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Tarjeta de crédito: si no podés pagar el saldo, ¿conviene refinanciar o sacar un préstamo?

Quien es titular de una tarjeta de crédito atraviesa distintos estados emocionales, que van desde la alegría de haberla conseguido, a la tranquilidad de poder cumplir con los pagos mensuales o en caso contrario, todo lo que supone no poder pagar el saldo en su totalidad y en muchas ocasiones ni el pago mínimo.

Para estos dos últimos casos existe una alternativa que está a mano de muchos clientes ante la imposibilidad de poder cancelar la tarjeta de crédito, con todo lo que ello implica y es el refinanciamiento del saldo deudor. En términos generales, ello supone la reestructuración de las condiciones iniciales de un crédito y los términos del contrato, por ejemplo el plazo, las tasas de interés, y otras cuestiones afines.

¿Cuándo conviene pagar la tarjeta de crédito?

La mejor manera de hacerlo es que el usuario se dirija a la entidad que emitió la tarjeta de crédito, antes de entrar en mora y una vez allí debe asumir y explicar las razones por la cuales desea refinanciar la deuda, debido a que en ese momento no puede cumplir el compromiso asumido. Si opta por tomar un préstamo personal y cancela la deuda, la tarjeta de crédito queda limpia y el cliente mantiene su historial crediticio. En definitiva, se toma un préstamo para pagar esa deuda sin llegar a padecer las consecuencias de no hacerlo.

Pero previamente a dar este paso, es conveniente considerar con bastante cuidado cuáles son los términos y condiciones del préstamo en cuanto a tasas de interés, plazos, etc. para en definitiva determinar si esta operación es factible y conveniente.

La ventaja de tomar un préstamo "por afuera" es que la tarjeta queda limpia, lo cual implica un desahogo importante para la economía familiar, pero siempre se corre el riesgo que por algún motivo o necesidad se la vuelva a utilizar y entonces podría repetirse el problema. Es por ello que en muchas ocasiones se aconseja directamente darla de baja.

"Lo peor que puede pasar cuando se refinancia el saldo de una tarjeta con un préstamo personal es que con el tiempo el cliente vuelva a tener problemas para el pago de la tarjeta y de los vencimientos de las cuotas, porque encontrar una solución es mucho más complicado", afirma un ejecutivo de banca personal de un banco nacional de primera línea. "Pero esto lo vemos todo el tiempo", concluye.

Un plan de refinanciación
Un plan de refinanciación

Con un préstamo, el usuario puede dejar la tarjeta "limpia". Sin embargo, podría requerirla nuevamente y adeudarse más.

En cuanto a la opción de refinanciar el saldo con la propia tarjeta, la desventaja es que el monto de la cuota se suma directamente al saldo de cada mes y por supuesto que se reduce el límite de compra. A lo anterior se suma que por lo general ello repercute directamente en la calificación crediticia del cliente.

¿Qué posibilidades de refinanciación ofrecen las tarjetas de crédito?

Entre las opciones que se ofrecen, se puede mencionar el Plan V de Visa, con el cual se pueden financiar las compras realizadas en un pago o en el total del resumen del plástico. Se trata de una opción que se ofrece a aquellos clientes que tienen su tarjeta para financiar compras que por lo general no pueden pagar en cuotas.

Por ejemplo, se puede pagar en cuotas algunas compras que no se hacen habitualmente. Para poder acceder al Plan V de Visa, el usuario debe realizar el pago mínimo y tener saldo en su tarjeta. Otras ventajas que ofrece el Plan V de Visa es que se puede planificar en cuantas cuotas se puede hacer los pagos. Se debe tener presente que el primer pago estará incluido en el próximo resumen de cuenta.

Por su parte, MasterCard ofrece financiación a través de su MasterCard Cuotas, donde brinda la posibilidad de pagar el saldo total de un resumen en cuotas fijas. Para ello, bastará con seleccionar el monto y cantidad de cuotas que desee realizar su financiamiento. Se exigirá que la primera cuota sea pagada en el primer cierre posterior al que haya solicitado el plan. También tendrá a posibilidad de ver en su resumen de cuenta, toda la información de los planes de cuotas disponibles y que se ajusten a la necesidad del cliente.

En cuanto a las tasas de interés que se aplican, en ambos casos son mucho más bajas que las de un préstamo personal.