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Lo que suena: Sam Smith reaparece con Gloria, su álbum más maduro

Sam Smith publicó su cuarta producción discográfica
Sam Smith publicó su cuarta producción discográfica - Créditos: @Tasos Katopodis

Artista: Sam Smith. Álbum: Gloria. Canciones: “Love Me More”, “No God”, “Lose You”, “Perfect”, “Unholy”, “How To Cry”, “Six Shots”, “Gimme”, “I’m Not Here To Make Friends”, “Gloria”, “Who We Love”. Sello: Universal Music. Nuestra opinión: muy bueno.

Si Elton John hubiera nacido 45 años después (eso habría sido en 1992) quizás hoy llevaría por nombre Sam Smith. Claro que muchos de los que nacieron en 1992 no saben quién es Elton John. O quizás saben pero no conocen su carrera ni sus logros, porque son de la generación de Sam Smith. La mayoría de las veces las comparaciones son odiosas y seguramente esta lo sea. El punto no es la comparación en sí, sino poder trazar postas en la historia de la música pop británica. Eslabones. Y es posible encontrar puntos en común entre estos dos artistas. El divismo, la provocación, la superación álbum tras álbum, la popularidad creciente.

Artista de este tiempo, en Sam Smith se puede ver y escuchar a un músico en evolución que, gracias a códigos actuales, pero que no son de guetos, le resulta posible llegar a varias generaciones. Gloria, su reciente estreno, es un álbum que se puede escuchar de varias maneras. De un modo deliberadamente fragmentado, sin poner atención a las letras, para dejarse llevar por la producción musical que Smith propone, o poniendo la lupa en los vericuetos que plantea con sus palabras. Sobre todo en aquellos con los que quiere sentar posición. Ante todo (o más bien, sobre todo) lo anterior, el cantante inglés impone el hecho estético de la canción, desde formas que viene desarrollando con su disco anterior, Love Goes. Las sonoridades aterciopeladas, el coral con autotune pero que suena a casi a “christian church” (aunque no se proponga nada de eso), la búsqueda del deep lounge y una contracara en la rítmica afroamericanista, marcada, intensa, con mucho swing, casi bailable.

La portada del nuevo disco de Sam Smith, Gloria.
La portada del nuevo disco de Sam Smith, Gloria.

Y su voz, por supuesto, que, a los 30, por momentos parece haber encontrar mejores aventuras en su registro medio que en el falsetto al que apostaba en el comienzo de su carrera. Sigue trepando notas altas, pero lo hace de otra manera. Está más en el detalle de la sutileza, algo poco habitual en la industria de la música pop, y de ese modo consigue desarrollar mejor sus creaciones.

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Costará determinar si realmente las canciones tienen su brillo propio (habría que escucharlas en otras versiones) o su gracia está en cómo Smith las manifiesta. “Gloria”, el tema que da título al disco (elegido entre otros doce que conforman el disco) va del canto gregoriano de los primeros compases a una conducción de voces simple, y de ahí hasta un verdadero ejercicio contrapuntístico. Está claro -porque lo ha hecho otras veces- que el juego vocal-coral es algo que lo apasiona. Por otro lado, lo que posiblemente haya buscado no fuera verdaderamente un ejercicio vocal sino desde el marco de la música religiosa, dar su mensaje: aunque pueda sonar críptico o apenas sugerido ese “sé tú mismo con la mayor fuerza que puedas”, refiere a sus decisiones y búsquedas, a lo queer, a lo no binario. Esta es la gema del álbum, como en el anterior lo fue “Love Goes” que tituló aquel su producción de 2020.

Entre discursos más livianos -como los sensuales “Six Shots” (una balada) o la siguiente “Gimme” (junto a Jessie Reyez y la jamaicana Koffee) que viaja entre el reggaeton y el dance hall- se vuelven a colar sus bajadas de línea. El “Hurting Interlude” es un breve fragmento del documental Gay and Proud (1970) de Lilli Vincenz, donde se escucha a un entrevistado decir: “Mentir es una de las cosas más feas de ser homosexual. Cuando tienes tu primera mala experiencia sexual y no puedes decirle a tu hermano o a tu hermana: esto no me hace bien”. En “Love Me More” (uno de los adelantos que ya había hecho de este álbum) ahonda en los resultados de mirarse al espejo. Y con “Unholy” (otro de los anticipos) que grabó con la alemana Kim Petras, exterioriza pensamientos y le corre el velo a las hipocresías (“Mami no sabe que papi se está calentando”), en la cuerda de los musicales, al estilo Moulin Rouge.

Además de Petras, Jessie Reyez y Koffee, la producción de trece canciones tiene a otros invitados como Ed Sheeran y Calvin Harris. Por el abordaje, los matices, y lo que Smith ha querido y sabido plasmar, Gloria es su más logrado álbum, desde que comenzó su carrera discográfica, hace casi una década.