Tesla en México es solo el primero de los tentáculos que Elon Musk quiere lanzar sobre Latinoamérica
Elon Musk ha coqueteado con Chile, mientras adeuda una promesa a Argentina desde 2018. Latinoamérica busca ganar espacio en la agenda del millonario detrás de Tesla
La instalación de una planta de Tesla en México es solo el primero de los tentáculos que el millonario Elon Musk quiere lanzar sobre Latinoamérica. En paralelo a las conversaciones con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para autorizar la fábrica de autos eléctricos, la empresa tecnológica ha avanzado en reuniones privadas con el gobierno de Chile.
Ejecutivos de Tesla se reunieron a finales de febrero con autoridades de la cancillería de Chile, así como representantes del Ministerio de Minería y la Corporación de Fomento de la Producción. Las actividades forman parte de la agenda de lobby de la compañía, que busca participación en la industria del litio, según la versión de La Tercera.
Las negociaciones son lideradas por Eugenio Grandio, encargado de Política y Desarrollo de Negocios para América Latina de Tesla. Su intención es ingresar a Chile a través de una alianza con Albermarle, una empresa estadounidense considera el mayor productor mundial de litio para la industria automotriz y con licencia para la explotación minera en ese país.
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La intención de aterrizar en suelo chileno no es nueva, el propio Elon Musk estuvo de visita en ese país a finales de 2017, recuerda un reportaje de Emol. Eduardo Bitran, entonces jefe de desarrollo de Corfo, aseguró que Tesla “podría tener planes de construir una planta procesadora para producir el litio de alta calidad que necesita para sus baterías”, la web especializada Híbridos y Eléctricos.
Chile –junto con Argentina y Bolivia– forma parte del denominado triángulo del litio, pues bajo su suelo se encuentra 85% de las reservas mundiales de este material. Australia y China tienen el resto de los campos descubiertos de este material.
La batalla de México contra Brasil
México le robó el protagonismo a Brasil, que pretendía ser la sede de la primera fábrica de Tesla en la región. El entonces presidente Jair Bolsonaro incluso se reunió en su país con Musk a inicios de 2022, recuerda El País, y activó una comisión de empresarios, legisladores y funcionarios para negociar con la compañía su arribo al país.
La salida de Bolsonaro de Brasil quizás tuvo algo que ver en la paralización de las conversaciones. Aunque México tiene –además de la cercanía con EEUU– dos puntos a su favor: lidera el mercado de autos eléctricos en la región, según un informe de Statista; y cuenta desde 2019 –como se ve en este mapa oficial– con una red de estaciones de carga instalados por la propia Tesla.
Musk parece muy involucrado con la política latinoamericana. En enero celebró la propuesta del presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula Da Silva, de crear una moneda común con Argentina. “Probablemente sea una buena idea”, escribió en un tuit en respuesta a un reportaje de Financial Times, recuerda Infobae.
Justo con Argentina el propio Musk tiene una deuda desde 2020. El millonario anunció públicamente que en 2020 se instalarían en el país varias de sus unidades de recarga: Tesla Superchargers. Lo hizo a través de su cuenta en Twitter, tras una pregunta de una usuaria, recuerda el blog Motor.
Autos por gotas
En el resto de Latinoamérica los autos de Tesla han llegado a cuentagotas, principalmente por importaciones aisladas de privados. Hasta 2020 los vehículos de la marca que circulaban por América del Sur, apenas rondaban las 80 unidades, distribuidas –según un reportaje de la Asociación Latinoamericana de Movilidad Sostenible– principalmente entre República Dominicana, Uruguay, Colombia, Argentina, Chile y Paraguay.
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Las limitaciones para adquirir un Tesla no solo están en el costo, sino en las políticas internas de la compañía. Los lineamientos de la marca impiden hasta ahora tener concesionarios, por lo que las compras se hacen directas o en línea, explica una nota de la web especializada Motor. En el caso de Colombia, por ejemplo, las ventas directas las asumió la empresa Parra Arango, que ya comercializa Citroën, SsangYong y autos usados.
Latinoamérica ha adecuado desde 2017 sus reglamentos administrativos, para estimular la compra de autos eléctricos. Un informe del Observatorio Económico Latinoamericano recuerda que ya existen exenciones arancelarias para la importación de estos vehículos en Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Paraguay y Uruguay.
Aunque sí hay autos eléctricos creados en Bolivia, Argentina y Brasil, Tesla es la empresa más sólida en buscar espacio en Latinoamérica. En México la gigante de Musk compartirá espacio con Zacua, una marca que se activó en 2018; y posiblemente con General Motos, que el año pasado anunció que esperaba abrir en 2023 una planta en Coahuila para fabricar vehículos híbridos.
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