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UE propone plan para reducir dependencia y factura energética
La Comisión Europea propuso este miércoles una estrategia para reducir la dependencia energética del bloque, así como la colosal factura de sus importaciones que asciende a 400.000 millones de euros al año.
La propuesta de la Comisión llega en un momento en que Rusia amenaza, una vez más, con cortar el suministro de gas a Ucrania, por donde transita el 15% de las importaciones del bloque, lo que pone en riesgo su aprovisionamiento.
Con sus propuestas de este miércoles, la Comisión busca dar al bloque un suministro seguro y a un precio abordable y competitivo, así como respetuoso del medioambiente, "dejando atrás una economía basada en las energías fósiles".
Para ello aspira a crear una Unión Energética a través de la integración del mercado energético, que incluye mejorar las interconexiones eléctricas y de tránsito entre sus miembros, acentuar la eficiencia en el consumo y, por encima de todo, diversificar las fuentes de suministro para reducir la dependencia a unos pocos proveedores.
"Hoy lanzamos el proyecto energético europeo más ambicioso desde la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA)", dijo en conferencia de prensa Maros Sefcovic, vicepresidente de la Comisión, citando el tratado de 1951, primera piedra de la integración europea.
"La UE paga cada día 1.000 millones de euros para comprar combustibles fósiles (petróleo y gas)", señaló por su parte el comisario de Energía y Clima, Miguel Arias Cañete.
"Fijamos el objetivo de crear un mercado de la energía integrado, conectado y seguro en Europa. Hagámoslo realidad", agregó.
En 2014 la UE importó 53% de su consumo de gas y petróleo, por un costo de 400.000 millones de euros.
La UE importa más de la mitad de sus necesidades energéticas; el 75% del parque de viviendas no respeta las normas de eficiencia y el 94% del sector del transporte utiliza gasolina, la mayoría (90%) importada, señala el Ejecutivo europeo.
Los precios de la electricidad son un 30% más altos que en Estados Unidos mientras que los del gas más del doble, lo que coloca al bloque en desventaja.
Según la Comisión esta "transformación fundamental del sistema energético europeo" necesitará inversiones de hasta 1 billón de euros para 2020.
En su propuesta la Comisión enumeró cinco objetivos. El que ocupa el primer lugar es el de la "seguridad energética".
"Los desafíos políticos de los últimos meses muestran que la diversificación de las fuentes de energía, proveedores y rutas es importante para garantizar un suministro seguro", dice la Comisión.
Rusia provee el 39% de las necesidades de gas de la UE, la mitad transita por Ucrania. Y 12 países del bloque, los del este, dependen en al menos un 75% de su consumo del gas que compran a Rusia.
Sin embargo, no se trata de detener las compras a Rusia. Si bien el bloque busca diversificar sus proveedores, en particular "incrementando la relación" con Argelia, de quien la UE importa el 14% del gas que consume, o Túnez, la dependencia del gas ruso será difícilmente reducida.
"Rusia seguirá siendo un socio de la UE y un gran proveedor", indicó Cañete durante la conferencia de prensa.
