El truco sencillo para ahorrar electricidad evitando el consumo fantasma
Es sabido que dejar los aparatos electrónicos en modo ‘stand by’, léase el televisor, no es sinónimo de consumo cero. Es algo que las organizaciones de consumidores siempre han avisado y siguen haciéndolo de manera recurrente. No es un gran gasto, pero tampoco es nulo. El problema para combatirlo es que resulta mucho más cómodo darle al botón de apagado del mando de la televisión que desenchufarla o apagarla por completo. Para ahorrar electricidad y tiempo, existen las regletas.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha explicado en numerosas ocasiones el gasto que supone el llamado consumo fantasma o ‘stand by’ de los aparatos electrónicos en el hogar. Según un estudio del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) citado por Expansión, esto supone entre el 7 y el 11% del consumo total de una vivienda de tipo medio. Una cifra que, dado el precio de la luz en la actualidad y dependiendo de la tarifa contratada, a día de hoy puede ser considerablemente mayor a los entre 32 y 58 euros que apuntaron en su momento.
La recomendación de la OCU para anular ese consumo fantasma es usar regletas en las que conectar varios aparatos electrónicos a la vez y que, precisamente por eso, permita apagarlos por completo con un solo gesto. Para eso lo más sencillo es usar regletas de las que tengan interruptor. Impiden el consumo de los aparatos conectados y, dependiendo del modelo elegido, consumen poco en su propio modo de 'stand by'.
En el caso de las que no cuentan con interruptor, lo que hay que hacer es desconectarlas de la red. Es decir, desenchufarlas. En función de lo fácil o aparatoso que sea acceder al enchufe, será más o menos práctico su uso. Aún así, siempre costará menos esfuerzo desenchufar una regleta que ir aparato por aparato.
Cuando se habla del consumo fantasma, lo primero que viene a la cabeza es el televisor, pero lo cierto es que no es el único aparato que gasta sin que el consumidor se dé cuenta de ello. Los ordenadores, por ejemplo, también. Por eso hay que apagarlos por completo. No solo la pantalla. En el caso de los portátiles, no basta con bajar la tapa.
Otros dispositivos que también consumen, aunque sea poco, mientras están enchufados son los cargadores del móvil y los auriculares de carga. El router, con sus luces encendidas, es otra fuente de consumo fantasma. Y luego están esos otros electrodomésticos que no se están usando y que, aún así, generan gasto porque tienen funciones como dar la hora. El mejor ejemplo en este caso son los microondas y los hornos, con su pantalla digital.
Ocurre lo mismo con las pantallas de otros electrodomésticos como pueden ser la lavadora, la secadora y el lavavajillas. Si tienen pantalla y está encendida, consume. Cuando no están en funcionamiento, se pueden apagar por completo sin problema. Las cafeteras, esperando a ser puestas en marcha y conectadas, también generan cierto consumo. No todos los mencionados suponen lo mismo en la factura –el impacto de un cargador de móvil es escaso, por ejemplo–, pero todos suman.
Desde el Ministerio de para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico hace tiempo que recomendaron el uso de la calculadora de consumo en 'stand by' de la OCU. Según explican en su portal, con ella “se puede identificar el consumo en diferentes aparatos (audio, vídeo, ocio, de ofimática, de cocina) y recortar la factura eléctrica. Para ello, solo hay que indicar el tipo de aparato que se deja en 'stand by' y la calculadora mostrará su potencia, el consumo energético (KWh), el CO2 que produce y el gasto, en euros, que supone ese consumo eléctrico en un año”.