Ante una posible suba de tasas de interés, ¿conviene adelantar compras en cuotas?
En una economía absolutamente desperfilada y sin referencias de precios, hay que aprovechar todas y cada una de las oportunidades que se presentan para que los recursos mensuales rindan al máximo.
La información es clave para la toma de decisiones y en las próximas horas se sucederán una serie de datos decisivos que pueden marcar el sendero financiero de las próximas semanas.
El calendario oficial del INDEC señala que este miércoles a las 16, el organismo dará a conocer la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de agosto.
Ya hay dos datos oficiales dispares, pero que marcan que la inflación del mes pasado superó los dos dígitos: en la Ciudad de Buenos Aires trepó a 10,8% y en Córdoba a 12,5%.
Las estimaciones de las consultoras privadas se manejan en esos rangos y esto implica una aceleración de casi 4 puntos por sobre el aumento de julio.
Tasas: todas las miradas sobre el Banco Central
Cuando se conozca el dato de inflación a nivel nacional, todas las miradas virarán hacia el Banco Central para tratar de determinar si modificará o no la actual tasa de política monetaria, que es de 118% anual, que redunda en un 9,5% mensual.
El BCRA define: esta semana puede haber novedades sobre las tasas.
La entidad a cargo de Miguel Pesce se verá contra la espada y la pared, ya que hace apenas un par de semanas se firmó el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde el organismo fijó claramente que la tasa de interés tiene que ser positiva.
Esto quiere decir que si finalmente el INDEC dice que la inflación de agosto está más cerca del 11% que por debajo del 10%, la autoridad monetaria deberá ajustar la tasa de política monetaria.
Esto, inmediatamente, puede disparar un incremento en la tasa de interés de todo el sistema de crédito, especialmente el destinado a consumo. Por tanto, quienes estén por estos días madurando la decisión de compra de cualquier bien o servicio en cuotas que no corra por las líneas subsidiadas por el Estado (Ahora 12 o créditos especiales a Pymes o microemprendimientos) debiera acelerar la decisión para anticiparse a un posible aumento en el costo del financiamiento.
El Directorio del Banco Central se reúne habitualmente los jueves pero no se descarta que, en caso que el número del INDEC sea muy alto, adelante la comunicación para el mismo miércoles. Si esto sucede, inmediatamente la financiación de bienes y servicios se ajusta a esa nueva pauta y encarece cualquier adquisición.
Nueva tasa: cómo puede afectar al consumo
Cabe apuntar una diferencia sustantiva: tomar un crédito o hacer una compra en cuotas en estos momentos mantendrá la tasa de interés que sea pactada, pero el escenario es totalmente distinto si lo que se financiará es un saldo de tarjeta de crédito.
Por ejemplo: si en agosto refinanciamos un saldo de tarjeta a 150% con un plan ya establecido, una modificación de la tasa de interés del Banco Central no tendrá ningún impacto. En cambio, si sólo se realizó el pago mínimo y se postergó el resto pare el mes próximo, ese saldo se ajustará en forma proporcional por los días hasta el próximo vencimiento sufriendo el posible aumento de tasa de interés que disponga el Banco Central.
El costo del crédito puede hacerse más caro si el Banco Central sube la tasa de referencia.
De allí que si por alguna razón los tarjetahabientes dejaron una parte del resumen sin pagar el mes pasado, una buena decisión para anticiparse al encarecimiento de la cuenta sería conseguir el dinero y cancelar la deuda.
También sería una decisión acertada adelantar las compras por los planes AHORA 12 (que pueden ser de 3-6-12 y 24) ya que para que los programas no queden muy descalzados el Ministerio de Economía también puede decidir un ajuste.
En la actualidad la tasa de interés que se aplica en estos programas de 88,50% anual, que es poco más de la mitad que la tasa de política monetaria y muy inferior a la de mercado.
Por otra parte, hay que considerar que la tasa nominal anual de la financiación de tarjetas de crédito bancarias hoy es de 107%.
¿Por qué el Banco Central aumentaría la tasa?
Porque el FMI pide que esté por encima de la inflación con el objetivo de cerrar más el crédito, de esta manera bajar el consumo y ponerle algún tipo de freno a la suba de precios.
Hasta el momento esta estrategia ha traído más perjuicios que beneficios pero sigue siendo la receta que aplica el organismo en todos los países para atacar el problema inflacionario.
Además, busca apelar a la tentación de los inversores de obtener altas ganancias, quienes muchas veces caen en la trampa pese a los riesgos que se corren.
Otro de los efectos buscados es que el dinero permanezca en los bancos y no presione sobre el tipo de cambio.
Al mismo tiempo cabe apuntar que un nuevo aumento de la tasa de política monetaria subirá la necesidad de emisión del BCRA para mantener las Leliqs, potenciando este riesgo latente para el sistema financiero.