Tomás Roncero decepciona en 'El chiringuito' con un discurso cobarde tras el pinchazo del Real Madrid
Después de la debacle del Real Madrid frente a la Real Sociedad que ha aumentado la distancia entre el líder, el Atlético de Madrid, y los blancos, esperábamos ver a la bancada madridista de ‘El chiringuito de jugones’ especialmente dolida. No ha sido así, hasta Tomás Roncero se ha olvidado de sus predicciones de la semana pasada y ha regalado un discurso cobarde y que no tocaba.
Con el Atleti perdiendo puntos durante dos jornadas consecutivas, Roncero se atrevió, movido por la euforia, a ser vidente y pronosticar los próximos resultados ligueros de los tres aspirantes al título. Se metió en camisa de once varas.
No sólo ha metido la pata en todos los choques de esta jornada, sino que tampoco ha dado la cara para afrontarlo. Es más, si hubiera sido otro tertuliano el que lo hubiese hecho, se hubiera llevado el típico “retratado” del programa.
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🔮 @As_TomasRoncero 'El ADIVINO' predijo los RESULTADOS de las próximas jornadas. ¿ACERTARÁ? #ElChiringuitoDeMega pic.twitter.com/XogYxSbY2j— El Chiringuito TV (@elchiringuitotv) February 22, 2021
Pero ni rastro de ello. En su lugar, Roncero hasta se ha mostrado encantado con el empate, llegando a hacer creer que es un resultado determinante para que el Real Madrid se proclame campeón.
Cualquier que le haya escuchado pudo pensar que empatar en casa contra la Real Sociedad es algo positivo, sea cual sea la manera de hacerlo, a estas alturas de campeonato.
🤍🙏"El GOL de @vinijr es un halo de ESPERANZA". @As_TomasRoncero CREE en #LaLigaSantander. #ChiringuitoMadrid pic.twitter.com/0AtwswLVmu
— El Chiringuito TV (@elchiringuitotv) March 2, 2021
Otras veces en las que el Real Madrid cosechó malos resultados, Roncero llegaba al programa de Josep Pedrerol y soltaba todo su sentimiento, acertando en su crítica y dejando ver su decepción.
Ha sido sorprendente ver cómo su conformismo con un equipo que dio sensación de dominio, pero únicamente de peligro a través de centros laterales y de meter a su mediocentro defensivo en el área rival a ver si cazaba un cabezazo.
Si esto lo llegasen a hacer otros, el discurso hubiese sido totalmente diferente.
Te admiramos Tomás, pero esta vez no tocaba. A lo dicho, pecho.