Trump vs. Harris: Cómo sus políticas podrían afectar el bolsillo de la gente, en caso de que sean elegidos
Aunque es imposible predecir cómo irán las elecciones presidenciales en Estados Unidos, sí se puede analizar las declaraciones de cada candidato sobre la banca y las finanzas para tener una idea de cómo sus políticas podrían afectar el bolsillo de los gente, en caso de que sean elegidos.
A menos de 70 días para que los votantes acudan a las urnas, el candidato presidencial republicano y expresidente Donald Trump y la candidata presidencial demócrata y actual vicepresidenta Kamala Harris se han enfocado en ganarse el apoyo de los votantes compartiendo algunas de sus iniciativas políticas clave a medida que nos acercamos al día electoral.
Cabe destacar que Harris fue confirmada como candidata demócrata hace menos de un mes, por lo que muchas de sus políticas y planes todavía no se han hecho públicos oficialmente.
A pesar de ello, ambos candidatos ya han compartido algunas ideas sobre lo que prevén para los próximos cuatro años. Y no cabe duda de que el próximo presidente tendrá una gran influencia en tus finanzas y en el sector bancario en general.
Cómo puede impactarte cada medida
Comisiones bancarias
Entre 2018 y 2020, los estadounidenses pagaron aproximadamente 120 mil millones de dólares al año en intereses y tarifas de tarjetas de crédito, según la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFPB, por sus siglas en inglés). Eso se traduce en un promedio de mil dólares anuales para cada hogar estadounidense.
En la administración de Joe Biden, Harris ha luchado contra las tarifas abusivas al limitar las comisiones por pagos atrasados de las tarjetas de crédito y prohibir cargos por servicios esenciales en las cuentas bancarias, como consultar los saldos de las cuentas bancarias, conocer el importe pendiente de pago de un préstamo u obtener la información de la cuenta necesaria para presentar solicitudes.
Las tarifas bancarias no han sido un tema central en la actual carrera presidencial y Trump no ha hablado mucho sobre si serán una prioridad para su administración si lo eligen. Sin embargo, observando el primer mandato de Trump como presidente, parece que estaba a favor de dejar en manos de los bancos las decisiones sobre las comisiones.
Tipos de interés
La tasa de interés federal ha sido un tema de debate importante desde que la tasa de inflación después de la pandemia alcanzó un máximo de 40 años y provocó un fuerte aumento en el coste de bienes y servicios.
La Reserva Federal puede aumentar o reducir su tasa de interés para intentar controlar la inflación, lo que influye en el costo de la vida. La tasa de interés federal también determina los tipos de interés que los bancos aplican a sus cuentas de ahorro, tarjetas de crédito y préstamos.
En cualquier caso, la tasa de interés federal no la establece una sola persona. El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) se reúne varias veces a lo largo del año para evaluar los indicadores económicos clave, valorar la salud general de la economía y determinar si es apropiado o no variar las tasas.
Aunque el presidente puede nominar a funcionarios clave de la FED, nombrar al presidente y discutir los problemas relacionados con la política monetaria, no influye directamente en las decisiones sobre las tasas de la FED.
Sin embargo, Trump ha declarado que cree que el presidente debería tener más peso en la fijación de las tasas de interés.
“En mi caso, gané mucho dinero, tuve mucho éxito y creo que tengo más instinto que muchas de las personas que están en la Reserva Federal o incluso el presidente”, dijo el expresidente durante una conferencia de prensa reciente.
Harris respondió a esta declaración diciendo: “la FED es una entidad independiente y, como presidenta, nunca interferiría en las decisiones que toma”.
Regulación bancaria
Trump y Harris difieren en muchos temas, uno de ellos es la regulación bancaria.
Trump está a favor de un enfoque menos restrictivo. Es probable que se esfuerce por restaurar sus políticas de desregulación, que se instauraron originalmente como ley en 2018.
La legislación estaba destinada a suavizar las normas regulatorias y los requisitos que impuso la Ley Dodd-Frank a las instituciones pequeñas y medianas, que tenía como objetivo frenar las prácticas crediticias más arriesgadas y reforzar la supervisión bancaria a la luz de la crisis financiera de 2008.
“La agenda desreguladora y a favor del crecimiento del presidente Trump impulsó la economía más próspera de la historia”, escribió Karoline Leavitt, secretaria de prensa nacional de la campaña de Trump, en un correo electrónico a Reuters.
Sin embargo, los críticos han afirmado que esa política desregulatoria ha debilitado la estabilidad de la industria bancaria y ha provocado las recientes quiebras bancarias, como la de Silicon Valley Bank.
La administración Biden-Harris ha presionado para restablecer una supervisión bancaria de “sentido común” y en varias ocasiones Harris ha votado contra la desregulación.
Sin embargo, aunque su discurso de campaña, en el que reveló su agenda económica, se centró en los planes para contener el aumento abusivo de precios, los problemas de vivienda, limitar el coste de los medicamentos por receta y aplicar un nuevo crédito fiscal por hijos, no mencionó medidas específicas sobre la regulación bancaria.
Criptomonedas
Las criptomonedas están descentralizadas, lo que significa que no están respaldadas por un banco central, una agencia o un gobierno. Esa autonomía ha sido clave para convencer a los entusiastas de los criptoactivos que desconfían de los sistemas financieros tradicionales.
Sin embargo, algunos expertos creen que las criptomonedas carecen de seguridad suficiente, lo que pone en riesgo a sus usuarios y fomenta el incremento de las actividades ilegales.
Harris aún no ha dicho oficialmente si su plan prevé una legislación sobre las criptomonedas.
No obstante, un asesor político de su campaña dijo durante una mesa redonda de Bloomberg News en la Convención Nacional Demócrata que respaldará medidas para facilitar el crecimiento de los activos digitales.
En el pasado, Trump había calificado las criptomonedas como una estafa, pero parece que ha cambiado de opinión y se estima que ahora tiene 1 millón de dólares en monedas digitales.
En su plataforma política oficial para 2024, los republicanos prometen “poner fin a la represión ilegal y antiestadounidense de los demócratas contra las criptomonedas” y “defender el derecho a minar bitcoin, así como garantizar que todos los estadounidenses tengan derecho a custodiar sus activos digitales y a realizar transacciones libres de la vigilancia y el control gubernamental”.
Por tanto, no es extraño que las empresas de criptomonedas representen casi la mitad de las donaciones corporativas que han recibido las campañas presidenciales de este año, según datos de la organización sin ánimo de lucro Public Citizen, dedicada a la defensa de los derechos del consumidor.
Al parecer, ambos candidatos se han mostrado abiertos a apoyar los marcos regulatorios y el crecimiento dentro del sector.
El enfoque del próximo presidente hacia las criptomonedas podría sacudir el mundo del sector bancario y animar a más estadounidenses a apostar por las monedas digitales como alternativa a la banca tradicional.
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