Los turistas extranjeros también se implican en el referéndum griego

“Yo estoy a favor del 'no', porque está en juego la libertad de decidir”, dice en la isla de Egina la belga Caroline, que como otros extranjeros ve en el referéndum de este domingo un asunto de interés para el mundo entero, y no solo para los griegos.

Situada en el golfo Sarónico, enfrente de Atenas, la isla de Egina es conocida por su producción de pistachos, una de sus principales fuentes de ingresos, junto con el turismo.

El referéndum de este domingo es decisivo para el futuro del país en el euro, y muchos habitantes favorables al 'sí' temen que la victoria del 'no' termine sacando al país fuera de la moneda común.

“La verdad es que ni he entendido las preguntas. En la papeleta se habla de dos documentos en inglés, pero no se dice nada del IVA, no hay nada concreto. Los europeos han dicho que, si sale el 'no', volvemos al dracma. Por eso he votado 'sí'”, cuenta a la AFP Yorgos, vendedor en una tienda de camisetas y bañadores.

“Gane el 'sí' o gane el 'no', ningún resultado nos va a ayudar realmente, porque las instituciones acreedoras (UE y FMI) tienen una estrategia muy firme. Luego vendrá la negociación, que va a ser dura”, explica el pescadero Kyriakos en la lonja del puerto, donde la mitad de los negocios han cerrado a causa de la crisis económica de los últimos cinco años.

Los turistas extranjeros no votan pero siguen con interés el debate que divide a los griegos. La noruega Anna, que vino a Egina a pasar unos días con su marido y sus hijos, cree que independientemente del resultado de la consulta, “dará lo mismo”, porque los socios de Grecia han planteado sus condiciones para seguir financiando al país como un “tómalo o déjalo”.

“No hay una gran diferencia entre el Sí y el No”, concuerda el pensionista norteamericano David, de Virginia. “Hay que hacer reformas en este país. Los ricos, toda esta gente que tiene aquí estos barcos, tiene que pagar impuestos”, añade señalando los yates del puerto.

“El problema es que aquí pasa como en EEUU, donde los más pudientes evaden impuestos”, agrega David. “Hay que hacer pagar a los armadores, a la Iglesia”, abunda Caroline. "No podemos dejarnos gobernar por esos tecnócratas europeos que dirigen a los pueblos", añade.

Desde las terrazas de los bares y las Iglesias, los electores afluyen a los colegios, con toda una panoplia de argumentos a favor del 'sí' y del 'no'.

"Desde hace cinco años la austeridad impuesta a la economía griega nos ha llevado a un callejón sin salida a todos los niveles. No podemos seguir por este camino y la única vía para el pueblo griego es resistir y terminar con esta política", dice a la AFP Christos Reppas, partidario del No.

"Votaré 'no' para que Grecia y mis hijos tengan un futuro mejor. No tenemos que tener miedo", añade Dimitra, que fue a votar con su hija pequeña. "He votado 'sí', para que sobrevivamos y tengamos trabajo", dice en cambio el carnicero Yannis, de unos 35 años.

Nectarios observa que "con el cierre de los bancos, a la gente le ha entrado miedo. Y quieren dar una lección aquí en Grecia para que no prosperen partidos como Podemos" en España.