Twitter convierte sus verificaciones en un gigantesco lío que enfada a los usuarios
Si hay un charco, mejor meterse a él cuanto antes, y si no lo hay, lo creamos. Elon Musk es una polémica en sí mismo y a estas alturas, sabes de sobra que ha entrado en Twitter haciendo mucho ruido, quizás demasiado.
Sabrás también de la controvertida decisión de hacer de pago la, otrora, cotizada etiqueta de verificación, aquella que otorgaba credibilidad y prestigio a su portador. Los usuarios verificados exhibían sus galones y, de alguna forma, se certificaba la validez de sus mensajes.
Sin embargo, y en un intento —si nos lo permites, un poco a la desesperada— por parte de Musk de monetizar la red social, Twitter ha eliminado la posibilidad de saber si un usuario es antiguo verificado o simplemente ha pagado por Blue, la nueva etiqueta de verificación.
Para ponernos en contexto, los usuarios verificados "legacy" son aquellos que obtuvieron la insignia antes de que Twitter hiciera cambios en sus políticas de verificación en 2021; estos cambios tuvieron como consecuencia la eliminación de la opción de solicitar la verificación de la cuenta.
Si no pagas, te quito la etiqueta (aunque seas el New York Times)
Es fácil perderse en la anécdota de la locuacidad de Musk en Twitter, pero no hay que olvidar que, ante todo, es un empresario de éxito y quiere hacer rentable su nuevo proyecto. Y para ello es fundamental contar con una tasa de conversión a Blue lo más elevada posible.
Sin embargo, parece que las cifras no habrían acompañado a las expectativas de Twitter, ya que se especula que apenas un 2 % de los usuarios se habrían pasado al plan de pago. Pero tampoco hay que olvidar la tortuosa relación del fundador de Tesla con la prensa y con Twitter estaría ajustando algunas cuentas.
Así, el New York Times anunció públicamente que no pagaría por contar con la etiqueta azul (seguramente, en la creencia de que no se la eliminarían), pero a Musk le ha faltado tiempo para retirársela. Y para que quede claro que la afrenta tiene pinta de ser personal, se ha dado la paradoja de que Twitter no ha borrado la etiqueta azul del resto de las marcas del diario.
“Con esta decisión, se elimina toda credibilidad”
Mucho más crítico todavía ha sido Chris Matyszczyk. El ácido columnista californiano, ha explicado a Yahoo Finanzas que al eliminar la distinción de etiquetas verificadas, “se elimina toda la credibilidad”.
Este ácido redactor no ha dudado en calificar de “fiasco” el asunto de la verificación en una medida que cree movida por la vanidad de Musk: “Tiene que demostrar que puede ganar dinero en Twitter”.
¿Qué es exactamente Blue?
En cualquier caso y alejándonos de toda controversia, ¿Qué es exactamente Twitter Blue? Estamos ante un plan de suscripción que ofrece una serie de funciones de valor añadido para sus suscriptores, entre las que destacan:
Deshacer una publicación: Una función que permitirá deshacer no pocos entuertos que tanto juego han dado en Twitter.
Editar un tuit: Posiblemente, la función más demandada en la red social.
Tuits más largos: Quienes tengan ganas de explayarse, podrán llegar a los 140 caracteres ni más ni menos.
Mayor visibilidad de los mensajes: posiblemente, la mejor justificación para quien pase por caja, sobre todo si se dedica profesionalmente a algo que requiera difusión.
“Pago el Blue y me encanta”, zanja el debate Julio César Fernández, director Académico de Apple Coding Academy y host del podcast Apple Coding. Este experto es un usuario intensivo de la red social y sus seguidores han podido disfrutar ya de mensajes más largos.
Y recuerda que otra de las ventajas que está viviendo en primera persona es la mayor visibilidad de sus tuits. ¿Se nota? No podemos evitar preguntárselo: “Sí, bastante”, sentencia.
Con respecto a la potencial pérdida de veracidad de equiparar Blue a los usuarios anteriores, Iglesias es rotundo: “Las reglas de verificación son claras” y nos invita a visitar la web donde las detallan.
La verificación, una herramienta de protección
Una visión alternativa la ofrece Ángel Jiménez de Luis, editor de la sección de tecnología del diario El Mundo, y uno de los primeros usuarios de la red social en España: "Unir el mensaje de los legacy verified y los de pago es posiblemente lo mejor que podía hacer porque empezaba a tener una connotación negativa tener el badge si era pagado". Este experto se refiere a algo que no se le escapa a nadie: cualquiera puede pagar, pero no todo el mundo tiene la posibilidad de merecer.
Ángel Jiménez de Luis desmonta el mito de pensar que la marca azul ofrecía principalmente prestigio: "El badge no era una cuestión de exclusividad sino de protección", explica, "hay ciertos perfiles (famosos, medios de comunicación) que tienen peligro de ser suplantados y esa era la forma de estar seguro de que los mensajes provenían de una fuente concreta".
Equiparar ambas verificaciones ha sentado fatal en la red social, en especial, entre los verificados con anterioridad (los ‘Legacy’)
Y no podemos esquivar el enfado antes mencionado de quienes antes ostentaban el badge azul por méritos de su perfil o trabajo y ahora se van a ver en la misma arena que cualquiera que haya pasado por caja. ¿Qué parte hay de malestar justificado y qué parte de afrenta al ego?
En términos de ego, algunos han podido identificar la verificación de su cuenta como un símbolo de estatus o éxito en las redes sociales, pero la realidad es que la etiqueta de verificación de Twitter fue concebida inicialmente como una herramienta efectiva para garantizar la autenticidad de su poseedor y la solvencia de sus mensajes.
¿Y tú? ¿Te suscribirás a Twitter Blue?