia a un medicamento y encontró un foro llamado “Baila con cáncer”, en el que un participante que sufre de cáncer había escrito manuales sobre cómo hacer medicinas caseras.

Así empezó su propia aventura de fabricar los medicamentos para su mamá, adquiriendo los ingredientes para hacer fármacos para tratar el cáncer de pulmón, gastando poco más de 150 dólares al mes por los ingredientes, comparados con los 1.000 que cuesta la medicina.

Después de un tiempo esos medicamentos también dejaron de servir y Zhang encontró en los manuales otros que ayudaban a su madre a paliar la enfermedad. Pasaba noches en vela investigando y buscando proveedores para los ingredientes de las nuevas medicinas que ella necesitaba.

“No sabes si lo que tienes enfrente es un pozo o un camino. Pero debes seguir adelante, no te puedes detener”, dijo.

Dos años estuvo Zhang fabricando en casa los medicamentos para su madre pero finalmente en octubre de 2017 ella murió por un sangrado gastrointestinal y bronquitis aguda. Es la hora que él no sabe si los fármacos que fabricó fueron los detonantes que desencadenaron la muerte de su madre.

Historia de película

La otra forma de adquirir medicinas que no se pueden comprar en China por las demoras del paquidérmico sistema burocrático quedó evidenciada en la premiada película “Dying to Survive”, que relata la historia real de un enfermo de leucemia que inicia un club de contrabandistas de medicinas desde la India.

El éxito en la taquilla de este hombre que dirigía un club para contrabandear medicamentos genéricos de la India para salvarse a sí mismo y a otros, obligó hace poco al gobierno a presionar un recorte en los precios de las drogas y acelerar el proceso para que los nuevos medicamentos sean aprobados para su venta en China.

Un hombre utiliza una lupa para ver la descripción de un medicamento en una caja de medicina en una farmacia de Dandong, provincia de Liaoning, China. REUTERS/Jacky Chen/File Photo
Un hombre utiliza una lupa para ver la descripción de un medicamento en una caja de medicina en una farmacia de Dandong, provincia de Liaoning, China. REUTERS/Jacky Chen/File Photo

Eso no significa que las compañías aseguradoras de salud las ofrezcan como parte de su planes, antes deben pasar otra exhaustiva y demorada revisión para poder ser ofrecidas a sus clientes.

Los precios bajos hacen que muchos estadounidenses viajen a México o Canadá para comprar las medicinas que necesitan, otros de Rusia viajan al Reino Unido en busca que medicamentos genéricos de bajo costo.

Muchos chinos acuden traficantes de medicamentos desde la India, donde los precios son mucho más baratos y los genéricos en muchas ocasiones ofrecen tratamientos más novedosos que los que se pueden tener en China. Sin embargo, deben asumir el riesgo de que no cuentan con el respaldo de reconocidas farmacéuticas.

Prácticamente una condena a muerte

En China cada año hay 4,29 millones de casos nuevos de cáncer cada año y 2,81 millones mueren anualmente por esta causa. Solo un 30 por ciento de los enfermos tienen una tasa de supervivencia mayor a cinco años, menos de la mitad que en Estados Unidos, y la principal causa es que no cuentan con las medicinas necesarias, según un estudio de 2014 publicado en el International Journal of Cancer.

Aunque el 95 por ciento de la población china está cubierta por algún tipo de seguro médico público, la cobertura se centra principalmente en la atención médica básica y excluye muchos tratamientos o medicamentos contra el cáncer que salvan vidas.

Después del éxito de la cinta “Dying to Survive”, algunas farmacéuticas internacionales decidieron recortar los precios de los medicamentos para tratamientos contra el cáncer y enfermedades crónicas, mientras el gobierno chino comenzó a acelerar la aprobación de medicamentos que se pueden vender dentro de país.

Asimismo, la administración estatal de drogas anunció recientemente que los medicamentos de reconocidas marcas internacionales podrían usar los ensayos clínicos realizados previamente en el extranjero como parte de proceso para ser aprobadas en China, reduciendo en buena medida el tiempo del periodo de aplicación. Anteriormente, las drogas extranjeras ya aprobadas en el extranjero debían ser probadas nuevamente en China.

Todos estos cambios en la administración y regulación de medicinas en China, así como los recortes en los precios de las medicinas por parte de las grandes farmacéuticas internacionales fueron posibles gracias a una película de bajo presupuesto que muestra un problema que sufren muchos pacientes con enfermedades crónicas alrededor del mundo.

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