A la tarde, el programa que nació para sortear un bache y encontró en historias secretas de famosos y los ADN de hijos no reconocidos su lugar en la grilla

De un tiempo a esta parte, producto de la crisis económica y de ideas, la televisión comenzó a nutrirse de programas con panelistas. Ese formato dinámico que permite hablar de la marcha piquetera del día a la última desventura de Wanda Nara, sin escalas. En la pantalla chica, sumados los siete canales de aire (América, TV Pública, elnueve, Telefe, eltrece, Net y Bravo TV) hay más de veinte programas de este estilo, conformados por más de cien panelistas.

Horas y horas con el tratamiento de diferentes temas que, según el día, van de la actualidad al espectáculo o lo que la situación demande. América tiene, dentro de este universo, dos de los programas que son más fuertes en este rubro, Intrusos y LAM. El histórico espacio de chimentos de Jorge Rial -hoy conducido por Flor de la V- y el ciclo de Ángel de Brito, se convirtieron en los pilares del canal que comanda Fernanda Merdeni en materia de rating, pero además sumó un jugador inesperado.

América se caracteriza por ser un canal que corre detrás de la noticia y, en épocas de Liliana Parodi al frente de la gerencia de programación, muchas veces rompieron la transmisión habitual para cubrir un tema de actualidad. Hace dos años, cuando Fabián Doman decidió dejar Intratables , Alejandro Fantino fue el elegido para seguir adelante con el emblemático ciclo de política de la televisión abierta. En ese entonces, el periodista estaba conduciendo Fantino a la tarde, con buenos números de rating, de 16 a 18. En las 340 emisiones que estuvo al aire, el programa obtuvo un promedio de 2,7 puntos y una marca máxima de 4,3. Cuando se produjo este cambio, el canal tuvo que crear, de emergencia, una nueva propuesta para ese horario. Así nació A la tarde con la conducción de Karina Mazzocco.

El 12 de julio de 2021 debutó, a las 16, con un promedio de 1,8 puntos de rating . La elección de Mazzocco en la conducción, que venía siendo la reemplazante natural de Fantino durante sus vacaciones, fue casi cantada. Karina tuvo un antecedente en ese rol en la misma pantalla, años atrás, al frente de Mañaneras y, mucho antes, como parte del exitoso trío de Grandiosas en eltrece. Lo que sí sorprendió fue la incorporación de Flor de la V como nueva panelista, algo atractivo desde el arranque. Pero además el equipo que la acompañó, integrado por Sabrina Rojas [que se bajó a los pocos días], Caramelito Carrizo, Débora D’Amato, Diana Deglauy, y el actor Ezequiel Campa, se caracterizó por ser muy aguerrido desde el comienzo.

“Buenas tardes, este es el nuevo programa de América para compartir con vos. El objetivo principal de estas tardes es que la pasemos bien, es divertirte, es acompañarte, entretenerte y provocarte un poquito también”, así arrancaba el nuevo ciclo con la estructura de un programa más de esa franja horaria haciendo hincapié en las cuestiones de género. Pero el ciclo que comenzó como uno más, poco a poco y con nuevas caras, lo fueron transformando en una especie de E! True Hollywood Story vernáculo .

La incorporación de periodistas con mucha experiencia en el rubro como Augusto Tartúfoli, Cora de Barbieri y Diego Estévez, entre otros, le sumaron información y algo de picante, fórmula necesaria para que tuvieran éxito. Párrafo aparte para la llegada de Luis Ventura, histórico de América, que puede hacer explotar una bomba, pelearse a muerte con un invitado o sacar del arcón de los recuerdos algún escándalo vintage.

Las historias secretas de los famosos, los ADN de hijos no reconocidos y otros temas de ese estilo ubicaron a A la tarde en otro lugar. El ciclo logró así consolidar una agenda propia, fuera de la temática que trata el resto de la televisión y el público respondió de manera positiva. Abarcando otros tópicos como la supuesta hermana de Carmen Barbieri, el posible hijo de Daniel Passarella, la relación del cantante Silvestre con su familia, la historia de Amalita Fortabat, la herencia de Ricardo García -dueño de Crónica-, o el ataque de furia del viudo de Bergara Leumann, todos los programas son desarrollados con información propia, algo poco habitual en este tipo de formatos.

A la tarde también destina un espacio a la polémica del día y es así como se encolumnó junto a todo el canal cuando Jorge Rial habló mal de América o tomó partido en la escandalosa salida de Viviana Canosa de A24. Mazzocco encontró el equilibrio justo de quien trae el oficio de la vieja televisión y sabe caminar por la cornisa que proponen estos nuevos tiempos, en donde hay que embarrarse y apuntar contra más de uno para sobrevivir . Sobre su rol dentro del ciclo, la conductora reconoció que encabeza “un programa de televisión donde la idea es hacer un show”. “Nos podemos equivocar o en algún tema disentir. Pero la realidad es que se trata de esto, de las idas y vueltas, y yo lo detesto en mi vida personal pero entiendo que es parte de lo que hacemos en la televisión”, señaló cuando recibió alguna crítica por los temas que aborda en el ciclo o por cómo lo hacen.

Hace pocos días A la tarde cumplió un año en el aire y en las 275 emisiones que tuvo, alcanzó un promedio de 2,3 puntos. Se convirtió en uno de los pilares de América y muchas veces se consagró como lo más visto del canal. Mientras haya historias prohibidas o desconocidas de famosos y no tanto, el programa tiene por delante mucha tela para cortar.